Lula da Silva designa a su vicepresidente para coordinar el equipo de transición en el poder

La Voz SÃO PAULO / EFE

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Lula da Dilva junto a Geraldo Alckim
Lula da Dilva junto a Geraldo Alckim CARLA CARNIEL | REUTERS

La transición de poder está recogida en la legislación brasileña y debe iniciarse 48 horas después de las elecciones

02 nov 2022 . Actualizado a las 18:26 h.

El vicepresidente electo de Brasil, Geraldo Alckmin, será el coordinador del equipo de Luiz Inácio Lula da Silva para realizar el proceso de transición con el actual Gobierno de Jair Bolsonaro, que ayer compareció por fin tras su derrota electoral. La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, anunció la decisión en una rueda de prensa en São Paulo, donde dijo que Alckmin tiene toda la «legitimidad» para liderar el equipo de transición del presidente electo. Hoffmann señaló que el primer asunto que será tratado por el equipo de transición será «la cuestión presupuestaria».

La transición de poder está recogida en la legislación brasileña y debe iniciarse 48 horas después de las elecciones, que venció Lula en segunda vuelta por una ajustada diferencia de 1,8 puntos porcentuales (50,9 % frente a 49,1 %) sobre el actual gobernante, Jair Bolsonaro. El mandatario electo tiene derecho a nombrar un equipo con hasta 50 integrantes, que, hasta la investidura del 1 de enero, tendrán acceso a las cuentas públicas, los proyectos y las iniciativas de la Administración saliente.

A pesar del silencio del líder ultraderechista, que no se pronunció hasta la tarde de ayer, horas antes ya se habían iniciado los primeros contactos entre aliados de Lula y miembros del actual equipo gestor de Brasil. Hasta el momento, los interlocutores del Ejecutivo han sido el vicepresidente, el general retirado Hamilton Mourão, y el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, cuya cartera es responsable del proceso de transición, de acuerdo con la legislación.

Alckmin, un político liberal de perfil conservador, era un antiguo adversario de Lula, con el que se reconcilió para hacer frente en los comicios al líder de la extrema derecha brasileña. Su elección como compañero de fórmula fue un movimiento estratégico para reforzar el carácter centrista de la candidatura de Lula, que consiguió reunir en torno a su campaña a una decena de diferentes corrientes ideológicas, desde la izquierda hasta la derecha moderada.

Alckmin desempeñó buena parte de su carrera política como gobernador de São Paulo, el estado más poblado y rico del país, y también luchó por la presidencia en el 2006 y el 2018. En la primera de esas tentativas su adversario en el balotaje fue Lula, que gobernó el país durante dos mandatos, entre el 2003 y el 2010, y que ahora volverá al poder para un tercero.

Lula ya adelantó durante la campaña que su futuro gabinete «no será solo del PT», sino que en él «estarán presentes varios segmentos de la sociedad, petistas y no petistas».