Un bronco Congreso aprueba la reforma de la sedición, la malversación y el Poder Judicial

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

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El PP y Ciudadanos no han votado en señal de protesta, pero el texto ha salido adelante con 184 votos a favor, 64 en contra y una abstención. «Intentaron parar la democracia con tricornios y hoy lo han intentado con togas», ha espetado el portavoz del PSOE a los populares

15 dic 2022 . Actualizado a las 21:46 h.

El bronco pleno de este jueves en el Congreso que ha sacado adelante la supresión de la sedición y la rebaja de la malversación en el Código Penal, así como la reforma de las leyes del Poder Judicial y del Constitucional para desbloquear la renovación de estos órganos, comenzó con una gran tensión derivada de lo sucedido en el Tribunal Constitucional a raíz de un recurso del PP para parar la votación en la Cámara Baja y que finalmente hasta el lunes no se resolverá. 

La proposición de ley de PSOE y Unidas Podemos ha recabado 184 votos de los partidos del Gobierno y de sus aliados (ERC, PNV, PDECat, Más País y Bildu), superando la mayoría absoluta de 176 que requería por su carácter orgánico. El PP y Cs no han querido votar y Vox lo ha hecho en contra, opción que ha logrado 64 (Junts, CUP, Coalición Canaria, BNG, Foro Asturias, Navarra Suma, Teruel Existe, Partido Regionalista de Cantabria, la diputada del PP Valentina Martínez, y Vox. Además, ha habido una abstención, de Compromís.

«Tricornios y togas»

El ambiente venía caldeado de la mañana y la temperatura ha subido cuando PP, Vox y Ciudadanos pidieron suspender el pleno sin éxito. Durante la sesión, el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, ha comparado el recurso del PP para suspender la votación con la intentona golpista del 23 de febrero de 1981. Tras acusar a los populares de intentar parar un pleno como hizo Tejero el 23F, los ha culpado de actuar como los guardias civiles que entonces irrumpieron en el hemiciclo. «Intentaron parar la democracia con tricornios y hoy lo han intentado con togas», espetó Sicilia enardeciendo a las filas conservadoras. «No lo han conseguido porque nuestra democracia es fuerte y sólida», ha añadido.

«La democracia en nuestro país solo ha estado en peligro con la derecha; estuvo en peligro en el 36, con un golpe militar que acabó con la democracia; estuvo en peligro en el 23F, que Tejero no era de izquierdas; y la derecha sigue poniendo hoy día en peligro la democracia con esos discursos de odio y bloqueando las instituciones», ha continuado mientras era abucheado por los diputados del PP y aplaudido por sus compañeros. Y todavía ha lanzado otra pulla al indicar que la razón del bloqueo del PP al Consejo General del Poder Judicial y el TC es «porque los usan como último recurso para ganar lo que pierden aquí [en el Congreso] y en las urnas».

«Revisar la historia»

Con un ambiente inflamado, la portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, le ha recordado al socialista que la asonada del 23F se produjo con un Gobierno de centroderecha presidido por Adolfo Suárez. «Debe revisar la historia y no intentar cambiarla», y ha acusado al PSOE de haber iniciado un proceso de memoria en el que pretende «reescribir la historia democrática del país».

Gamarra, que ha lamentado que el PSOE haya decidido «pasarse al otro lado» con la reforma de la sedición y la malversación, ha deplorado que cuando los independentistas traten de llevar a cabo un nuevo procés, «los demócratas no estarán unidos».

La también secretaria general del PP ha echado en cara a Pedro Sánchez —quien participó ayer en el Consejo Europeo en Bruselas— que no estuviera en el debate, lo ha llamado «cobarde» y ha insistido en que esta proposición «es un drama para los españoles» porque representa otro paso «en la demolición del Estado de derecho». «Hay políticos que legislan para que otros políticos estén por encima de la ley», ha soltado en referencia a los independentistas. Y ha explicado que los diputados del PP no iban a votar porque «no se debería haber producido este debate, al estar pendiente la decisión del Constitucional».

Jaume Asens (Unidas Podemos) ha subrayado que el PP ha tratado de «utilizar» el Constitucional «atacando la separación de poderes». «¿Se imaginan a un diputado que no fuera reelegido y que se negara a abandonar el escaño? Pues es lo que está pasando», ha reseñado el muñidor de las reformas del Código Penal y negociador con ERC.

Por muchos intentos de la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, por evitar las palabras gruesas y la irritación de los oradores, la crispación brotaba en cada intervención. Javier Ortega Smith (Vox) ha calificado el pleno de «fraudulento» por celebrarse en un «clima de amenaza de la extrema izquierda» y ha apuntado que el objetivo de la votación es un «asalto» al TC. Sus diputados abandonaron el hemiciclo en señal de protesta. Los de Cs no han votado, «para no participar de la cacicada». Inés Arrimadas ha comparado lo que se estaba viviendo con lo ocurrido en el Parlamento catalán en el 2017, aprobar leyes inconstitucionales, ha dicho, como hacer un Código Penal «a medida de cuatro delincuentes en 48 horas».

Ahora la ley se envía al Senado para completar su tramitación y ser votada el día 22. El Gobierno confía en que no haya cambios para que entre en vigor antes de Navidad.

Favorecer a líderes del «procés» y el desbloqueo del TC

La reforma para transformar el delito de sedición (de 5 a 15 años de prisión) en uno de desórdenes públicos agravados (máximo 5 años) beneficia a los líderes del «procés», que verán rebajadas sus condenas. Otro tanto ocurrirá con la modificación de la malversación, penada con 12 años de cárcel y hasta 20 de inhabilitación y que pasa a entre 1 y 4 años de prisión si no hay lucro personal. La reforma de las leyes del Poder Judicial y del Constitucional sustituye la elección de magistrados para este órgano por tres quintos por la mayoría, solo se votará a un candidato y no a dos y elimina la potestad del tribunal de verificar la idoneidad de los aspirantes.