Montse, meiga: «Ni se me ocurre coser un botón en Año Nuevo»

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MARCOS MÍGUEZ

Montse asegura que a la hora de hacer rituales o cumplir con ciertas tradiciones hay que dejarse llevar por las vibraciones. «Yo no tomo uvas, porque no vibra conmigo, no digo que sea malo, pero prefiero echar 12 lentejas en el vaso de champán»

31 dic 2022 . Actualizado a las 10:38 h.

Habelas haylas, y no hay mejor prueba que observar a Montse que, como meiga, hace un repaso de las tradiciones y rituales que algunos ponen en práctica el último día del año. Un momento en el que se hace balance y se intenta atraer la buena suerte, ya sea tomando las doce uvas o poniéndose alguna prenda de color rojo. Montse tiene su fórmula mágica, pero cada uno debe buscar aquello «que le dé buenas vibraciones», asegura.  

—¿Es la época del año en la que más atraemos, o queremos atraer a la suerte?

—Todo el año queremos atraer a la suerte, pero los solsticios que coinciden en Navidad y en San Juan son las fechas más mágicas para pedir fertilidad, suerte y protección.

—¿Lo hacemos bien?

—Antes se hacían unos ritos diferentes a los de ahora. Todo se basa en creencias antiguas. Por ejemplo, una que es repetitiva en toda Europa y el norte de España, y por supuesto en Galicia, era quemar el tizón de Nadal. Date cuenta que el 21 de diciembre es la noche más larga y el día más corto, y a partir de ahí nace otra vez la vida.

—¿En qué consistía?

—Antiguamente no había cerillas, era muy difícil hacer fuego, y entonces en las lareiras el fuego estaba encendido constantemente todo el año. El día del solsticio de invierno apagaban el fuego, limpiaban la lareira y encendían uno nuevo con una madera de roble. Lo encendían y lo apagaban hasta Año Nuevo o Reyes, y los tizones que quedaban los utilizaban como protección para las tormentas, las cenizas las echaban al campo como protección de plagas... Estamos hablando de una sociedad agraria.

—¿Y ahora qué se hace?

—Se recurre a las uvas, al anillo o las monedas en la copa de champán, a algo rojo, o comer lentejas... Y hay otros menos conocidos: no barrer de noche porque estamos echando las ánimas de nuestros ancestros fuera, que se supone que en estas fechas vienen a visitarnos. Por ejemplo, en Año Nuevo en la aldea de mi padre no se autorizaba nada que tuviera filo, el cuchillo solo se usaba para cortar el pan. También decían: «No hagas trabajos importantes el 28 o el 31 de diciembre porque se te van a ir a pique», esto yo no le he constatado, pero forma parte de la tradición.

—¿Cuál has constatado?

—Yo pongo un vasito de agua debajo de la cama, me lo enseñó mi bisabuela, y el día de Año Nuevo antes de cualquier otra cosa lo vacío, pero fuera de mi propiedad, con el fin de retirar lo malo y empezar de cero.

—¿Te funciona?

—Sí, lo hago todos los años, y el que no lo hago porque se me olvida ese año noto diferencia con los anteriores. A mí me ha dado resultado.

—¿Haces algo más?

—El cuchillo solo lo utilizo para el pan, no uso tijeras, no cojo alfileres, evidentemente, no vas a utilizar hoz o guadaña, aunque las tengo en casa. Y por supuesto, no se me ocurre coser un botón por la aguja. También suelo poner cereales y legumbres en una copa de cristal, la guardo en un armario de la cocina, la dejo todo el año para atraer la fortuna de la siembra. Incluso se le puede poner monedas. Hay otra costumbre que yo no he hecho, pero mis amigos sí y con buen resultado. Después de las campanadas, cogen una maleta, la llenan de ropa, y se van a dar una vuelta a la manzana, y vuelven a casa. Dicen que les trae viajes de placer para todo el año. No sé si tiene que ver con el ritual, pero no paran de viajar.

—¿Estos ritos nos los hemos inventado o tienen base?

—Más o menos todos tienen base. Por ejemplo, tomar las uvas, que lo tenemos como algo de buena suerte, empezó a raíz de un excedente de producción.

—¿Márketing?

—Es igual que el Papá Noel estadounidense, no tiene nada que envidiar a nuestros trasgos, porque está basado en ellos, pero es de color rojo porque la Coca-Cola lo puso de color rojo. En realidad, su vestimenta era verde.

—¿Le das credibilidad a lo de llevar algo rojo?

—El rojo se utiliza mucho en magia, sobre todo, en lo que tiene ver con la protección y ayuda en el amor. No es descabellado utilizar algo rojo, porque el rojo protege y atrae las energías del amor. Según va cambiando la sociedad, van cambiando los rituales, pero normalmente están basados en algo. Ahora, por ejemplo, no podríamos hacer lo de la lareira, ¿quién tiene?

—¿Tomas uvas?

—No, tomo lentejas. Echo 12 granos de lentejas dentro de la copa de champán, es raro pero es así, cada vez que tocan la campanada, bebo un sorbo con una lenteja. Nunca he tomado uvas, no digo que no sea adecuado, digo que no vibra conmigo. Cuando vas a hacer una cosa que no vibra contigo es mejor no hacerla, no es malo, porque a otros puede resultarles maravilloso. Cualquier costumbre o ritual que vayas a hacer para cualquier tipo de suerte en cualquier momento del año, si no vibra contigo, por muy bueno que sea, no te va a hacer bien, y si vibra contigo, hazlo, porque te va a resultar. Hay algo dentro de nosotros que nos dice si va contigo o no, pero no le hacemos caso.