El corredor atlántico: una nueva vida para las vías olvidadas del siglo XIX

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

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Los presidentes de Asturias, Galicia y Castilla y León, Adrián Barbón, Alfonso Rueda y Alfonso Fernández Mañueco, con el público de la cumbre. A la izquierda de los presidentes aparece António Cunha, presidente de la Región Norte de Portugal. A la derecha, los vicepresidentes primero y segundo de la Xunta, Francisco Conde y Diego Calvo
Los presidentes de Asturias, Galicia y Castilla y León, Adrián Barbón, Alfonso Rueda y Alfonso Fernández Mañueco, con el público de la cumbre. A la izquierda de los presidentes aparece António Cunha, presidente de la Región Norte de Portugal. A la derecha, los vicepresidentes primero y segundo de la Xunta, Francisco Conde y Diego Calvo Sandra Alonso

Al margen de la esfera política, la cumbre demostró el interés de la sociedad civil y de los empresarios por no perder el tren de los grandes recorridos transeuropeos

28 ene 2023 . Actualizado a las 11:58 h.

La cumbre de los presidentes de Galicia, Asturias y Castilla y León no fue solo una escenificación política de un frente territorial. Las mesas redondas que precedieron al acto central demostraron que existe una sensibilidad en la sociedad civil y en el ámbito empresarial por no quedarse atrás en los grandes itinerarios —de mercancías, pero también de viajeros— que conformarán la Europa de este siglo. «No podemos ser una isla en Europa», aseguró María Calvo Carvajal, presidenta de la Federación de Empresarios de Asturias.

¿Qué son los corredores ferroviarios transeuropeos?

La Comisión Europea pretende habilitar una red ferroviaria europea que sea interoperable, es decir, que salve las fronteras técnicas de los distintos ferrocarriles nacionales. El corredor atlántico es uno de los nueve itinerarios diseñados en el 2010 para vertebrar la Unión Europea y aumentar el uso del ferrocarril en el transporte de mercancías, muy poco utilizado en Europa y menos aún en España. Se trata de sacar camiones de la carretera y reducir así la huella de carbono, pero apostando por la intermodalidad y la colaboración entre los distintos modos de transporte. El corredor atlántico conecta veinte puertos europeos y une Algeciras y Sines (Portugal) con Mannheim, en Alemania. El noroeste de España fue excluido inicialmente, pero en el 2019, gracias a la presión de Galicia, Asturias y Castilla y León, se modificó el reglamento para integrar a estos territorios.

¿Qué inversiones se necesitan?

Existen fondos europeos para que estos corredores puedan equiparse en prestaciones, no solo los específicos del programa Connecting Europe. El Ministerio de Transportes aseguró ayer que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia destinará 2.477 millones al corredor atlántico en los próximos años por medio de los fondos Next Generation. Los cálculos de los tres gobiernos autonómicos refieren que solo en el noroeste sería necesario invertir 7.884 millones. El Gobierno defiende que, pese a los intentos del lobby mediterráneo por parar las inversiones en el corredor atlántico, los presupuestos son casi similares para ambos itinerarios, situándose en el entorno de los 1.650 millones este año. Sin embargo, es importante ver si estas cifras se ejecutan y dónde. Martín Fernández Prado, presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, destacó en el acto que buena parte de esta inversión se está destinando al tramo del corredor entre Algeciras —uno de los puertos más importantes de Europa— y Madrid. De ahí que la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, destacara que es necesario mantener la unidad de los territorios del noroeste independientemente del color político de los Gobiernos. «Tenemos que llegar juntos adonde no llegamos en solitario», dijo.

 

¿En qué tramos ferroviarios se está actuando y cómo?

El noroeste está unido al itinerario central del corredor atlántico por medio del ferrocarril subcantábrico que parte desde Palencia a León y desde allí a Monforte, Ourense y A Coruña, con el que conecta la línea hacia el puerto de Gijón en Asturias. El tramo que llega a Galicia mantiene el trazado esencial del siglo XIX, de forma que su renovación no solo beneficiará a los trenes de mercancías, sino también a los de viajeros, y puede suponer una nueva vida para este recorrido histórico. No se trata por tanto de construir una nueva línea, sino aprovechar lo que ya está hecho y adaptarlo a las necesidades de interoperabilidad. De momento se trata de renovar la vía existente con traviesas polivalentes que en un futuro permitan que estos trazados pasen del ancho ibérico al internacional, algo que la Comisión Europea ve ahora más prioritario que antes, sobre todo al constatar las dificultades de los trenes con cereal de Ucrania, que se enfrentaban a múltiples barreras técnicas al cruzar distintos países. El corredor deberá estar totalmente electrificado y con apartaderos que acojan trenes más largos, de 750 metros, para rentabilizar mejor los transportes, entre otras prestaciones.

Iago Domínguez, gerente del Clúster de la Función Loxística de Galicia, fue el encargado de explicar las necesidades en infraestructura y detalló en qué proyectos se está trabajando en este momento: el tramo entre Monforte y Ourense, que está siendo renovado para conectar Lugo con la alta velocidad en Ourense; la variante de Pajares, entre Asturias y León, que arrastra unos quince años de retraso; y el acceso ferroviario al puerto exterior de A Coruña.

 ¿Qué se necesita además de la infraestructura?

Iago Domínguez detalló las necesidades materiales del corredor, pero también las inmateriales. El gerente del Clúster destacó que la gestión es tan importante como las infraestructuras. «Es fundamental y no necesita grandes inversiones», resaltó. Si no hay servicios ferroviarios para llevar las mercancías, las infraestructuras por sí solas no solucionan nada. Y el problema actual de la baja cuota modal ferroviaria —actualmente es del 4 % y se pretende elevarla al 10 %— es que apenas hay iniciativas de servicios ferroviarios de mercancías. La logística española, por decirlo de alguna manera, va a piñón fijo por la carretera. Juan Diego Pedrero, presidente de la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas, fue muy claro en este punto: «Podemos hacer muchas cosas ya con las infraestructuras que tenemos, aunque las líneas no estén electrificados». Así, explicó que el sector se ha dotado en los últimos dos años de máquinas duales y bitensión que se adaptan a todas las tipologías de vías. El sector ha invertido unos 1.300 millones de euros en material rodante, de los que 365 millones fueron aportados por el Ministerio de Transportes para promocionar el cambio modal.

¿Habrá cooperación o competencia con la carretera?

La conselleira Ethel Vázquez explicó en la mesa redonda con los presidentes de los puertos que el objetivo es «la conquista de la intermodalidad», de forma que el transporte por carretera y el ferroviario cooperen en lugar de competir. «El ferrocarril funcionará si se implica a la carretera en el ferrocarril. Conocemos los problemas asociados a la utilización del ferrocarril», aseguró Fernando Pérez Aguado, presidente de la Asociación de Entidades Gestores de Enclaves Logísticos. En este sentido, las autopistas ferroviarias —de las que el noroeste fue excluido por el momento en el plan del Gobierno— suponen el instrumento perfecto de cooperación. Los camiones se transportan en trenes especiales para después realizar los repartos de última milla por carretera. En la intermodalidad, los puertos juegan un papel esencial. Jesús Vázquez Almuíña, presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, reclamó la conexión ferroviaria con la terminal portuaria de Bouzas, que permitiría elevar la cuota de transporte por ferrocarril desde el sur de Galicia.

¿Cuál será el papel del norte de Portugal?

Aunque Portugal ha planificado su principal salida de las mercancías vía Salamanca y la conexión con Vigo no está incluida en el corredor atlántico, Antonio Cunha, presidente de la Comisión de Desarrollo Regional del Norte de Portugal, destacó la relevancia de la conexión Oporto-Vigo y la salida sur ferroviaria desde la ciudad olívica, que podría optar a fondos europeos. Juan Manuel Vieites, presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, destacó el importante flujo de mercancías entre Galicia y el norte de Portugal. «Es fundamental tener la conexión ferroviaria con Portugal», dijo.

¿Por qué se necesita un plan director?

Casi todos los intervinientes destacaron la necesidad de que el Ministerio de Transportes elabore un plan director del corredor atlántico, una planificación de prioridades e inversiones que creen que debe consensuarse con los territorios. «No podemos valorar si se están cumpliendo los hitos sin un plan director», aseguró Iago Domínguez. El nombramiento ayer de José Antonio Sebastián Ruiz como comisionado del corredor puede ser el primer paso para elaborarlo.