El BCE encarece medio punto el precio del dinero, añadiendo más presión a empresas e hipotecados

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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RONALD WITTEK | EFE

Eleva los tipos de interés hasta el 3 % y anticipa más subidas: «Habrá consecuencias, inevitablemente», advierte Lagarde. Opinión. Once contra once por Mercedes Mora

03 feb 2023 . Actualizado a las 09:03 h.

El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado este jueves que volverá a encarecer el precio del dinero con la intención de bajar cuanto antes la inflación al umbral objetivo del 2 %. Es la quinta vez consecutiva en menos de un año que el organismo eleva los tipos de interés -en julio del 2022 comenzó la escalada histórica-. Con la subida de medio punto de hoy, el tipo de referencia ya se sitúa en el 3 %.

La maniobra se produce solo un día después de que la Reserva Federal anunciase que también elevaría los tipos un 0,25 %, hasta el 4,75 %. Un alza más moderada que las de los últimos meses que responde a un incipiente enfriamiento de los precios. 

Según los últimos datos de Eurostat, la inflación en la eurozona cerró el mes de enero en el 8,5 %, frente al 9,2 % de diciembre. Aunque se trata del tercer mes de ralentización consecutiva, el precio de los alimentos sigue disparado (14,1 %) y eso preocupa a Fráncfort, que ha preferido encarecer el dinero para no alejarse del precio del dólar. 

De perder la paridad, las cuentas de los países podrían volver a desequilibrarse porque la UE importa la mayor parte de la energía que consumen sus industria y hogares. Con un euro devaluado, a sus economías les costaría más comprar en el exterior a solo un mes de tener que volver a los mercados a comprar gas para el próximo invierno. 

La energía parece que dará una tregua en los próximos meses, eso prevé el BCE, pero las subidas salariales para compensar la inflación y la reactivación de China podrían provocar nuevas tensiones en los precios. Es más, la presidenta del eurobanco, Christine Lagarde, alerta de que la cotización de las materias primas y metales ha vuelto a repuntar porque el país asiático ha levantado la política de covid cero.

Otro factor que parece estar pesando en la inflación, a juicio del BCE, es la prolongación de los escudos sociales que desplegaron los Gobiernos para ayudar a ciudadanos y negocios a capear la crisis energética. «Es importante empezar a retirar pronto esas medidas», señaló la francesa, quien ha pedido a los ministros de Finanzas del euro que debatan sobre ello en su próxima reunión, además de abordar planes específicos para bajar las abultadas deudas públicas. En otras palabras: poner fin a la era del dinero barato.

El BCE sigue endureciendo su política monetaria. De hecho, a partir del mes de marzo se desprenderá de unos 15.000 millones de euros de deuda soberana —de los Estados— que mantiene en sus balances, donde el montante supera los 5 billones de euros, casi cuatro veces la riqueza que puede producir España en un año. Y seguirá en esa línea hasta finales de junio, como pronto, según anunció el BCE. Entonces se reevaluará la situación. 

Las consecuencias: hipotecas más caras y menos financiación a empresas

¿Qué consecuencias acarreará esta nueva subida de tipos? La más inmediata, y ya se notó desde principios de semana porque el mercado ya lo daba por descontado, es la subida del euríbor a un año, que ha cerrado el mes de enero en el 3,337 %, un pico que no se veía desde el año 2008, cuando estalló la crisis financiera.

Este nuevo incremento supone un revés para los hogares hipotecados a tipo variable o con hipotecas mixtas que tengan que revisar su hipoteca este mes. Y es que hace un año el euríbor estaba en terreno negativo (-0,477 %), así que esas familias apenas pagaron intereses estos doce meses (únicamente el diferencial pactado con el banco). Eso cambiará de la noche a la mañana. Para una hipoteca variable de 150.000 euros a 30 años y un diferencial del 1 %, la cuota mensual pasará de los 450 euros a los 733. Un incremento de 283 euros al mes y de casi 3.400 euros al año

La subida de tipos de interés también supondrá un problema para las empresas que quieran refinanciar su deuda o que necesiten dinero para acometer inversiones. Si esos proyectos se aplazan por el coste del dinero y las dificultades para acceder a la financiación, eso se traducirá en menos dinamismo económico.

Otra de las víctimas del endurecimiento de la política monetaria del BCE son los Estados altamente endeudados, como España (115 % de su PIB), que tendrán que recurrir con más asiduidad al mercado en busca del dinero que desde el 2015 venía inyectando el eurobanco. Y en el mercado hay que ofrecer garantías de solvencia y rentabilidades más altas, por lo que el coste de la deuda pública podría aumentar. 

Los claros ganadores de este rali de los tipos de interés son los bancos. De hecho, las grandes entidades financieras españolas han anunciado beneficios récord en el último año. El BBVA se ha anotado el mayor volumen de ganancias de su historia, alcanzando los 6.420 millones de euros en el 2022. Lo mismo ocurre con el Santander, que registró beneficios históricos el año pasado (9.605 millones de euros). 

Y eso se explica porque operan también en países fuera de la eurozona, donde los tipos de interés están más altos. Además, la remuneración media de los depósitos de ahorradores en España sigue por debajo del 1 %, dejando un margen amplio de ganancia para las entidades financieras.  

Christine Lagarde:  «Habrá consecuencias, inevitablemente»

FRIEDEMANN VOGEL | EFE

¿Hasta dónde subirán los tipos de interés? El consenso general de los analistas es que el BCE seguirá encareciendo el precio del dinero en la primera mitad del año. Dan por hecho que el tipo de referencia llegará al 3,5 % en el mes de marzo. Y el BCE así lo asume. Tiene previsto subir medio punto más en su reunión del 16 de marzo.  

No obstante, está previsto que el organismo comandado por Christine Lagarde, levante el pie del acelerador hacia la segunda mitad del año. Hasta entonces, el precio del dinero seguirá subiendo. «En el transcurso del 2022, la inflación se extendió de la energía a los alimentos y otros muchos productos, amplificando su impacto. Hay un peligro de que la inflación se cronifique y esto incrementa la presión sobre las actuaciones del BCE», explica la experta del Ifo Institute alemán, Sascha Möhrle, quien anticipa una ralentización mayor de los precios este año. No obstante, señala que «probablemente el BCE continuará presionando al alza los tipos de interés. Esperamos que alcancen el 4 % en el verano». 

En rueda de prensa, Lagarde confirmó que esa será la senda. Los tipos subirán lo que haga falta para conseguir que la inflación, también la subyacente (excluye energía y productos frescos), alcance el umbral del 2 % y permanezca en él: «Todavía estamos muy lejos. ¿Subiremos un 0,5 % o un 0,25 %? Lo que haga falta», aseguró. La francesa admite que el impacto de esta subida no será neutro: «Habrá consecuencias, inevitablemente»

¿A qué consecuencias se refiere? No cabe duda de que la subida de tipos dificultará el acceso a la financiación de empresas y hogares. Ya lo está haciendo. «El crédito bancario a los negocios se ha desacelerado de forma abrupta en los meses recientes y los préstamos a las familias se han seguido debilitando también», admite el organismo, consciente de que está estrangulando el crédito con sus decisiones.

El BCE está dispuesto a arriesgar el débil crecimiento de la eurozona —un 0,1 % en el cuarto trimestre del 2022— si con ello consigue embridar la inflación. Y eso puede traer consecuencias para el conjunto de las economías. De hecho, los expertos de Fráncfort asumen que el actual escenario de alta inflación y endurecimiento de las condiciones de financiación mermarán el gasto y la producción de las fábricas, «especialmente en el sector manufacturero». Por eso el BCE prevé una ralentización del empleo y un aumento del paro en los próximos trimestres.

¿Podría provocar el BCE una recesión? 

Eso es lo que predijo en diciembre el eurobanco, y la eurozona sorteó, aunque por poco, la contracción económica. Expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) consideran que «aunque pueda ser tentador concluir que la política monetaria se está volviendo demasiado restrictiva y está a punto de causar una contracción económica innecesaria, los bancos centrales deben mostrarse decididos en su lucha contra la inflación y asegurarse de que la política monetaria sea lo suficientemente restrictiva como para que la inflación vuelva a su cauce de manera duradera». Los planes del BCE no pasan por alcanzar el umbral del 2 % y olvidarse después. «Deberá mantenerse en ese umbral», aclaró Lagarde, despejando cualquier duda sobre una rápida relajación de los tipos. 

El FMI alerta de las consecuencias de levantar el pie del acelerador antes de tiempo: «Una relajación prematura podría generar el riesgo de un fuerte resurgimiento de la inflación una vez que la actividad se recupere, dejando a los países expuestos a nuevos shocks». 

El exvicepresidente del BCE, Vitor Constâncio, considera «justificada» la subida de tipos, incluida la anunciada para marzo, aunque considera que «debería parar ahí». Como mucho, sostiene, se podría subir hasta el 3,75 % y observar cómo evoluciona la inflación. Algunos economistas creen que las economías de la eurozona no podrían soportar un umbral del 4 %. 

Existe el riesgo de que el BCE se pase de frenada, como hizo en el 2011. Entonces, la restricción del crédito provocó una crisis de deuda y desencadenó rescates. Por el momento, el crédito a los hogares en la zona euro se ha desplomado a un ritmo solo equiparable al de la pandemia y la crisis del 2008.