Un terremoto de magnitud 7,8 deja más de 3.600 muertos en Turquía y Siria

La Voz REDACCIÓN | AGENCIAS

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La zona afectada se extiende sobre más de 500 kilómetros en el sur de Anatolia, y el seísmo alcanzó también Líbano, Israel y Georgia. Registrado un segundo terremoto de magnitud 7,6 en el sureste de Turquía

07 feb 2023 . Actualizado a las 00:04 h.

El balance de muertos a causa del terremoto de magnitud 7,8 en la escala abierta de Richter registrado este lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, ha ascendido a más de 3.600, según datos facilitados por las autoridades de ambos países y los Cascos Blancos sirios, si bien se teme que la cifra pueda aumentar en las próximas horas debido a que miles de personas han resultado heridas y a que muchas siguen aún atrapadas entre los escombros.

En Turquía, el recuento más actual elevaba la cifra de fallecidos a 2.379 y de heridos a casi 15.000, según informó el vicepresidente Fuat Oktay en Twitter.

En Siria, inmersa una guerra civil desde hace más de una década, la información sobre víctimas proviene, por un lado, del Gobierno de Bachar al Asad y, por otro, del último enclave del país controlado por la oposición, rodeado por fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia. En la zona controlada por el régimen, las últimas cifras hablaban de 593 muertos y 1.411 heridos, según la agencia SANA.

En la provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor, y en otras partes de la vecina Alepo fuera del control de Damasco, se han contabilizado al menos 700 víctimas mortales y unos 2.000 heridos, según el grupo de rescatistas Cascos Blancos. «Todos los hospitales públicos y privados están en alerta. Siguen llegando heridos en oleadas», ha declarado a Reuters el director de Sanidad de Alepo, Ziad Hage Taha.

Estas zonas opositoras, fronterizas con Turquía, se encuentran más cerca del epicentro, por lo que hay menor capacidad de coordinar el recuento, al no haber una única autoridad gubernamental a cargo de las operaciones de rescate.

El dirigente turco también ha anunciado que a partir de mañana quiere organizar una evacuación controlada de las zonas más afectadas y donde miles de edificios han quedado inhabitables en medio de muy bajas temperaturas. «Los que quieran irse con sus propios vehículos pueden irse. Queremos sacar a la gente de la región mañana de forma controlada», declaró.

«Es el segundo más fuerte desde el terremoto de Erzincan de 1939. Hay graves daños también en las zonas vecinas de Siria», dijo el mandatario turco, al confirmar que se han registrado derrumbes o daños graves en más de 2.800 viviendas y que se ha rescatado con vida a 2.470 personas de los escombros.

El gobernador de la provincia de Kahramanmaras, Omer Faruk Coskun, ha subrayado que «no es posible dar un número exacto de muertos y heridos en estos momentos» y ha añadido que «los daños son graves». El seísmo ha tenido su epicentro en el distrito de Pazarcik, situado en esta provincia.

Las Fuerzas Armadas de Turquía han instaurado este lunes un corredor aéreo para permitir el traslado de ayuda y equipos de rescate a las zonas afectadas. «Nuestros contactos con los ministerios e instituciones relevantes continúan. Son necesarios equipos de rescate en las áreas afectadas por el terremoto», ha dicho el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar.

En Siria, inmersa en más de una década de guerra civil, la zona afectada se divide entre el territorio controlado por el Gobierno de Bachar al Asad y el último enclave del país controlado por la oposición, que está rodeado por fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia.

«Estábamos durmiendo y de pronto toda la casa comenzó a temblar, vivo en un tercer piso y parecía que se estaba quebrando. Salí corriendo de la cama, cogí a mi familia y apuramos hacia el coche; condujimos hacia el área de Villat, donde hay un descampado sin edificios, y nos quedamos allí toda la noche», relató un vecino de la ciudad noroccidental siria de Alepo que pidió ser identificado solo por su nombre de pila, Sako. 

En su huida, el hombre pudo comprobar que los inmuebles de su zona habían sufrido en general daños leves, al igual que el suyo, pero otras áreas de la ciudad no corrieron la misma suerte. «Hoy pasé por el Zoco Al Hal y muchos edificios se habían derrumbado, gracias a Dios que sobrevivimos. En las calles se pueden ver piedras rotas caídas de los edificios», explicó el hombre, al agregar que tres personas que conocía murieron en un edificio cercano a su casa.  Según la agencia de noticias oficial siria SANA, el seísmo provocó el derrumbe de 46 edificios residenciales en Alepo. «El terremoto se los llevó, ¿qué podemos hacer?», lamentó Sako con la calma de quien ha vivido casi doce años de guerra en Siria.

Así, el seísmo ha dejado al menos 593 muertos y 1.403 heridos en las zonas controladas por el Gobierno de Siria (Tartus, Latakia, Quneitra Hama y Alepo) y otras 700 víctimas mortales y unos 2.000 heridos en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo, según la agencia oficial de noticias SANA y los datos que han aportado los Cascos Blancos.

Estas zonas opositoras son fronterizas con Turquía y se encuentran más cerca del epicentro, por lo que la diferencia en el balance podría deberse a su menor capacidad de coordinar el recuento al no haber única autoridad gubernamental a cargo de las operaciones de rescate.

El ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, anunció que las autoridades turcas han emitido el grado 4 del estado de alarma, lo que incluye la solicitud de ayuda internacional. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, escribió en su cuenta de Twitter: «Esperamos que podamos superar esta catástrofe lo antes posible y con el menor daño posible».

Además, los seísmos se sintieron también en Líbano, Israel y Georgia. Se trata del mayor terremoto registrado en Turquía desde el ocurrido en 1999 en Izmit (7,6), que causó miles de muertos, algo mayor que el de Van en 2011 (7,2) que causó 600 muertos y el de Esmirna en 2020 (7,0) que causó 115 muertos.

Horas después, un segundo terremoto de magnitud 7,6 ha sacudido a las 10.24 h GMT de este lunes el sureste de Turquía, devastado ya por el sismo de esta madrugada de fuerza similar y decenas de réplicas de gran calibre. El epicentro de este nuevo temblor se halla en Elbistan, en la provincia de Kahramanmaras, unos 80 kilómetros al norte del primero, que tuvo lugar a las 1:17 h GMT de hoy.

En un directo publicado en su cuenta de Instagram, el exguardameta internacional turco del Fenerbahce Volkan Demirel suplicó hoy entre sollozos «ayuda» para rescatar a quienes permanecen bajo los escombros como consecuencia del terremoto de magnitud 7,8 que ha sacudido esta madrugada Turquía y Siria. «Quiero que enviéis todos los recursos que tengáis», dice Demirel a la cámara antes de romper a llorar e implorar a sus seguidores con la voz quebrada: «Por favor, por favor, por el amor de Dios, la gente está muriendo aquí».

El exguardameta internacional de la selección turca es actualmente entrenador del Hatayspor de la máxima categoría del fútbol turco. Se trata del principal equipo de la ciudad de Hatay, capital de la provincia mediterránea y sureña del mismo nombre y una de las ciudades más afectadas por el devastador terremoto.

Además, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha decretado este lunes siete días de luto nacional debido a los fuertes terremotos.

Los militares españoles desplegados en Turquía, a salvo

El contingente español desplegado en Turquía no se ha visto afectado por el terremoto sufrido este lunes al sur del país, cerca de la frontera con Siria, en el que han fallecido más de 600 personas.

España cuenta con un despliegue de 150 militares en la localidad turca de Adana, en la base aérea de Incirlik, con una batería antimisiles Patriot que protege el suelo turco de posibles misiles procedentes de Siria. «Tranquilidad para las familias de nuestro contingente en Adana (Turquía). Ellos están bien, cumpliendo, como siempre, con su misión», ha informado el Ministerio de Defensa pocas horas después del seísmo.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha informado este lunes de que dos aviones del Ejército del Aire partirán a Turquía con más de 90 efectivos para colaborar en las tareas de búsqueda y rescate. El ministerio está pendiente de los «permisos de sobrevuelo» para el envío de estos dos aviones, que saldrán «en cuanto estén preparados» para ayudar durante «el tiempo que sea necesario», ha dicho Robles en declaraciones a los medios tras el acto de entrega del premio Querol y Lombardero en la sede del ministerio.

Un avión A330 se dirigirá a Turquía con 56 miembros de la Unidad Militar de Emergencia (UME) y «todo el material que sea necesario para poder colaborar en las misiones de rescate» desde la base aérea de Morón de la Frontera . Mientras, un modelo A400 despegará «esta tarde» con un grupo de 35 efectivos del Equipo de Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (CAM), formado por Bomberos de la CAM, del SUMMA112 y de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros, según el viceconsejero de Interior de la comunidad autónoma, Carlos Novillo.Se trata de dos equipos MUSAR (Medium Urban Rescue and Search), cuyo envío está coordinado por la Dirección General de Protección y Emergencias.

Labores de rescate en Alepo, Siria, en una imagen de archivo del mes de febrero.
Labores de rescate en Alepo, Siria, en una imagen de archivo del mes de febrero. Xinhua vía Europa Press | EUROPAPRESS

Tres claves de la catástrofe en Siria

Noemí Jabois

Beirut/EFE

El terremoto ha golpeado fuertemente una región opositora de Siria sumida en la pobreza, donde la mayoría de la población son personas desplazadas por la guerra y cuya única vía de entrada de suministros es desde territorio turco, también muy afectado por el sismo. La provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor de Siria, y partes de la vecina Alepo, también fuera del control de Damasco, son las zonas del país más cercanas al epicentro del terremoto, que además ha afectado a provincias en manos del Gobierno de Bachar al Asad.

En total, esta nación en guerra desde hace casi doce años y que ya sufría una grave crisis humanitaria antes del temblor ha perdido hasta el momento más de medio millar de vidas en la tragedia. Estas son algunas claves para entender el mapa de influencias y la situación en las zonas afectadas.

1. El sismo no hace distinciones

En el lado controlado por la oposición, el terremoto sacudió con fuerza territorio dominado principalmente por el Organismo de Liberación del Levante, una alianza islamista en la que se incluye la exfilial siria de Al Qaida, antiguamente denominada Frente al Nusra.

El Organismo mantiene una administración paralela en sus áreas de control, si bien los Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera exclusivamente en las áreas opositoras de Siria, están liderando las tareas de rescate, como suelen hacer siempre que se producen ataques o accidentes.

También han sufrido otras áreas en el norte de Alepo, donde están presentes una miríada de grupos rebeldes y hay zonas bajo control directo de las fuerzas turcas y sus milicias aliadas, que tomaron varios puntos en tres ofensivas transfronterizas lanzadas entre el 2016 y el 2019.

En el resto de la provincia de Alepo, y las regiones de Tartus, Latakia y Hama, en manos del Gobierno de Al Asad, también se han registrado un gran número de víctimas y derrumbes de edificios, pese a que se encuentran más lejos del epicentro, en el sureste de Turquía.

La autoridades de Damasco han establecido un centro de operaciones en la capital para coordinar la respuesta al desastre en sus zonas, han ordenado la movilización de todo su personal sanitario y de emergencias y han comenzado a abrir albergues para ofrecer cobijo y alimentos a los damnificados.

2. Crisis sobre crisis

El terremoto golpea Siria en momentos en que el país ya vivía su peor crisis humanitaria desde el inicio de la guerra y estaba sumido en una grave depresión económica. Para más inri, las ayudas internacionales para la población habían disminuido en gran medida en los últimos dos años.

La ONU estima que el 90 % de los sirios residentes en el país viven en la pobreza casi doce años después de estallido de las revueltas populares contra Al Asad y el posterior inicio de un conflicto armado, que sigue activo aunque la violencia ha decaído desde comienzos del 2020.

Además, alrededor del 70 % de la infraestructura del país, incluidos hospitales y clínicas, está destruida, mermando la capacidad de respuesta ante desastres como el ocurrido esta madrugada. Las zonas en manos del Gobierno han venido sufriendo en los últimos meses una grave escasez de combustible, lo que esta mañana llevó al Consejo de Ministros a incluir el aprovisionamiento de carburantes en su lista de medidas urgentes para garantizar el desarrollo de las labores de rescate.

3. La esquina aislada

En el caso de Idlib y las zonas opositoras de Alepo, la situación es especialmente preocupante, ya que allí residen 4,6 millones de personas, en su mayoría dependientes de la ayuda humanitaria y casi 3 millones de ellas desplazadas por el conflicto armado. Muchas de estas personas residen en tiendas en campamentos para desplazados, lo que podría haber salvado a algunas de ellas de ser aplastadas en derrumbes.

Sin embargo, muchas otras viven en asentamientos o integradas en las comunidades locales, donde las estructuras de algunos edificios estarían debilitadas con anterioridad por los bombardeos y ataques terrestres que todavía sacuden la región de tanto en tanto pese al alto el fuego decretado en ella hace tres años.

Las áreas opositoras del noroeste de Siria reciben ayuda humanitaria casi exclusivamente a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, que une Idlib con Turquía, y muchas ONG que las sirven tienen su base de operaciones en Gaziantep, en la zona turca más afectada por el seísmo.

Esta es la relación de los terremotos más graves sufridos por Turquía en los últimos 50 años, que causaron más de un millar de muertos.

  • 6 septiembre 1975. Mueren 3.000 personas tras un terremoto de 6,8 ocurrido en Lice, en Anatolia (Turquía).
  • 24 noviembre 1976. Más de 4.000 muertos en un terremoto de 7,6 en la provincia de Van, próxima a la frontera con Irán, que provocó los mayores daños en Caldiran y Muradiye.
  • 30 octubre 1983. Un terremoto de 7,1 deja más de 1.300 muertos en Erzurum, en Anatolia oriental.
  • 17 agosto 1999. Un seísmo de 7,4 con epicentro en Izmir, en el noroeste de Turquía, que también se siente en Estambul, deja unos 17.000 muertos, 500.000 personas sin hogar, 45.000 heridos y 15 millones de afectados.
  • 12 noviembre 1999. Un terremoto de 7,2 con epicentro en Duzce, en el noroeste del país, causa alrededor de 900 muertos y casi 5.000 heridos. Las poblaciones más afectadas fueron Bolu, la capital provincial, Kaynasli y Duzce.