Sánchez reivindica el salario mínimo y pasa de puntillas sobre el «solo sí es sí»

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto de presentación de la candidatura de Daniel Pérez a la alcaldía de Málaga
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto de presentación de la candidatura de Daniel Pérez a la alcaldía de Málaga Álex Zea | EUROPAPRESS

Anuncia su subida este martes y pide «responsabilidad» a la patronal

12 feb 2023 . Actualizado a las 19:53 h.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este domingo en Málaga que en el Consejo de Ministros que se celebrará el martes se aprobará la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) que llegará a los 1.080 euros, una medida que se ha adoptado sin contar con la patronal, que no ha participado en las negociaciones.

La organización empresarial fue el blanco de las críticas de Sánchez en el acto de campaña que ofreció en la capital malagueña, donde Sánchez respaldó al candidato socialista a la alcaldía por esta localidad andaluza, Daniel Pérez. El titular del Ejecutivo reclamó a los empresarios coherencia y responsabilidad. «No se puede pedir sacrificios a los de abajo cuando se están dando un festín los de arriba. En este país no puede haber doble vara de medir, una para la gente de a pie y otra para la minoría elitista. No va a haber ley del embudo, muy ancho para la mayoría y muy estrecho para la minoría». Sánchez no lo citó expresamente, pero sus críticas iban dirigidas al presidente de la patronal, Antonio Garamendi, que ha pasado de ser autónomo a firmar un contrato de alta dirección al mando de la CEOE, con una retribución de 380.000 euros, un 8,5% más de lo que cobraba el año pasado. El presidente hizo también hincapié en el aumento del precio de la vivienda y en cómo repercute en los gastos de los trabajadores: «Desde hace diez años, vemos la erosión de la clase media. Se destinan ocho salarios anuales para adquirir una vivienda, cuando en los años noventa eran solo cuatro. Se ha perdido poder adquisitivo». Revertir esta situación, dijo, es uno de los grandes retos a los que se enfrenta su Gobierno hasta el final de la legislatura.

Sánchez salió en defensa del Estado del bienestar «a pesar de que la derecha diga que está sobredimensionada» y sacó pecho con algunos datos económicos. «España es el país de Europa que más crece y tenemos la tasa de empleo más alta de los últimos 15 años», lo que se debe, a su juicio, no solo al aporte de los trabajadores y los empresarios, sino también al acierto de las políticas económicas socialistas.

Pocas noticias sobre el «solo sí es sí». Sánchez evitó referirse expresamente a una ley que ha provocado una de las mayores crisis con Podemos, sus socios en el Gobierno. El presidente pasó de puntillas sobre el tema, aunque sí defendió la apuesta que hace el PSOE por los derechos de las mujeres. «Ellos dicen que son feministas, pero los derechos se defienden todos los días», señaló Sánchez, para destacar cómo la primera decisión del Tribunal Constitucional fue confirmar la ley del aborto, que había recurrido el PP. «Ganan las mujeres y pierde la derecha», afirmó.

La fe de los socialistas en un giro de los acontecimientos que permita acercar posturas con sus socios de Gobierno sobre la ley del «solo sí es sí» es casi nula, por lo que el PSOE aspira a atraerse a otros socios habituales del Ejecutivo e incluso al PP para apoyar en el Congreso la reforma que presentaron sin negociarla con Podemos. Un pequeño triunfo para los populares ha sido conseguir el apoyo de los socialistas en 11 de las 69 grandes ciudades y municipios de más de 50.000 habitantes —como Burgos y Teruel— en los que ya se debatió la moción presentada por el PP en la que emplazaban al Gobierno de Pedro Sánchez a rectificar con urgencia la polémica ley del «solo sí es sí».