El PP exige que la ley del «solo sí es sí» conlleve ceses como el escándalo de los trenes que no caben en los túneles

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

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La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, este miércoles, durante la sesión de control al Gobierno
La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, este miércoles, durante la sesión de control al Gobierno Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Sánchez reprocha a Gamarra sus «cambios de chaqueta» en el partido

23 feb 2023 . Actualizado a las 13:58 h.

El Congreso acogió este miércoles el partido de vuelta del duelo entre el Gobierno y la oposición que se disputó el martes en el Senado. Tanto el presidente del Ejecutivo como la portavoz parlamentaria del PP se afanaron en convertir la tradicional sesión de control al Gobierno en una agria prórroga del cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo en la Cámara Alta.

Al igual que había apuntado el líder de la oposición en el Senado, cuando preguntó por qué el escándalo de los trenes que no caben en los túneles se ha cobrado las cabezas de la secretaria de Estado de Transportes y del presidente de Renfe y, en cambio, la polémica por el abaratamiento de penas derivado de la ley del «solo sí es sí» no ha alterado el organigrama del Ministerio de Igualdad, Cuca Gamarra exigió este miércoles la destitución de Irene Montero como responsable del fiasco. «Suma 544 delincuentes sexuales beneficiados por su ley, más de 50 presos condenados están en la calle, con el consiguiente riesgo de reincidencia, y es incapaz de rectificar», asestó Gamarra desde la tribuna. 

«Trenes sí, delincuentes no»

«El ridículo y el pánico electoral han vencido a la ministra que no sabe de infraestructuras, y ha cesado a su secretaria de Estado y al amigo al que colocaron al frente de Renfe. ¿A qué espera para cesar a la ministra Irene Montero? Con los trenes sí, pero con los delincuentes sexuales, no», remató la portavoz.

Si el martes, en la Cámara Alta, Sánchez había aconsejado a Feijoo que vigilase su espalda ante una posible traición del portavoz popular en el Senado —en alusión al chat del partido en el que Javier Maroto había publicado encendidos elogios a Pablo Casado solo unas horas antes de la defenestración, hace ahora un año, del entonces líder popular—, este miércoles volvió a la carga contra Cuca Gamarra, otra de las integrantes del grupo de mensajería que arropaba con halagos a Casado y que hoy pertenece al núcleo duro de Feijoo. «Señora Gamarra, hay gente que le dice injustamente que usted cambia de chaqueta, creo que no es así. Creo que lo que cambia es el jefe del PP, pero usted hace lo mismo, que es venerar al jefe del PP», afiló su ironía el presidente del Gobierno.

La política chaquetera y los cambios de bando —o, al menos, de opinión— se convirtieron así en la partitura del debate. Replicó Cuca Gamarra que Sánchez es el protagonista de «el mayor cambio de chaqueta de la última etapa» por el volantazo que ejecutó al pactar un Gobierno de coalición con Podemos y al sellar luego acuerdos con EH-Bildu, dos opciones que había negado reiteradamente durante la campaña de las generales.

El feminismo también se empuñó este miércoles como arma arrojadiza en el hemiciclo. La portavoz parlamentaria del PP reprochó al presidente del Gobierno que haya rechazado la oferta del PP para adelantar el debate sobre la reforma de la ley del «solo sí es sí», que no llegará al Congreso hasta el 7 de marzo por las discrepancias todavía pendientes entre el PSOE y Unidas Podemos sobre la modificación de la norma. «Si su Gobierno no suma, bájese del tren de la soberbia y acepte la mano tendida del PP, aunque solo sea por las mujeres», exigió Gamarra.

Aunque fuese para hablar de los retoques de la ley estrella del Ministerio de Igualdad, volvió el jefe del Ejecutivo a echar sal en las heridas de los populares por la disputa entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado que acabó con la carrera política del exlíder del PP. «Le voy a responder con las palabras que usted dedicó a Casado antes de su caída, con ‘claridad, con certeza y verdad'. Este Gobierno suma, pero con quienes nunca vamos a sumar es con quienes ponen en solfa los derechos de las mujeres», desdeñó la propuesta del PP de prestarle los votos que por ahora no pone sobre la mesa Unidas Podemos para remodelar la polémica norma.

Sánchez no sacó este miércoles de la chistera «el apocalipsis zombi» que ya ha mencionado en varias entrevistas, pero recordó que desde la Moncloa se ha enfrentado a «una pandemia, una guerra y hasta un volcán».