Mueren tres trabajadores por el desprendimiento en una mina de potasa en Barcelona

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Atlas | Europa Press

Los equipos de rescate han podido recuperar e identificar los cuerpos de los tres fallecidos, de 28, 29 y 31 años. Uno de ellos era becario y llevaba nueve días en la empresa

10 mar 2023 . Actualizado a las 14:07 h.

Tres trabajadores, tres geólogos, han muerto en un desprendimiento a 900 metros de profundidad en una mina de potasa de Súria (Barcelona). Una comisión judicial, encabezada por el juez de guardia de Manresa, ha procedido esta tarde al levantamiento de los cadáveres después de que, tras horas de operativo, efectivos de los Bomberos de la Generalitat y de los Mossos d'Esquadra hayan podido recuperar e identificar los cuerpos de los tres geólogos muertos, sobre las 17.00 horas. Los fallecidos tenían 28, 29 y 31 años.

El accidente ha ocurrido poco antes de las 9.00 horas de este jueves. A esa hora, según un trabajador de la empresa, sus tres compañeros llevaban más o menos una hora con su labor diaria, la de explorar los túneles de la mina para indicar a los mineros dónde se encuentra la sal o la potasa. La galería donde se ha producido el derrumbe «era reciente, de días», según ha asegurado un trabajador de la brigada de salvamento de la mina. Este operario, Carlos Arnaldo, ha explicado en declaraciones a los periodistas que los mineros suelen usar un ascensor para bajar hasta los 700 metros de profundidad --en el caso de las víctimas estaban a 900 metros-- y, a partir de ahí, continúan su recorrido «con un plan inclinado». «Podría haber sido cualquiera», ha lamentado, y ha explicado que las tres víctimas estaban haciendo un trabajo rutinario que se hace a diario. Según un representante de la empresa, que ha atendido a los medios en la entrada de la mina, que la galería fuese reciente es lo normal ya que «todos los días se abren galerías. Nosotros tunelamos unos 40 kilómetros al año, así que es normal abrir galerías cada poco tiempo».

Uno de los fallecidos era un becario que solo llevaba nueve días trabajando en la empresa. Otro de los geólogos fallecidos era un trabajador que llevaba seis meses en la empresa y que por la tarde estudiaba en la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Manresa (EPSEM). Ambos cursaban un máster en esta escuela dependiente de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), según ha confirmado el rector Daniel Crespo. El tercer fallecido, que según sus compañeros se llamaba Óscar Molina, llevaba trabajando en la empresa más de tres años, y hacía el doctorado de Geología de la Universidad de Barcelona (UB).

Los mineros lloran el accidente

Los trabajadores de la mina de Súria están «muy tocados» por el fallecimiento de tres de sus compañeros. «Nos conocemos todos porque comemos juntos todos los días. Me podría haber pasado a mí», declara uno de ellos. «Yo me he cruzado con ellos a las ocho de la mañana. Yo acababa mi turno y ellos entraban», explicaba Miguel, de 53 años, en la puerta de la mina. Según ha explicado este trabajador, los tres fallecidos se disponían en ese momento, a las ocho de la mañana, a hacer su trabajo diario. Al poco rato, un topógrafo que iba a trabajar con ellos se ha encontrado el desprendimiento y ha dado la alarma.

Miguel, que cuando ha recibido el aviso del accidente sobre las nueve de la mañana se estaba metiendo en la cama, ha acudido enseguida a la mina por si hacía falta ayudar en el rescate, ya que forma parte del centenar de mineros que recibe formación para constituir los equipos de rescate cuando estos son necesarios. «Hasta que no saquen los cuerpos, tenemos esperanza», comentaba Miguel en la puerta antes de que se confirmasen los peores augurios. Carlos, otro compañero que también había terminado su turno a las ocho y ha regresado a la mina en cuanto ha sabido lo ocurrido, ha explicado que en la empresa se conocen todos: «Aquí nos conocemos todos, nos duchamos juntos, comemos juntos…». «Estamos tocados. Estamos muy tocados. Este es un pueblo pequeño, de 5.000 habitantes, en el que nos conocemos todos porque todo el mundo tiene a algún familiar o amigo que trabaja en la mina. Mi familia lleva más de 100 años trabajando en ella», ha relatado.

El minero ha insistido en que el accidente le podría haber ocurrido a cualquiera: «Podría haber sido cualquiera. El lugar donde ha ocurrido es un lugar por donde pasamos tanto mineros como geólogos».

Revisiones recientes sin irregularidades 

El conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, se trasladó a la mina y explicó que, hace tres semanas, en febrero, se revisó la mina de Súria y no se halló «ninguna irregularidad», por lo que no se abrió ningún expediente ya que no se detectó «ninguna situación» que lo hiciera necesario.

Consultada por Efe, la empresa Iberpotash ha declinado hacer comentarios por el momento en relación con este accidente laboral hasta que reúna más información sobre lo ocurrido. Fuentes sindicales, por su parte, apuntan a Efe que el accidente lo ha causado un desprendimiento de liso, lo que habitualmente se intenta impedir mediante la técnica del bulonaje, que consiste en colocar anclajes y una malla metálica que eviten que el techo ceda.

En la mina de Iberpotash en Súria trabajan entre 800 y 900 personas, de modo que en el momento del accidente el turno debía estar conformado por entre 200 y 300 empleados, añade estas fuentes, que resuelven que «las medidas de seguridad no son las que deben ser».

Comisiones Obreras, por su parte, ha declarado en un comunicado que tomará «las medidas oportunas para depurar las posibles responsabilidades» que se deriven de esta tragedia. En un comunicado, CCOO ha exigido también a la empresa que «ponga todas las medidas necesarias y haga un correcto mantenimiento de las instalaciones de la mina para garantizar la seguridad de todas las personas que trabajan allí, ya que este no es el primer accidente grave que se produce», ha recordado. 

ICL Iberia, la empresa que explota la mina de Súria ha lamentado «profundamente» el accidente mortal producido hoy en un escueto comunicado y ha detallado que «en estos momentos se están investigando las causas del accidente junto con las autoridades competentes» pero no ofrece ninguna hipótesis acerca de cuáles pueden haber sido las causas de esta tragedia.

Historial de accidentes

En junio del 2020, dos empleados de Montajes Rus, subcontrata de Iberpotash, murieron en sendos accidentes laborales ocurridos en otra mina, la de Vilafruns (situada entre Sallent y Balsareny, en la provincia de Barcelona), después que unas piedras de grandes dimensiones les cayeran encima. Tras el segundo accidente mortal, ocurrido el 25 de junio, la dirección de Iberpotash paró la producción esta mina y posteriormente la cerró definitivamente. Otros dos murieron en la madrugada del 6 de diciembre del 2013 por un desprendimiento en una galería de la mina, en una zona de extracción de minerales. Los dos trabajadores fallecidos entonces estaban realizando trabajos de reparación y mantenimiento de la maquinaria en el turno de noche.

¿Qué es la potasa? ¿Para qué se usa?

 En primer lugar, la potasa es un mineral que contiene potasio y se usa principalmente como fertilizante en las explotaciones agrícolas. Y es que el potasio es muy importante en el desarrollo y crecimiento de las plantas: mejora la retención de agua, su rendimiento, el valor nutritivo, el sabor, el color, la textura y la resistencia a las enfermedades de los cultivos.

A día de hoy, la potasa es uno de los componentes clave de los fertilizantes solubles, además del nitrógeno y el fósforo. Se aplica para la fertilización directa en la agricultura o incluso para desarrollar fertilizantes complejos y se puede emplear tanto en el cultivo de verduras, como de arroz, trigo o frutales.

De la potasa se obtienen el carbonato de potasio y el cloruro de potasio. Este último es usado en el reciclaje de aluminio, en el tratamiento térmico del acero o en los fluidos de perforación de los pozos de petróleo. El carbonato, por su parte, se usa para producir suplementos alimenticios para animales, en el cemento, los extintores o en preparaciones farmacéuticas.

La potasa se usaba ya desde el año 500 antes de Cristo para blanquear textiles o hacer vidrio y jabón, pero su explotación minera se remonta al siglo XIX con el descubrimiento de las minas de potasa de Stassfurt, en Alemania. La cuenta potásica de Cataluña, situada en el Bages, donde ha tenido lugar este accidente, fue descubierta en las primeras décadas del siglo XX y se trata de una de las reservas más importantes de Europa..

La mayoría de las minas de potasa son explotaciones en pozos profundos de hasta 1.400 metros bajo tierra.