Las cartillas apenas tienen demanda entre la población más joven, pero evitan la exclusión financiera de los jubilados
11 mar 2023 . Actualizado a las 14:12 h.Buena parte, por no decir todas las generaciones de adultos hasta la fecha, han tenido en sus manos, e incluso conservan según el tramo de edad, libretas de ahorro. Esas pequeñas cartillas donde se registran todos y cada uno de los movimientos bancarios (fecha, concepto, cantidad ingresada o retirada, pagos...) realizados por los clientes y que tienen reflejo en sus respectivas cuentas. La irrupción del entorno digital en las relaciones de las entidades financieras con sus clientes ha ido relegando este producto, hasta el extremo de que a punto ha estado de desaparecer.
Sin embargo, ese tercio de ciudadanos del total de clientes bancarios que tienen más de 65 años, seguirá teniendo a su alcance las socorridas libretas de ahorro. Es el segmento de población que más dificultades tiene a la hora de manejarse con las aplicaciones móviles o con las consultas en cajeros automáticos con la tarjeta.
Y es precisamente con el fin de combatir su exclusión financiera y asegurar a los mayores más vulnerables que puedan permanecer en su «burbuja analógica», por lo que Gobierno, patronales bancarias y asociaciones de usuarios han acordado mantener las cartillas bancarias para ese colectivo. El pacto, rubricado el pasado jueves, ha sido especialmente celebrado por Carlos San Juan, el jubilado de 78 años que impulsó la campaña ‘Soy mayor, no idiota' para pedir un trato «más humano» en las sucursales hacia este grupo de población. La supervivencia de esta suerte de librillo de anotaciones bancarias ha sido uno de los puntos que más ha agradado al protagonista de la campaña porque los mayores, aseguró, «no tienen alternativa, tienen que pasar a utilizar una tarjeta y, necesariamente, para ver el historial de sus pequeñas finanzas, tienen que acceder de forma digital y eso no lo pueden hacer».
«No solo es que hayan llegado tarde a la digitalización, sino que no van a poder nunca acceder a ella principalmente por sus recursos económicos, que no les permiten utilizar internet, y mucho menos tener un teléfono inteligente», insistió Carlos San Juan
En líneas generales, la demanda de este tipo de cartillas es casi inexistente en grupos de edad diferente al de los mayores de 65 años. Aun así, hay entidades bancarias que las ponen a disposición de los clientes desde los 24 años en adelante.
Más de 13 millones
Los grandes bancos del país contabilizan en total unos 13 millones de cartillas de ahorro en circulación, según fuentes del sector, a las que abría que sumar las correspondientes al resto de los bancos que no cotizan en Bolsa. Los clientes que ya tienen contratado la libreta, con sus renovaciones correspondientes cada vez que se completan, continuarán en las mismas condiciones, en su mayoría de emisión gratuita. Sin embargo, para clientes nuevos, este servicio se penaliza con comisiones de mantenimiento o sencillamente ya no se ofrece. Aun así, para la Asociación Española de Banca (AEB), no existe riesgo de que se supriman, puesto que las entidades no tienen intención de retirarlas.
La banca duplicó las oficinas con horario ampliado a los mayores el año pasado
La banca ha duplicado en un año el número de oficinas que operan con horario de caja ampliado para adaptarse a las personas mayores o con discapacidad, según el informe anual de seguimiento de las medidas dirigidas a mejorar la atención personalizada a estos colectivos elaborado por las patronales bancarias. La Asociación Española de Banca (AEB), la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) y la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc) concretaron que un 81 % del total de las oficinas contaba, a cierre del 2022, con un horario más amplio que de 9.00 a 14.00 horas, el doble que en el 2021.
Además, aseguran que la banca ya ha formado a 70.000 empleados, casi la mitad de la plantilla del sector, para atender al colectivo. Especial atención ha dedicado el sector al servicio de atención telefónica personalizada y a la adaptación de cajeros, con el 91 % del total de la red habilitados a personas de avanzada edad, y más del 80 % de las entidades han preparado sus canales digitales con lenguaje y elementos visuales simplificados.