Tres de cada diez hogares cuentan en España con un electrodoméstico inteligente. Los gallegos son los más dispuestos a sumarse a la era de la internet de las cosas y controlar los aparatos a través de una aplicación, según un estudio. Hay motivos de peso, el primero, en un contexto de altos precios de la energía, es el ahorro
26 mar 2023 . Actualizado a las 12:02 h.«He terminado la tarea programada. Puedes sacar la ropa y ponerla a secar cuando quieras». Hace diez años, en la primavera del 2013, nos habríamos maravillado si nuestra lavadora nos hubiera enviado un mensaje al móvil de este tipo. Y nos hubiéramos reído si la nevera -de motu proprio, pero siguiendo nuestras instrucciones- nos recordara que hay que comprar más yogures.
Hoy que las máquinas sean inteligentes, emitan información, charlen entre ellas y se comuniquen con nosotros, los humanos, es cada vez más habitual. Aún no puede considerarse mayoritario tener una aplicación que controle nuestro domicilio, pero vamos por ese camino.
Tres de cada diez hogares españoles tienen en su casa un electrodoméstico inteligente. Lo revela la segunda edición del Informe sobre los electrodomésticos conectados elaborado por la multinacional Haier. El gigante de la electrónica de consumo de origen chino, líder del mercado internacional desde hace catorce años, analiza en este estudio cómo evolucionan los hábitos de los usuarios españoles. Y revela varios datos interesantes.
El informe, elaborado con una muestra de mil entrevistas telefónicas asistidas por ordenador efectuadas en agosto del 2022, cuantifica el aumento de productos con etiqueta smart en cuatro puntos porcentuales frente al 2021, hasta llegar al 29 % del total. ¿Cuál es la razón de la adopción progresiva de las máquinas inteligentes (casi el 90 % de los participantes en el estudio han oído hablar de ellos aunque la mitad no sepa muy bien aún lo que son)? Los encuestados lo tienen claro. En un contexto marcado por los altos precios de la electricidad, seis de cada diez han cambiado sus hábitos de consumo por el encarecimiento.
Un porcentaje alto (un 59 %) buscan aparatos de alta eficiencia energética y que ofrezcan al usuario información clara sobre cuánto consumen en cada momento. Los electrodomésticos inteligentes suelen contar con esas características. Y también pueden aportar otras ventajas. Por ejemplo, los frigoríficos equipados con inteligencia artificia pueden autorregular las temperaturas para adaptarse a los valores térmicos exteriores. Y los hornos ofrecer alternativas para ahorrar a la hora de programar un cocinado.
¿Qué otros factores contribuyen a la compra de neveras, lavadoras y cocinas conectadas? Los encuestados por Haier citan otros dos: «la comodidad» (entendido como la facilidad de manejo, 43 %) y «el ahorro de tiempo» (38 %). Estas respuestas tienen relación con las contestaciones no excluyentes a la pregunta de cuáles son las funciones más valoradas de los electrodomésticos inteligentes. Son la programación (52 %), el apagado y encendido automático (51 %) y la conexión remota (48 %). Del estudio se infiere que los consumidores valoran de forma muy positiva las posibilidades de automatización, manejo y consulta de datos a distancia.
Los gallegos, más dispuestos a usar el móvil para controlar su casa
En ese aspecto, el estudio revela un dato favorable a los usuarios gallegos. Son los que se manifiestan más dispuestos a controlar todo tipo de aparatos smart desde un dispositivo móvil o una tableta. La media estatal alcanza el 75 %. El dato gallego se va ocho puntos más arriba, hasta el 83 %. Y pone el acento en uno de las principales incógnitas a despejar a la hora de configurar un hogar conectado: ¿cuántas aplicaciones van a hacer falta en el futuro? ¿Podrá haber una sola que controle cualquier tipo de máquina estándar? Ese parece el camino. Por ejemplo, el promotor de la encuesta tiene una única app para controlar todos los productos de tres de sus marcas, Haier, Hoover y Candy. Y en el mercado hay fabricantes con soluciones similares que llegan incluso a proyectar los mensajes en los televisores, que ya acumulan una larga trayectoria en el mundo smart y son, en realidad, ordenadores con un panel de imagen.
Volvamos a los electrodomésticos inteligentes de gama blanca, los que suponen el objeto del estudio. ¿Cuáles son los preferidos de los españoles? El primer lugar, según la encuesta, lo ocupan las lavadoras y secadoras. Suponen el 31 %. Después están los frigoríficos y congeladores, con el 16 %. Los siguen los lavavajillas (9 %), que completan el podio, solo un peldaño por encima de los hornos (8 %), pero muy por encima de las campanas extractoras y las placas de cocina. Curiosamente, el uso de microondas y hornos conectados aumenta mucho en el grupo de encuestados de entre 18 y 29 años.
Prestaciones frente a subida de precio
Según el estudio, los españoles que han comprado un electrodoméstico conectado han notado «mejoras» frente a uno convencional. El 63 % de los que afirman tener uno dice que hace uso de esas funciones. Y otro 18 % dice que «tenía previsto utilizarlas». En ese colectivo emplean más la conexión remota vía app (48 %) que, por ejemplo, el control por voz (29 %). La encuesta también refleja que el 50 % de los entrevistados estarían dispuestos a pagar más por un producto smart frente a uno convencional. Son diez puntos más que en la anterior edición del informe. ¿Es el síntoma de una tendencia imparable? ¿Aumentará en el futuro el número de personas que le «hablan» diariamente a su cocina o a su lavadora? Permanezcan atentos a sus pantallas. Aunque, al paso que vamos, tal vez sea mejor decir: haganle caso a su microondas y escuchen a su nevera, si son inteligentes.
