El poder de Donald Trump, a examen tras su imputación por el caso Stormy

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Donald Trump, en la sala de prensa de la Casa Blanca en julio del 2020.
Donald Trump, en la sala de prensa de la Casa Blanca en julio del 2020. Leah Millis | REUTERS

La campaña del expresidente recaudó 4 millones de dólares en 24 horas y lidera la carrera por la nominación republicana a las presidenciales

02 abr 2023 . Actualizado a las 09:10 h.

En las elecciones del 2024 se enfrentarán dos poderes dentro de Estados Unidos. El Partido Demócrata, previsiblemente encabezado por Joe Biden, enarbolará el «poder de la presidencia» durante la carrera electoral. Los republicanos, de terminar las primarias liderados por Donald Trump, echarán mano de otro tipo de poder: el que ha motivado que haya recaudado 4 millones de dólares en 24 horas a raíz de su imputación en el caso Stormy.

De Trump, exinquilino de la Casa Blanca desde el 2020, no puede decirse que cuente con el «poder de la presidencia». Aunque, a la vista de los acontecimientos, podría ser que no le haga falta. Con los galones que le otorga ser el primer expresidente de EE.UU. imputado en una investigación criminal, Trump mantiene la condición de líder en la carrera por la nominación republicana. Las últimas encuestas ilustran una ventaja de más de 25 puntos porcentuales respecto a el que está llamado a ser su principal rival, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, una ventaja que no deja de crecer desde noviembre.

Los 4 millones de dólares (3,68 millones de euros) en donaciones han llegado después de que el propio Trump hiciese una petición a través de la red social Truth (verdad, en inglés) y de que su equipo electoral enviase más de una docena de correos electrónicos en menos de un día. Desde la campaña del neoyorquino destacan que, más de un cuarto de las donaciones han sido realizadas por personas que nunca antes habían colaborado con la campaña.

Si la imputación era recibida inicialmente con sorpresa por parte de Trump y su equipo legal, pronto se sustituyó por regocijo. Las imágenes de su arresto podrían ser valiosas en futuras recaudaciones de fondos. Consciente de ello, de acuerdo con fuentes cercanas a él, el expresidente habría bromeado sobre «unas esposas de oro».

Si bien las posibilidades mediáticas de su arresto podrían resultar útiles para la campaña en que está inmerso, las ramificaciones legales del caso ofrecen peores perspectivas. En vista de ellas, la estrategia legal de la defensa del expresidente podría pasar por presentar moción tras moción con el objeto de alargar el proceso durante años.

Los sucesos de la última semana, cuando se ha visto confirmada la imputación del expresidente por el pago de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de su silencio sobre un encuentro sexual, también han motivado una cascada de declaraciones de apoyo de una parte importante de los republicanos. Desde sus rivales en las primarias hasta los republicanos de la Cámara Baja, el control del expresidente sobre el partido de los conservadores estadounidenses parece no flaquear. 

Una Cámara Baja a su servicio

El caso de la Cámara de Representantes ilustra una influencia que, a pesar de las últimas derrotas electorales, podría seguir aumentando en el futuro. La necesidad del ahora presidente Kevin McCarthy de realizar concesiones de cara a los representantes más fieles a Trump para asegurarse su cargo en enero ha provocado que gran parte de la actividad legislativa y de supervisión de la Cámara esté sujeta a las necesidades del magnate.

De ahí se explica la fijación del comité judicial del órgano, presidido por otro de los aliados más leales de Trump, Jim Jordan, por desenmascarar una supuesta «persecución política» detrás del procedimiento judicial del caso Stormy.

No es el «poder de la presidencia», pero abre posibilidades fuera del alcance de otros candidatos a las primarias republicanas.

El «poder de la presidencia», además de ventajas materiales, otorga al ocupante de la Casa Blanca un halo de presidencialismo que facilita la búsqueda de la reelección. No en vano, de los 46 presidentes que ha tenido Estados Unidos a lo largo de su historia solo 10 no han sido reelegidos. Trump es el último de ellos, el primero en varias décadas. De repetir como candidato republicano, tendría la oportunidad de resarcirse. En el 2020 el «poder de la presidencia» no le sirvió para mantener el cargo. En el 2024 puede que otro poder le sirva para recuperarlo.

A juicio la cadena Fox por decir que las elecciones del 2020 estaban amañadas 

m. P.

El juez Eric M. Davis del Tribunal Superior de Delaware ha decidido que el caso de Dominion Voting Systems contra la cadena Fox News por difamación irá a juicio. La empresa, encargada de las máquinas de votación, denunció a la empresa el magnate de los medios Rupert Murdoch por difundir falsedades sobre las elecciones presidenciales del 2020 y le reclama una indemnización de 1.600 millones de dólares.

Durante la campaña electoral de hace tres años, en los programas de Fox News se llegó a decir que Dominion Voting Systems era una empresa creada en Venezuela por Hugo Chávez con el único fin de amañar las elecciones estadounidenses y de cometer fraude electoral en connivencia con el Partido Demócrata.

El juez considera que las pruebas demuestran que las afirmaciones sobre manipulación electoral son falsas. Además establece que las acusaciones vertidas por los presentadores e invitados de la Fox no son opiniones, como argumentaba la cadena. Al juez Davis le parece un oxímoron «llamar a las afirmaciones opiniones, mientras se mantiene que son afirmaciones noticiosas y/o informes precisos sobre procedimientos oficiales».

La defensa de Fox giraba en torno al argumento de que la Primera Enmienda de la Constitución proteger la libertad de prensa. Para la cadena, dar voz a los miembros de la Administración Trump en su ataque contra Dominion, era dar cobertura a la actualidad. Para el juez, en cambio, ese argumento solo sería válido si la cadena hubiese cubierto también los argumentos contrarios, cosa que no hizo, o si hubiese analizado la veracidad de las afirmaciones contra Dominion, cosa que tampoco hizo.

Ahora, el jurado tendrá que decidir si Fox actúo con «malicia», es decir si dio voz a las afirmaciones contra Dominion sabiendo que eran falsas, o si la mala praxis de la cadena se produjo por temeridad más que por mala fe.