Finlandia ingresa en la OTAN bajo la amenaza de «contramedidas» rusas

Pablo Medina MADRID/LA VOZ

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El ministro de Exteriores finlandés, Pekka Haavisto, estrecha la mano del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken ante la mirada del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg
El ministro de Exteriores finlandés, Pekka Haavisto, estrecha la mano del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken ante la mirada del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg JOHANNA GERONPOOL | EFE

El Kremlin promete que tomará las decisiones «necesarias» para protegerse

04 abr 2023 . Actualizado a las 20:20 h.

Finlandia ya es, desde este martes, miembro oficial de la OTAN. El país nórdico puso fin a casi ocho décadas de neutralidad militar para consumarse como el trigésimo primer miembro de la mayor alianza militar del mundo, que este martes celebró también su 74 aniversario. El país nórdico suma 1.340 kilómetros de frontera colindante con Rusia en una jugada que refuerza a Occidente en la guerra de Ucrania, puesto que el objetivo de Rusia de evitar la ampliación de la Alianza Atlántica hacia el este ha fracasado, y Suecia está camino de darle otro varapalo a la Rusia de Putin, a la espera de que Turquía y Hungría ratifiquen también su ingreso.

El presidente finlandés, Sauli Niinistö, confirmó a través de un comunicado su compromiso con la coalición militar: «Como socios, llevamos mucho tiempo participando activamente en las actividades de la OTAN. En el futuro, Finlandia contribuirá a la disuasión y defensa colectivas de la OTAN», dijo el dirigente nórdico.

Una fiesta de cumpleaños completa celebrada por los principales líderes mundiales. El presidente Estadounidense, Joe Biden, elogió la rapidez con la que se ratificó la unión de Finlandia a la Alianza y exaltó que, ahora, el conglomerado de países socios en materia de seguridad es «más fuerte que nunca». A él se sumó su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que felicitó personalmente a Niinistö y adjuntó que el camino emprendido por los finlandeses es «la única garantía de seguridad efectiva en la región frente a la agresión rusa». Su ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, aprovechó el momento para decir que su país «está deseando» entrar en la OTAN.

Contramedidas de Moscú

En el Kremlin, la noticia de que un viejo enemigo se una a la OTAN no ha caído en gracia. «Eso nos obliga a tomar contramedidas para garantizar nuestra seguridad», afirmó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, que aseguró que Finlandia «ha perdido su identidad e independencia» al ingresar en el bloque que reconoció a Rusia como «la principal amenaza» de Occidente en el Concepto Estratégico de Madrid ratificado el pasado junio por sus miembros en la capital española.

En cuanto al carácter de las medidas que tomará Moscú ahora que tiene otra «amenaza» en sus fronteras, Peskov incidió en que serán las que el régimen de Putin «considere necesarias» para garantizar la seguridad, aunque añadió que las funciones geopolíticas del país nórdico quedarán relegadas a un segundo plano dentro de la Alianza y no es una «amenaza» como la que supone Ucrania. «La política de no alineación militar seguida por Helsinki hasta ahora ha servido durante mucho tiempo a los intereses nacionales de Finlandia y ha sido uno de los factores importantes para asegurar la confianza en la región del mar Báltico y en el continente europeo en su conjunto», aclaró Peskov.

Sin embargo, el eje clave para las relaciones ruso-finlandesas y en general con la OTAN dependerán de si la Alianza moviliza tropas en suelo finlandés, algo que el secretario general del conglomerado, Jens Stoltenberg, deja en manos del país. 

Guerras pasadas y neutralidad

El viceministro de Exteriores ruso, Alexandr Grushkó, argumentó no obstante que Rusia actuará fortaleciendo su potencial militar en su frontera occidental y noroccidental. Un primer paso que puede poner en guardia a Finlandia, puesto que 44 de los 74 años de su neutralidad militar fueron impuestos por la Unión Soviética al término de la Guerra de Invierno y la Guerra de Continuación que enfrentó a los dos países en la Segunda Guerra Mundial.

Hasta 1992, Finlandia no fue capaz de escoger su propia política de seguridad y durante tres décadas se reservó el ingreso en la OTAN por temor a las represalias rusas que ahora azotan a Ucrania, motivo por el cual Finlandia rubricó el fin de su neutralidad este martes.