El resultado de las municipales avanza el ganador de las generales desde 1982

Manuel Varela Fariña
M.Varela REDACCIÓN / LA VOZ

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Zapatero marcó la única excepción al vencer en las elecciones nacionales del 2008.
Zapatero marcó la única excepción al vencer en las elecciones nacionales del 2008. BENITO ORDÓÑEZ

Solo en el 2008 se rompió la tendencia en más de cuarenta años

14 may 2023 . Actualizado a las 10:13 h.

Depende del partido político, habrá quien busque desligar el resultado de las municipales del 28 de mayo con el de las generales previstas para la primera quincena de diciembre. El diagnóstico del PP, desde la oposición, es que el vencedor de las locales repetirá dentro de seis meses y medio. Lo cierto es que la estadística respalda este argumento: desde la recuperación de la democracia, el vencedor en urnas en cada convocatoria local volvió a serlo en las nacionales. Así ha ocurrido siempre salvo en las municipales del 2007, cuando el PP se impuso por un estrecho margen de 160.000 votos al PSOE. En las generales del año siguiente, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero aventajó en algo más de un millón de votos al candidato popular y futuro mandatario, Mariano Rajoy.

Los apoyos recabados por los grandes partidos dentro de dos semanas serán, por lo tanto, el mejor termómetro para conocer las preferencias electorales de los españoles. A la inversa, el historial podría remontarse hasta los comicios generales que abrieron la transición en 1977 y 1979. Las municipales de ese mismo año, las primeras que se celebraron, encumbraron por última vez a la UCD. El partido que canalizó la primera etapa de la recuperación democrática terminó diluyéndose poco tiempo después, y en las elecciones al Congreso de 1982, el PSOE de Felipe González arrasó con 10,1 millones de votos. Enfrente emergió Alianza Popular con algo más de medio millón de papeletas.

A partir de entonces, los socialistas triunfaron en todos los comicios municipales y repitieron en las generales. La victoria del Partido Popular en las locales de 1995, que un año antes lo habían conseguido ya en las europeas, marcó el cambio de rumbo. José María Aznar cosechó 7,8 millones de votos al año siguiente y logró gobernar, con minoría simple, tras cuatro legislaturas de Ejecutivo socialista.

Todo volvió a virar en las municipales del 2003, de nuevo con un estrechísimo margen que en esta ocasión apenas superó las 100.000 papeletas. El PSOE recuperó el Gobierno en el 2004, pero no sería capaz de retener esa victoria en las municipales del 2007. El entonces presidente Zapatero enmendó la historia electoral hasta la fecha y batió un año después el récord de votos a un partido español, con 11,3 millones de apoyos.

El patrón se recuperó en el 2011, repitiéndose en cada una de las siguientes convocatorias. El 22 de mayo del 2011, el PP ganaba las municipales y Rajoy hacía también historia en noviembre al obtener la mayor renta de diputados, con 186. La irrupción de Podemos y Ciudadanos, y posteriormente Vox, recortó aquellos porcentajes de voto, pero no evitó romper la tendencia. En las últimas municipales, el PSOE ganó en las generales del mes anterior y en la repetición de noviembre. 

Bipartidismo en las ciudades

Si algo tuvieron en común los resultados en las distintas ciudades españolas hace cuatro años fue la caída de las autodenominadas «candidaturas del cambio». Solo el valenciano Joan Ribó y el gaditano José María González Kichi lograron ganar, aunque con reducida distancia sobre el segundo. La común Ada Colau salvó los muebles, a pesar de caer a la tercera posición, y mantuvo la alcaldía de Barcelona. Aquel 28 de mayo tampoco resultó muy satisfactorio para el PP, que encadenaba una nueva derrota electoral tras perder el mes anterior en las generales. Sin embargo, logró la alcaldía de Madrid, pactando con Ciudadanos y con el apoyo de Vox. La práctica disolución del partido naranja y la crisis generalizada en Podemos cambian el panorama electoral, con aparente ventaja para los populares, en este mandato sin ninguna mayoría absoluta en las grandes ciudades.

La legislación española fija en 250.000 habitantes el umbral para esta categoría de urbes. En total son 24, incluidas Vigo y A Coruña, esta última como capital de provincia con más de 175.000 censados. Suponen una cuarta parte de la población, por lo que el resultado en estas marcará de nuevo lo que ocurra en diciembre. El bipartidismo se impone en la mayoría, con nueve regidores socialistas y otros nueve populares.