Zelenski asegura que Ucrania está lista para iniciar su contraofensiva contra Rusia

Pablo Medina MADRID/LA VOZ

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El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski Christoph Soeder | EUROPAPRESS

El presidente lamenta la ausencia de aviones de combate de Occidente en su bando y se muestra despreocupado ante un posible relevo en la Casa Blanca

03 jun 2023 . Actualizado a las 17:36 h.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró ayer que su país «está listo para lanzar la contraofensiva» después del largo período de acopio de armas y municiones de sus aliados y del adiestramiento de sus tropas para pilotar tanques Leopard y Abrams. «Estoy convencido de que vamos a tener éxito, pero no sé cuánto vamos a tardar», expuso.

En una entrevista concedida a The Wall Street Journal, Zelenski señaló que una de las dificultades que tendrá su ejército es hacer frente a la superioridad aérea de Rusia, ya que no ha recibido de sus socios aviones de combate modernos. «No entiendo cuál es el problema. Imagina a un soldado que se pregunta por qué no tiene un techo que le proteja y sus vecinos sí lo tienen», afirmó. No obstante, sí remarcó que los Patriot enviados por EE.UU. han servido para «proteger a los civiles». «El único arma que priva a Rusia de su capacidad para aterrorizar a decenas de millones de personas con bombardeos sobre escuelas e infraestructuras es el sistema Patriot», argumentó.

Llega así el momento de la contraofensiva tan esperada y que se retrasó los últimos días por las lluvias en el país, que embarraron el terreno y dificultaban el movimiento de vehículos pesados. Con las tropas rusas centradas en Avdiivka, Mariinka y Bajmut, las fuerzas ucranianas comenzarán a contraatacar. Eso sí, Zelenski no dio durante su entrevista ninguna fecha concreta para que arranque dicha contraofensiva, pero se espera que se inicie en los próximos días. Se espera que el Dombás y Crimea sean protagonistas, así como llevan apuntando desde hace meses los mandos militares de Ucrania.

Alianzas atlánticas

En lo que respecta a la próxima cumbre de la OTAN que se celebrará en Vilna en julio, Zelenski aseguró que le gustaría «ver algún gesto» de que el conglomerado de seguridad más grande del mundo quiere que Ucrania forme parte de él. Eso sí, después de que acabe la guerra. «Sabemos que ahora es imposible, deberíamos haber entrado en la OTAN hace 15 años, pero si no vemos ningún gesto por parte de la Alianza, no tendría sentido que asistiéramos a la cumbre», expresó.

Y a la pregunta acerca del apoyo de EE.UU., el líder del país invadido por Rusia remarcó que no habrá diferencia entre si la Casa Blanca pasa a manos republicanas en las presidenciales del 2024. Por otra parte, distinguió la figura de su actual inquilino, Joe Biden, y del expresidente Donald Trump. «Biden ha sido presidente en una guerra a gran escala. Con Trump no tuvimos guerra, son momentos diferentes», subrayó. Eso sí, con un dardo hacia el exmandatario republicano. «No entendí que Trump dijera que en 24 horas nos podía sentar a mi y a Putin y lograr la paz. Cuando fue presidente no había guerra, pero nuestros territorios estaban ocupados», concluyó.

Zelenski, que se reunió recientemente con el delegado chino para la paz, Li Hui, expresó que su deseo es que el país asiático se vincule en el proceso de paz. «Quiero que China forme parte de la fórmula de paz, al igual que Estados Unidos, la Unión Europea, la India, algunos países de Latinoamérica...», alegó.

Para Zelenski, es importante que la comunidad internacional abogue por un plan de paz que consiga que su país quede libre de presencia rusa y que tenga por objeto desocupar su país y reparar los daños sufridos en la guerra. Por ello, no le importa quién trate de alcanzar ese objetivo. «No importa si entre los países hay diferencias de recursos económicos, energéticos, etcétera», argumentó.

Los chechenos ya combaten en el Dombás y dan estabilidad a las operaciones rusas

Ayer, el ministerio de Defensa de Rusia confirmó el despliegue y los primeros combates de unidades especiales de los chechenos de Ramzán Kadírov en las inmediaciones de Donetsk —concretamente en Avdiivka y Mariinka— y partes de Jersón y Zaporiyia para acometer contra las fuerzas de Ucrania y defender los territorios ocupados de la ya cercana contraofensiva de Kiev.

Los Ajmat, bautizadas así en honor al padre de Kadírov, son claves para dar estabilidad a la estrategia rusa y llevar algo de calma a las relaciones entre la cúpula militar y los subordinados de Moscú. Porque hasta ahora, las relaciones entre el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, y los altos mandos del Ejército, han sido complicadas y llegaron a un nivel de hostilidad elevado.

Kadírov y Prigozhin formaron parte de la línea dura de oposición a la dirección que tomó la guerra cuando Rusia comenzó a perder terreno en Kiev, Járkov y el sureste ucraniano. Tenían la convicción de que el Ejército regular ruso era un escuadrón de inútiles e inexpertos y que sus respectivas fuerzas podían hacerlo mejor. Prigozhin no pudo ni tomar Bajmut en su totalidad y dejó las operaciones al Ejército entre críticas vehementes a Serguéi Shoigú, ministro de Defensa, y Valeri Guerásimov, jefe del Estado Mayor.

En todo el tiempo de protagonismo de Prigozhin, Kadírov desapareció del foco informativo junto a sus chechenos.

Docilidad por conveniencia

El líder checheno ha cambiado de plan: si antes estaba convencido de la eficiencia de sus fuerzas, ahora se ha subordinado a las instrucciones militares del Kremlin. De hecho, sus tropas no comandarán por el momento ninguna operación, sino que prestarán apoyo táctico al Ejército ruso y quedará a las órdenes de Moscú.

Por voluntad propia o por presión del Kremlin, Kadírov no gozará de la independencia de Prigozhin. Un soplo de aire fresco para los mandos militares, puesto que perder el control de las operaciones no era algo que estuvieran dispuestos a pasar. Sin noticias de si otros mercenarios más dóciles entrenados por Moscú entrarán a escena, todo vuelve a quedar en manos de Moscú.