La región sudanesa de Darfur, declarada como «zona catastrófica» por continuos asesinatos y saqueos

La Voz REDACCIÓN

ACTUALIDAD

Soldados rebeldes antes de un asalto a los soldados del gobierno autoritario de Sudán, en la frontera con Uganda
Soldados rebeldes antes de un asalto a los soldados del gobierno autoritario de Sudán, en la frontera con Uganda GORAN TOMASEVIC

Al Geneina ha sufrido una violencia sin precedentes en las últimas semanas, con más de 460 muertos y miles de heridos

04 jun 2023 . Actualizado a las 17:39 h.

La región conflictiva de Darfur, en el oeste de Sudán, fue hoy declarada como «zona catastrófica» por los continuos asesinatos y saqueos, anunció hoy su gobernador, Minni Arko Minawi, mientras sigue la incertidumbre por si habrá una nueva tregua en un país sumido en una de sus peores crisis de su historia reciente.

En un comunicado, el gobernador de la región sudanesa dijo que los civiles en las ciudades de Kutum, en Darfur Norte, y Al Geneina, en Darfur Oeste, están viviendo en unas condiciones que fueron consideradas por el oficial como «horribles». «Condeno con términos más enérgicos el saqueo y los asesinatos que han estado sucediendo y todavía están teniendo lugar en la ciudad afectada de Kutum y el campamento de Kasab y la ciudad de Nyala (capital de Darfur Sur) desde ayer hasta hoy, por lo que declaramos Darfur como zona catastrófica», se apunta en la nota.

Los enfrentamientos se renovaron en la región de Darfur, situado en el oeste de Sudán, entre el Ejército y las Fuerzas del Apoyo Rápido, especialmente en la ciudad de Kutum, que causó la muerte de civiles y varios resultaron heridos, sin que haya cifras concretas.

El portavoz de la Media Luna Roja sudanesa en el estado de Darfur Norte, Mohamed Dosa, dijo hoy a EFE que al menos 25 personas murieron el sábado cuando los paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) atacaron la ciudad de Kutum y se enfrentaron con tropas del Ejército. Al Geneina ha sufrido una violencia sin precedentes en las últimas semanas, con más de 460 muertos y miles de heridos, mientras que no funciona ni un solo hospital, y no hay acceso a electricidad ni agua, según el Consejo Noruego para los Refugiados.

Ni el Ejército ni los paramilitares, enfrentados desde el 15 de abril, han reaccionado de momento a la invitación anunciada hoy por EE.UU. y Arabia Saudí para que reinicien el diálogo en la ciudad saudí de Yeda con el fin de acordar una nueva tregua breve después de que la última venciera anoche sin ser prorrogada. Ninguna de las treguas entre el Ejército y las FAR ha sido respetada pese a las presiones de Washington y Riad que patrocinaron desde el 6 de mayo un diálogo indirecto entre las partes, el cual fue suspendido el 1 de junio por los mediadores debido a las repetidas infracciones del alto el fuego.

La suspensión vino acompañada con la imposición de sanciones económicas y de visa por parte de EE.UU. contra las FAR y el Ejército, así como contra las empresas afiliadas que utilizan, según Washington, para rearmarse. El conflicto en Sudán ha dejado al menos 850 muertos y más de 5.500 heridos, y ha provocado el desplazamiento interno y externo de más de 1,3 millones de personas, según Naciones Unidas.