Jorge Buxadé, el exfalangista que abrió un cisma en Vox para expulsar al sector ultraliberal
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Miembros críticos del partido responsabilizan a la mano derecha de Santiago Abascal de los últimos resultados electorales
10 ago 2023 . Actualizado a las 21:32 h.Los críticos de Jorge Buxadé (Barcelona, 1975), vicesecretario primero de acción política de Vox y cabecilla de la delegación del partido en el Parlamento Europeo, lo califican como un político «agresivo» que practica «un extremismo sin sentido». La mano derecha de Santiago Abascal es el artífice del cambio de rumbo de la formación en los últimos meses, alejada ya de los postulados ultraliberales que marcaban la política económica de Vox.
Tras expulsar a la práctica totalidad de este sector, su segunda alma, Buxadé se ha convertido en el dirigente de la formación con más influencia en la toma de decisiones con una filosofía radical que no gusta ni a críticos internos ni a socios del PP.
Junto a Ignacio Garriga, secretario general del partido desde el relevo de Javier Ortega-Smith, y el vicesecretario de institucional, Ignacio de Hoces, ha logrado entronizarse con un espíritu caudillista en la dirección de Vox.
En el seno del partido, las voces críticas le culpan de los fiascos electorales, de los pactos «sin sentido» alcanzados con los populares en los gobiernos autonómicos tras el 28M y del «mangoneo» al que somete a quien no está de acuerdo con él.
Eliminó a los dirigentes de Vox que más prestigio le dieron al partido antes del 23J desde un prisma que el mismo reflejó, ofensivamente, en un artículo publicado en La Gaceta de la Iberosfera: «Si tú opinas o te posicionas antes [que el partido], dañas a tu formación. Y a ti mismo, pues puedes quedar como un tonto y siempre como un listillo».
Con todos los cabecillas liberales contrarios a sus preceptos fuera y tras cobrarse a Espinosa de los Monteros como última víctima, ha sembrado la semilla del cisma en Vox.
Antiliberalismo falangista
Buxadé no cree en el liberalismo —siempre se ha preguntado qué es cuando le han preguntado por ello—, sino más bien en el férreo control partidista de los asuntos públicos y económicos. Quizás por su herencia falangista, partido en el que militó, como gran parte de su familia, siendo estudiante de Derecho en la Universidad Abad Oliba-CEU y por el que se presentó como número siete por Tarragona en las elecciones al Parlamento Catalán en 1995 y, un año más tarde, como número 8 por Barcelona al Congreso con Falange Auténtica.
Una etapa que cambió cuando el entonces abogado del Estado, en el 2004, renunció a Falange Auténtica para introducirse en el PP de la mano de Montserrat Nebrera, quien no consiguió encabezar la franquicia catalana del partido tras perder las primarias ante Alicia Sánchez-Camacho, la apuesta de Mariano Rajoy. Nunca se arrepintió de militar en Falange. Sí en el PP, que dejó para unirse en el 2015 a las filas de Vox.
Sus ideas radicales, a veces «pasadas de tono» y con «connotaciones machistas», como aseguraron fuentes de su entorno a El Independiente, le perfilan como un mandatario con el que es difícil entenderse salvo que se participe en su comunión personal, de tintes ultracatólicos y ultranacionalistas.
Desde el PP, tampoco comprenden su actitud a la hora de pactar, puesto que demandó demasiadas responsabilidades para negociar investiduras autonómicas. «Llegó a Mérida como el capataz de un señor feudal», le afearon los populares extremeños. Lo mismo ocurrió con Murcia, donde llegó a pedir votar con el PSOE en contra de la investidura de López Miras, que sigue bloqueada. También le culparon de la filosofía de negar el «cheque en blanco» al PP en campaña para ofrecérselo ahora.
Los críticos alertan del peligro de desaparición de Vox: «Abascal se ha rodeado de aduladores»
Los principales exponentes de la rama liberal de Vox alertan de que el partido «podría desaparecer» por la influencia del núcleo duro de Buxadé sobre Santiago Abascal.
Ya lo señaló en un artículo publicado en Vozpópuli el exdiputado e ideólogo del discurso económico del partido para los comicios del 2019, Rubén Manso, en el que alertó que Vox «será el primer partido de la derecha no convencional que fracasará en Europa». «Como algunos adolescentes, ha decidido castigar a sus padres comportándose de manera irresponsable, porque Vox tenía una responsabilidad de la que ha dimitido», admitió en el texto que escribió el pasado martes.
Otros, como el expresidente de la formación verde en Madrid, José Luis Sánchez, afeó su actitud a Buxadé y le mandó un mensaje a Abascal: «Te has rodeado de aduladores y no de gente que quiere...». Un mensaje suscrito discretamente por el también «purgado» Víctor Sánchez del Real: «Así es».
Fuentes del partido citadas por The Objective niegan que los verdes vayan a extinguirse, pero señalan el «efecto fatal» de una repetición electoral: «No va a desaparecer, pero se va a quedar en 15 diputados».