Ocho municipios afectados y más de 7.000 desalojados desde el martes
19 ago 2023 . Actualizado a las 13:28 h.Los expertos auguraban ya cuando se inició el incendio forestal de Tenerife que no sería uno más. Demasiados ingredientes para un cóctel endiablado que ya se ha llevado por delante más de 4.000 hectáreas de superficie arbolada y ha obligado al desalojo o el confinamiento de más de 7.000 personas en la isla. Las altísimas temperaturas que azotaron las islas desde el pasado fin de semana, con noches extremadamente calurosas, de hasta 33 grados, habían puesto en rojo el mapa de riesgo de incendios para esta semana en esta comunidad autónoma. Había también una sequedad muy alta y fuertes vientos. Todo muy peligroso. Solo faltaba la mecha.
Varios focos que se registraron en Arafo el martes han llevado al peor incendio en Tenerife en las últimas cuatro décadas que intentan controlar los más de 200 soldados de la UME desplazados a la isla, tres hidroaviones, helicópteros, bomberos de todas las islas y personal dependiente del Gobierno canario. Más de 500 personas sobre el terreno.
El incendio es considerado ya por los expertos de sexta generación, debido a su gran intensidad y por ser altamente destructivo, además de liberar una gran cantidad de energía. Esto da lugar a que se forme una meteorología propia con nubes que se producen por el calor provocado por el fuego. Estas se forman por las crecientes columnas de aire caliente provenientes de los incendios que, al menos en parte, consisten en gotitas de agua.
Las columnas de aire ascienden rápidamente y se van enfriando. Si es lo suficientemente grande y hay mucha humedad en el ambiente, el vapor de agua comienza a condensarse y se puede formar una nube encima del penacho de humo, lo que dificulta todavía más la extinción del fuego. Este está siendo el caso de Tenerife.
El incendio ya ocupa un perímetro de 40 kilómetros, y obligó a un total de once evacuaciones en los municipios de Arafo, La Orotava, El Sauzal y La Matanza.
El director de la extinción del fuego, el ingeniero de Montes Pedro Martínez, reconocía el miércoles que nunca antes había visto un fenómeno de estas características, que ha creado una meteorología propia y que tiene, en algunos aspectos, un comportamiento errático, que ayer, por primera vez en los últimos tres días, comenzó a ser normalizado. La buena noticia del viernes.
Los medios aéreos están siendo determinantes en zonas a las que no se puede acceder por tierra. Además de los hidroaviones operan los helicópteros. Hasta 16 trabajaban en la zona y recargan en depósitos cercanos. Los hidroaviones lo hacen en el mar.
Hoy está previsto que se incorpore una aeronave Kamov, con una capacidad de transporte de 4.500 litros y otro símbolo aéreo en la lucha contra los incendios forestales. La zona que preocupa más a los medios de extinción es La Orotava y en concreto, Aguamansa y Pinolere, sus partes más altas. Aunque el fuego avanza muy lentamente, las paredes casi verticales en la zona hacen muy difícil el trabajo de los equipos de extinción.