Los 168 inmigrantes atrapados en un barco de la Guardia Civil en Mauritania serán devueltos a Senegal

La Voz REDACCIÓN

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Imagen del buque Río Tajo de la Guardia Civil, un antiguo buque de salvamento que usa ahora el Servicio Marítimo
Imagen del buque Río Tajo de la Guardia Civil, un antiguo buque de salvamento que usa ahora el Servicio Marítimo Wikipedia

Este sábado se vivió algún momento de tensión y, según las fuentes de este cuerpo, se llegaron a efectuar un par de disparos al aire disuasorios por parte de los agentes

29 ago 2023 . Actualizado a las 22:07 h.

Los 168 migrantes que permanecen a bordo de la patrullera Río Tajo de la Guardia Civil frente al puerto de Nuadibú (Mauritania) serán finalmente devueltos a Senegal, según informaron fuentes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). El buque llevaba desde el pasado jueves fondeado en la bahía de Nouadhibou.

Los hechos que han desencadenado esta inusual situación tuvieron lugar cuando la patrullera española interceptó un cayuco con 168 personas y los agentes no pudieron llevarlos al puerto de Nuadibú, capital comercial del país africano. Las autoridades mauritanas no autorizaron a la Río Tajo a atracar ni a desembarcar a los rescatados, que habían salido de Senegal y que fueron interceptados cuando ya estaban a más de 80 millas náuticas (148 kilómetros) de las costas mauritanas.

La tensión fue creciendo ante la imposibilidad de entrar en el puerto, llegando incluso los agentes a disparar al aire para controlar la situación e impedir que se produjese un posible motín. De hecho, el mismo sábado se decidió reforzar el número de agentes en el buque, movilizando a efectivos destinados en el destacamento de Nouadhibou. Agentes y migrantes ocupan compartimentos distintos en el buque del Instituto Armado. No obstante, desde el ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska insisten en que la situación es de «tranquilidad» Las misma fuentes destacan, además, que las personas rescatadas han recibido atención médica por parte de la tripulación y que la Guardia Civil habilitó un sistema para que, por turnos, los rescatados pudiesen contactar con sus familiares. En cambio la AUGC, la asociación profesional de la Guardia Civil, denunciaron que inmigrantes y agentes estaban en condiciones penosas.