El niño que se aferró a la vida en medio del diluvio en Aldea de Fresno: «No sé cómo ha aguantado»

La Voz REDACCIÓN

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El menor, de tan solo 10 años, permaneció más de ocho horas encaramado a un fresno, a tres kilómetros del lugar en el que desapareció, y después de que el vehículo en el que viajaba cayera al río Alberche. Su padre es uno de los dos desaparecidos en las inmediaciones de Aldea de Fresno

07 sep 2023 . Actualizado a las 18:33 h.

La Dana ha causado daños en cientos de municipios de toda España. En la noche del domingo al lunes, la dureza de esta depresión aislada en niveles altos se hizo muy visible en varios pueblos del sudoeste de la Comunidad de Madrid, entre ellos Villamanta y Aldea de Fresno. En una de la carreteras que conecta ambos núcleos desaparecieron un padre y un hijo, ambos ocupantes de un vehículo con dos pasajeros más, la madre y la hija mayor, que lograron escapar a tiempo de la fuerza arrolladora de la riada provocada por una crecida imponente del río Alberche.

El padre sigue todavía desaparecido, pero el hijo, de solo diez años, ya ha sido localizado. El mérito, principalmente, es del pequeño. El País publicó que Ethan —así se llama este niño que se aferró con fuerza a la vida— fue localizado diez horas después de que se confirmara su desaparición, y que lo hizo encaramado a un fresno, concretamente a una rama muy estrecha. Así lo vivió Eduardo Cañadas, el guarda de una finca cercana, llamada por los vecinos de la zona el Santo, que encontró al niño, tras ser advertido por la Guardia Civil de que cabía la posibilidad de encontrar a Ethan en la finca. Los agentes, en torno a las siete de la madrugada de este lunes, habían escuchado unos gritos de auxilio que podían corresponder al niño desaparecido.

«Gracias, gracias, gracias», repetía una y otra vez el pequeño, conmocionado y sin lágrimas en sus ojos, cuando fue finalmente localizado por Cañadas, después de una noche dramática, agarrado con uñas y dientes a esa rama, en medio de un diluvio que arrasó con tres de los cuatro accesos a Aldea de Fresno. El árbol al que se encaramó se sitúa, según El País, a tres kilómetros del lugar de la desaparición, río abajo. 

La Guardia Civil notificó que Ethan sufría de hipotermia y que su cuerpo lucía varias heridas y magulladuras, el peaje de un noche tensa, en la que pasó de viajar con sus padres y su hermana a Alcorcón desde su segunda vivienda en Aldea de Fresno, precisamente por temor al temporal que se avecinaba. En un instante, cuando la crecida de la riada arrasó el vehículo, perdió de vista a su hermana, que viajaba junto a él en los asientos traseros. 

Su coche cayó al río, tal como relató el propio niño, y él milagrosamente acabó en un fresno que, con mucho esfuerzo y tenacidad, le sirvió de salvavidas. «Se ha agarrado a la vida. No sé cómo ha aguantado», aseguraba Eduardo Cabañas. 

Mientras, prosigue un intenso dispositivo de búsqueda de las dos personas que siguen en paradero desconocido en las inmediaciones de Aldea de Fresno. Uno de ellos es el padre de Ethan, de mediana edad, y el otro, un hombre de 83 años. El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, aseguró que un hombre de 83 años con Alzheimer y otras afecciones médicas desapareció tras llevarle la corriente en su casa, cerca de las inmediaciones de un geriátrico. Su mujer pudo ser rescatada por un vecino. 

Por su parte, el jefe de la Guardia Civil de Madrid, Diego Pérez de los Cobos, ha asegurado que hay más de 150 agentes participando directamente en labores de búsqueda de los dos desaparecidos. También están mirando la «ingente cantidad» de vehículos que han sido arrastrados por las aguas para tratar de localizarlos, que a veces han quedado sepultados incluso en su totalidad, y comprobar que no hay nadie en su interior.

Según ha detallado el coronel, la Guardia Civil ha rescatado a más de un centenar de personas atrapadas en sus domicilios, la mayoría en municipios del suroeste madrileño como Villamanta, Aldea del Fresno, Villamantilla y El Álamo.

El instituto armado ha desplegado varios helicópteros y drones, además de buzos del GEAS. «Hemos activado la presencia de drones porque tienen la ventaja de poder acercarse más al terreno y poder hacer una búsqueda más minuciosa, además sin poner en riesgo la tripulación que, como saben, es remota», ha explicado De los Cobos.