Mohamed VI visita un hospital cuatro días después del seísmo en Marruecos

La Voz REDACCIÓN

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El monarca habló con algunos heridos y personal sanitario, y donó sangre

12 sep 2023 . Actualizado a las 23:57 h.

El rey Mohamed VI de Marruecos llegó ayer al Centro Hospitalario Universitario de Marrakech en coche, sobre las 16.30 hora local. Lo acompañaba una larga comitiva de vehículos oficiales y de seguridad, que lo esperó durante los 45 minutos que duró la visita, cuya cobertura se reservó exclusivamente a medios públicos nacionales.

En las imágenes, emitidas por la cadena Al Oula, el monarca charla con seis pacientes, hombres y mujeres —entre ellos, un adolescente y la madre de un niño herido—, después dona sangre y, por último, sale del hospital ante una multitud de marroquíes que lo vitorea. Estuvieron con él el ministro del Interior, Abdeluafu Laftit, y el ministro de Sanidad, Khalid Ait Taleb, según informa la agencia Efe.

Cuatro días después del terremoto que agrietó el corazón del país —cuyas víctimas ascienden, al cierre de esta edición, a más de 2.900 fallecidos y 5.500 heridos—, esta es la segunda aparición oficial del rey. La primera fue el sábado, en la reunión de trabajo que presidió con responsables civiles y militares, donde ordenó desplegar un programa de emergencia para atender a las víctimas y reconstruir los edificios derruidos, además de decretar tres días de luto.

Al menos 75 pacientes críticos

Hay 75 pacientes en reanimación en los diferentes hospitales marroquíes a raíz del terremoto. Así lo anunció el ministro de Sanidad en una declaración a la televisión pública durante la visita. Ait Taleb también apuntó que ya se ha atendido a más de 4.800 heridos y que Marruecos no se ha visto falto de medios sanitarios.

Los esfuerzos se centrarán ahora en ayudar a todos los afectados «a corto, medio y largo plazo». Algunos de ellos se dedicaban a la actividad agrícola, eran los únicos que mantenían a sus familias, y deben vivir «con una mano o pie amputados».

Amenaza de lluvias

Los habitantes de la región de Asni miran con temor al cielo, que a lo largo de la tarde de este martes se va cubriendo de nubes.

Concretamente en el pueblo de Tamgounssi, Adbelatif termina de tapar con plástico la jaima en la que va a dormir con su familia. Explica a Efe que llevan desde el viernes viviendo fuera de su casa por miedo a que se derrumbe, y que hasta el lunes durmieron con otras familias, pero ayer por fin habían levantado dos tiendas para ellos.

En la parte antigua del pueblo, donde las casas son de adobe y de madera, los daños son más visibles: muros venidos abajo que se desparraman por la calle, casas rotas, paredes abiertas. Pero también con las construcciones de hormigón y de ladrillo se cebó el terremoto.

Ahora, no obstante, la preocupación son las lluvias. Según el servicio meteorológico marroquí, a partir de hoy caerán en el alto Atlas, y mañana y pasado continuarán con especial intensidad en las regiones de Al Hauz, las más azotadas por el seísmo. «El adobe se va a convertir en barro», explicaba, preocupado, el presidente de Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF), Antonio Nogales. Advertía de que las precipitaciones dejarán aún más comprometido el equilibrio de algunas zonas que ya están endebles y dificultarán la accesibilidad a muchas aldeas, que todavía esperan ayuda.

En Tnirt, poco después de una réplica de magnitud 4, Latifa está aterrorizada. «¿Qué vamos a hacer si llueve? Estamos viviendo en la calle», lamenta.

Macron insiste en ayudar

El presidente francés, Emmanuel Macron, reiteró una vez más su predisposición para brindar ayuda humanitaria, que por el momento ha sido rechazada por Rabat, informa Europa Press. El mandatario aboga por poner fin a una serie de «controversias que no tienen razón de ser» con un vídeo publicado ayer a última hora en su perfil oficial de X, antiguo Twitter. «Corresponde al Gobierno de Marruecos organizar la ayuda internacional. Estamos a disposición de su elección», manifestó Macron.

Los alauitas rechazan la ayuda de Argelia y los dos países se vuelven a enzarzar

Tres aviones estaban preparados: uno con medicamentos, colchones, comida, tiendas de campaña; el otro, con 93 socorristas expertos. Tres aviones que el lunes iban a volar de Argelia a Marruecos para contribuir en las operaciones de rescate tras el terremoto.

Horas antes, el ministro de Justicia marroquí, Abdellatif Ouahbi, había dejado caer en una entrevista con la cadena Al Arabiya que Rabat estaba dispuesto a aceptar la ayuda argelina, siempre que llegase en coordinación con el Ministerio de Exteriores, informa Europa Press.

Sin embargo, esos aviones nunca despegaron. El Gobierno argelino denuncia que «poco antes de medianoche», Marruecos comunicó que «no necesitaba la ayuda humanitaria propuesta por Argelia».

Los argelinos «toman nota»

«El Gobierno argelino toma nota de la respuesta oficial de Marruecos, que acarrea consecuencias evidentes», sentencian desde Argel.

Argelia y Marruecos, cuyas fronteras terrestres se cerraron en 1994, tienen desde hace décadas una difícil convivencia, según Efe. En verano del 2021, Argel cortó sus relaciones diplomáticas con Rabat y cerró su espacio aéreo, aunque no dudó en volver a abrirlo el sábado para permitir vuelos humanitarios hacia el país vecino. La Liga Árabe aplaudió la decisión; solo faltaba la luz verde de Marruecos.

Ayer, el medio Le 360, afín a la Casa Real marroquí, calificaba la actuación de Argelia como una «farsa». Aseguraba que «cualquier persona sensata» se habría dado cuenta de que esa supuesta «luz verde» no llegaría a través de la prensa, sino por «canales oficiales».