Bruselas acepta el canje: no habrá que pagar por las autovías a cambio de seguir incentivando el tren

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

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El coste del mantenimiento de las autovías justificaba el establecimiento del pago por uso, según argumentó el Gobierno
El coste del mantenimiento de las autovías justificaba el establecimiento del pago por uso, según argumentó el Gobierno Santi M. Amil

La decisión puede abrir la puerta a que continúen las bonificaciones por el uso del ferrocarril, aunque no sea ya en forma de abonos gratuitos, que terminan el 31 de diciembre

02 oct 2023 . Actualizado a las 18:25 h.

La Comisión Europea ha aceptado finalmente la propuesta española para evitar el pago por el uso de las autovías gratuitas y de las autopistas cuya concesión ha finalizado, a cambio de que se continúen con las políticas para incentivar el uso del ferrocarril, tanto el ámbito de los viajeros como en el de las mercancías, este último muy poco desarrollado en España, un país que es todavía dependiente de los camiones para más del 90 % de los transportes. La instalación de peajes en las autovías a partir del 2024, una propuesta que figuraba en el Plan de Recuperación remitido a Bruselas en el 2021, «ha sido reemplazada por provisiones que promocionan el uso del transporte ferroviario para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero», explicó en una rueda de prensa la portavoz de Economía de la Comisión, Veerle Nuyts. Es decir, Bruselas acepta no cobrar por las autovías a cambio de reducir las emisiones promocionando el ferrocarril, y eso afecta tanto a las personas -para que eviten el uso del vehículo privado- y a las mercancías, aunque se pone más el énfasis en este último aspecto.

De esta forma, la Comisión aborda con esta decisión una de sus principales preocupaciones, presente en el Pacto Verde Europeo: evolucionar hacia una movilidad más sostenible. Pero pasa por alto el argumento principal que esgrimió el Gobierno cuando defendió esta decisión, aunque después renegó de ella en plena campaña electoral: el inmenso gasto que supone la conservación de una de las redes de autovías más amplias de toda Europa y el déficit que arrastra el mantenimiento de las carreteras desde la crisis financiera, algo que es visible por los usuarios en el deterioro del firme. En realidad, el pago por el uso de las autovías era para Bruselas un instrumento para penalizar el uso de los vehículos con emisiones, en la línea de quien contamina paga. En este sentido, Bruselas ha tenido en cuenta que el aumento del precio de los carburantes ya ha penalizado a los usuarios de las carreteras, tal y como argumentó la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, en las reuniones para paralizar la propuesta de un peaje universal para las autovías gratuitas. Ahora, el Gobierno deberá buscar alternativas para financiar la conservación de su red de autovías y autopistas, en la que se gasta unos 1.400 millones de euros al año.

La decisión del Ejecutivo comunitario puede servir para continuar con las bonificaciones en las conexiones de media distancia, cercanías y Avant, aunque no sea en forma de los actuales abonos gratuitos, que expiran el próximo 31 de diciembre. Sería difícil de explicar que estos incentivos se retiran de forma automática para volver a la situación anterior, sin una estrategia para fidelizar a los nuevos usuarios del ferrocarril y después de llegar a un acuerdo de este tipo con Bruselas. Es evidente que se debe establecer un período de transición con descuentos y parece que el Gobierno en funciones está trabajando en distintas alternativas, aunque todo dependerá de que se despeje la actual incertidumbre política.

El Ejecutivo comunitario cree que las opciones alternativas planteadas por el Ministerio de Transportes, que buscan impulsar el transporte por vía ferroviaria, «mantienen el mismo nivel de ambición» que la propuesta original para avanzar hacia una movilidad más sostenible. En particular, defiende que las nuevas medidas «contribuyen a la reducción de las emisiones del transporte por carretera» y aborda la recomendación que Bruselas había hecho a España para «mejorar sus infraestructuras ferroviarias» e «invertir en transporte sostenible». Además, el cambio de estrategia estaría avalado por un artículo del reglamento del fondo de recuperación que permite modificar compromisos si existen circunstancias objetivas que lo justifiquen.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, celebró este lunes la aprobación por parte de la Comisión Europea de la revisión del plan de recuperación de España, un visto bueno que desbloquea  93.500 millones de euros adicionales, 7.700 millones en transferencias y 83.200 millones de euros en préstamos, a los que se unirán los casi 2.600 millones de euros del nuevo mecanismo para financiar la transición verde.