Ucrania se queda sin munición mientras crece el choque entre Zelenski y su jefe militar

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Zelenski, durante su visita este jueves al frente de Kupiansk.
Zelenski, durante su visita este jueves al frente de Kupiansk. PRESIDENTIAL PRESS SERVICE HANDO | EFE

El presidente arenga a las tropas ante un panorama poco halagüeño para el invierno

01 dic 2023 . Actualizado a las 09:08 h.

El presidente Volodímir Zelenski arengó este jueves a los soldados en el frente de Kupiansk, en la región de Járkov, donde la contraofensiva rusa ha puesto contra las cuerdas al Ejército ucraniano, que admite abiertamente que la falta de munición presenta un panorama poco halagüeño para el invierno. Zelenski está en medio de una gira en la que intenta levantar el ánimo de las tropas y tranquilizar a la población del este y sur del país, al tiempo que su Administración rechaza supuestas discrepancias con el jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni.

«No se corresponden para nada con la realidad», declaró el asesor presidencial Mijailo Podoliak a la publicación Liga.net, al ser preguntado por el artículo aparecido en The Economist en el que una fuente gubernamental de Kiev desgranaba las supuestas tensiones entre Zelenski y Zaluzhni. Las relaciones entre ambos se habría deteriorado después de que el jefe del Ejército publicara el 1 de noviembre un artículo en el que daba por amortizada la contraofensiva ucraniana y asumía que la guerra ha entrado en una fase «posicional» que puede favorecer a Rusia. Zelenski respondió negando que el conflicto haya entrado en una fase de estancamiento.

En sus comentarios sobre las supuestas tiranteces entre ambos, Podoliak subrayó que Zelenski es «responsable de las cuestiones estratégicas» y debe tener en cuenta «un contexto más amplio» que el militar. Mientras, la tarea de Zaluzhni se centra en las operaciones militares, agregó. El consejero afirmó además que este tipo de especulaciones hacen el juego al enemigo.

Lavrov tuvo que interrumpir su discurso durante unos segundos para pedirle a uno de los fotógrafos presentes: «¡Puedes dejarme en paz!».
Lavrov tuvo que interrumpir su discurso durante unos segundos para pedirle a uno de los fotógrafos presentes: «¡Puedes dejarme en paz!». GEORGI LICOVSKI | EFE

El boicot a Lavrov en la OSCE escenifica la fracturada relación entre Occidente y Rusia 

La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), el foro nacido en 1975 para impulsar el diálogo entre los bloques de la Guerra Fría, fue ayer de nuevo el escenario del enfrentamiento entre Occidente y Rusia, hasta el punto de que el mismo futuro de este organismo está en cuestión. Entre los asistentes a la cita de ministros de Exteriores de la OSCE en Skopie, capital de Macedonia del Norte, estaba el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, en la que es su primera visita a un país europeo desde el comienzo de la invasión de Ucrania.

Su avión tuvo que dar un rodeo debido al rechazo de Bulgaria a permitirle utilizar su espacio aéreo, y volar hacia Turquía, entrar después en Grecia y aterrizar finalmente en Skopie. Tampoco estuvo en la cena oficial, en la que sí participó el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ni posó para la foto de familia.

En la apertura de la reunión, en la que no estaban los ministros de Ucrania y los países bálticos, Lavrov escuchó con rostro impasible las denuncias de la «brutalidad» y la «ilegalidad» de la agresión a Ucrania, lanzadas por su homólogo español, José Manuel Albares, y el representante de EE.UU., James O´Brien.

Lavrov también tuvo que ver cómo los representantes de Moldavia y Ucrania abandonaron la sala cuando comenzó su discurso, así como los de Croacia, República Checa, Polonia, Rumanía, Estonia, Lituania y Letonia. Este boicot contrastó con la decisión de los ministros de Exteriores de Hungría y Austria, de mantener encuentros bilaterales.

«Seamos honestos, la OSCE se encuentra al borde del precipicio», dijo Lavrov al defenderse de las críticas por la campaña militar rusa en Ucrania.