«Volvería a obligar a todo el mundo a utilizar mascarilla en hospitales y en centros de salud»

Ante el repunte de enfermedades respiratorias, el Ministerio de Sanidad recordó el martes lo responsable de recurrir a la mascarilla si uno tiene síntomas para no contagiar a los que le rodean, lo útil del lavado de manos y lo importante de estar vacunado, tanto para no enfermar de gravedad en caso de infectarse como para evitar desarrollar una afectación grave y pasársela a la familia durante las reuniones navideñas. ¿Habría que recuperar la obligatoriedad de la mascarilla en ciertos espacios si la incidencia supera determinados valores? Si uno da positivo, ya sea en gripe o en covid, ¿debería trabajar desde casa? Los expertos responden:

Mascarilla

«Debe ponérsela el que tiene síntomas, no generalizar su uso. En el hospital o en el centro de salud, siempre». Cuando uno tenga síntomas respiratorios, aunque sean leves, debe ponerse mascarilla si va a estar con otra gente, especialmente en lugares cerrados. En esta máxima coinciden todos los especialistas consultados. «Es más importante que porte mascarilla el enfermo que el resto de personas», matiza Álvaro Mena, internista del Chuac. «Con la quirúrgica sería suficiente», anota José Manuel Fandiño, coordinador de Urgencias del mismo hospital, que añade que también deberían llevarla «los cuidadores sanos de personas con gripe o síntomas de ella». Antonio Antela, jefe de infecciosas del CHUS, cree que si uno tiene síntomas tendría que ponérsela en todo momento, salvo para estar en casa. «Yo volvería a obligar a todo el mundo a usarla en los hospitales y en los centros de salud», dice.

¿Teletrabajo?

«Se puede ir a trabajar si nuestro estado lo permite, pero con mascarilla». Un positivo en covid sin síntomas debe hacer vida normal, y los expertos tampoco ven problema en que con afección respiratoria leve se acuda presencialmente a trabajar. «Con una buena utilización de la mascarilla e higiene de manos estamos evitando casi al cien por cien la transmisión —expone María José Pereira, jefa de Medicina Preventiva del Chuac—. Solo si trabajamos en entornos sensibles o sanitarios deberíamos quedarnos en casa, pero en estos momentos de alta incidencia de virus si todo el mundo deja de trabajar solo por el hecho de estar diagnosticado, independientemente de su situación clínica, puede ser un problema grande». «Con un cuadro catarral hay que ir a trabajar, manteniendo las distancias y con una buena higiene de manos», coincide el epidemiólogo Juan Gestal. «Siempre que nuestro estado general nos lo permita», agrega Fandiño.

En la vacunación

«Podemos mejorar». Ángel López Silvarrey, neumólogo infantil, insta a seguir las recomendaciones de salud pública. Y la primera, dice, es vacunarse. «En vacunación, podemos mejorar, sobre todo en la antigripal en niños menores de cinco años o con patologías de riesgo. Hay gente que la rechaza sin motivos solventes», censura.

Pañuelos de papel

Y no guardarlos en el bolsillo ni dejarlos sobre la mesa. «Cuando estornudamos o tosemos, debemos taparnos la boca y la nariz, pero no con la mano, mejor hacerlo con un pañuelo desechable —comenta el urgenciólogo del Chuac—. Y cuidado con guardar esos pañuelos en el bolsillo o dejarlos encima de la mesa, hay que tirarlos tras cada uso. Si estamos con personas con gripe en casa, tendremos que limpiar frecuentemente los pomos de las puertas con productos de limpieza habituales».

Evitar los besos

Y los abrazos y el contacto directo. Fandiño advierte también sobre el contacto físico: «Si tienes síntomas, evita los besos y estar muy cerca de los convivientes, así como compartir cubiertos o toallas». «Yo sería especialmente cuidadoso con el contacto estrecho con mayores e inmunodeprimidos», puntualiza Mena.

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