Salvan la vida los 379 ocupantes de un avión en llamas en el aeropuerto de Tokio

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

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El Airbus incendiado chocó con otra aeronave, en la que murieron cinco tripulantes

03 ene 2024 . Actualizado a las 11:12 h.

En medio de la tragedia que vive la costa occidental de Japón tras el terremoto ocurrido en Año Nuevo, que causó al menos 50 muertos, el aeropuerto de Haneda, en Tokio, fue protagonista de un espectacular accidente aéreo que pudo provocar una catástrofe humana. Los 367 pasajeros, entre ellos ocho niños, y 12 tripulantes del vuelo 516 de Japan Airlines lograron salvar la vida después de que su Airbus A350-900 se convirtiera en una bola de fuego al poco de aterrizar tras colisionar con un avión de la Guardia Costera que llevaba ayuda a los afectados por el seísmo. Los ocupantes de este último aparato no tuvieron tanta suerte y cinco de los seis miembros de la tripulación perecieron. Solo sobrevivió el capitán, aunque se encuentra gravemente herido.

El accidente se produjo cuando el vuelo 516 procedente de Sapporo (norte del país) colisionó con el avión de los guardacostas, un Bombardier Dash 8-300, nada más aterrizar a las seis menos cuarto de la tarde (diez menos cuarto en España) en Haneda, uno de los dos aeropuertos que dan servicio a la capital japonesa.

De acuerdo con los vídeos de seguridad, la aeronave realizaba una aproximación rutinaria a la pista 34R. En el momento de tocar tierra, a la altura de la intersección C-5, se produjo una explosión: el Airbus A350 perdió el tren de aterrizaje delantero y se arrastró por la superficie envuelto en llamas, hasta detenerse en la mitad de la pista.

Segundos después, la tripulación desplegó las rampas de emergencia delantera y trasera del lado derecho del avión y logró que todos los pasajeros pudieran ponerse a salvo. Solo 17 resultaron heridos leves. Antes de salir del avión, a alguno le dio tiempo de colgar vídeos en la red social X con mensajes como «hay humo blanco, saltan chispas». Los expertos no han dejado de elogiar la eficaz actuación de la tripulación de cabina.

Horas después del accidente, los restos carbonizados del avión de Japan Airlines era todo lo que quedaba en la pista C, además del cierre del aeropuerto, que provocó que unos 110 vuelos fueran cancelados o desviados.

Este es el primer accidente grave de un Airbus A350 con pérdida total del casco desde su entrada en servicio, en el 2014. El constructor europeo había entregado ese A350 el 10 de noviembre del 2021 y ya ha enviado un equipo de especialistas para colaborar con la Comisión de Seguridad en el Transporte de Japón (JTSB) y el Organismo de Investigaciones y Análisis de Francia (BEA).

La Policía Metropolitana de Tokio investigará, por su parte, la causa del accidente al detalle, mientras el Ministerio de Infraestructuras y Transporte negaba un mal funcionamiento de los aviones o una negligencia en la gestión operativa del aeropuerto.

El capitán del avión de la Guardia Costera, Genki Miyamoto, de 39 años, logró salir de la cabina después de la colisión con el Airbus. Sus cinco compañeros quedaron atrapados en el interior después del «enorme impacto», como describieron algunos testigos. El aparato se dirigía al aeropuerto de Niigata, como parte de la operación de ayuda a las víctimas del terremoto magnitud de 7,6 que sacudió el lunes el oeste del país. Unas 120 personas siguen esperando a ser rescatadas en Wajima, una de las zonas más castigadas por el seísmo, que provocó el derrumbe de unos 25 edificios.