El Gobierno eleva el salario mínimo a los 1.134 euros al mes, tras subirlo 54

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

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La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con su padre, en Santiago, donde este recibió este viernes el premio de la Fundación Luís Tilve, de UGT
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con su padre, en Santiago, donde este recibió este viernes el premio de la Fundación Luís Tilve, de UGT XOAN A. SOLER

El alza del 5 % beneficiará a 2,5 millones de trabajadores, 127.000 en Galicia

12 ene 2024 . Actualizado a las 20:02 h.

El Ministerio de Trabajo y los sindicatos finalmente acordaron este viernes una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) del 5 % para este ejercicio, lo que se traduce en 54 euros más al mes, que elevan a 1.134 euros mensuales —15.876 brutos al año— la menor retribución legal en España.

No funcionó ni la zanahoria de abrirse a asumir las condiciones planteadas por la CEOE para apoyar la subida del 4 % propuesta inicialmente por el ministerio, ni tampoco el palo de amenazar a los empresarios con un alza mayor si no se sumaban al acuerdo. Las posiciones no se movieron y el número dos de Yolanda Díaz, el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, fue el encargado de anunciar el acuerdo a dos bandas entre el ministerio y los sindicatos, y el consecuente castigo a la patronal.

Con esta última revalorización, España se sitúa como el séptimo país de la UE con el salario mínimo más generoso, como muestra el gráfico que acompaña la información, y consolida el doble objetivo del Gobierno de preservar su poder adquisitivo (de hecho, sube por encima de los precios) y de mantener su cuantía en el 60 % del salario medio del país.

Pérez Rey destacó que el acuerdo del diálogo social alcanzado con los sindicatos permitiría a los trabajadores que cobran el SMI —más de 2,5 millones de personas, principalmente mujeres y jóvenes, y 127.000 en Galicia— que «puedan tener una vida mejor». «Porque 54 euros más marcan la diferencia entre poner más o menos la calefacción, comer carne o pescado fresco y poder ir a la frutería», enfatizó.

Desde Santiago de Compostela, donde este viernes asistió a la entrega de premios de la Fundación Luís Tilve, junto con el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lamentó que la actitud de la patronal impidiese reeditar un acuerdo tripartito del diálogo social como el que abrió la anterior legislatura. Se mostró muy dura, asegurando que los empresarios «han priorizado intereses que no tienen nada que ver con la defensa de nuestro país a llegar a un acuerdo». «Sinceramente, en el Ministerio de Trabajo pensamos que cuando la patronal hizo una oferta de negociación es que quería alcanzar un acuerdo», se dolió Díaz, reivindicando que la semana pasada, «incluso con críticas de los sindicatos», había vuelto a convocar la mesa de diálogo social para intentar atraer a los empresarios al acuerdo.

«No fue posible», dijo, poniendo en valor que hubiese habido diálogo social y agradeciendo la «capacidad de negociación» de los sindicatos, que ha hecho posible que «la gente trabajadora de nuestro país viva un poquito mejor. Por lo tanto, es un día de alegría para nuestro país».

Una insólita subida de «castigo»

La CEOE no hizo declaraciones a la salida de la reunión en el ministerio y optó por emitir un comunicado para valorar el fiasco de la negociación. Y lo hizo sin ahorrar críticas al Ejecutivo, al que afeó especialmente el hecho «insólito» de haber planteado la subida del SMI en términos de «premio o castigo», en lugar de «adoptarla en función de criterios técnicos, tal y como indica la ley».

Los empresarios se referían así a la amenaza lanzada el lunes por el secretario de Estado, y finalmente consumada, de que si la CEOE no aceptaba sumarse al acuerdo para elevar un 4 % el salario mínimo, el alza sería aún mayor.

«Lamentamos profundamente el escaso esfuerzo del Gobierno para que pudiéramos entrar en el acuerdo», señaló la CEOE, destacando que las empresas habían sido las primeras en poner sobre la mesa una subida de entre el 3 % y el 4 %, «en línea con los incrementos acordados con los sindicatos en el quinto acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (AENC)».

«En aquel momento ya avanzamos que era necesario hacer compatible esta subida con la supervivencia del tejido empresarial, y por tanto del empleo y el conjunto de los salarios, en el ámbito de la contratación con las administraciones públicas y en el sector agrario», añadieron. La patronal insistía así en la necesidad de que el Ejecutivo aceptara sus dos condiciones: actualizar los contratos públicos al nuevo SMI y bonificar un 20 % las cuotas de los trabajadores del campo, el sector más afectado el alza del 52 % del salario mínimo desde el 2018. Aunque inicialmente Trabajo se abrió a mediar con Hacienda para ello, finalmente el lunes rechazó ambas condiciones y la posibilidad de un acuerdo a tres se esfumó definitivamente.

Falta de «valentía»

Por su parte, los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez —este desde Santiago—, se felicitaron por el desenlace, pero lamentaron el descuelgue de los empresarios.

Sordo apuntó que la subida era necesaria para atajar las desigualdades, mientras que Álvarez dijo «no entender el juego de la CEOE». Aseveró que a los empresarios, a los que calificó de «rácanos», ya que la subida del SMI afecta al 30 % de los convenios colectivos, les había faltado «voluntad política y valentía», pues el alza del salario mínimo había demostrado ser una medida económica «muy eficiente».

La revisión se aprobará a través de un real decreto que requiere consulta pública

Los trámites para aprobar la subida del salario mínimo comenzarán de forma inmediata, según confirmó ayer el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey. Aún escociendo en la memoria el pleno del miércoles, en el que la falta de apoyos —concretamente el voto en contra de Podemos— dio al traste con la convalidación del decreto que contenía la reforma del subsidio de desempleo, en el caso de la revalorización del SMI no hay riesgo de que ocurra nada parecido. El motivo es que esta subida retributiva será aprobada por el Consejo de Ministros a través de un real decreto, por lo que no requiere pasar por las Cortes.

Lo que sí precisa, según su desarrollo reglamentario, es pasar el trámite de audiencia pública, tras lo que quedará aprobado. Por ello no irá al Consejo de Ministros de la próxima semana, aunque lo hará cuanto antes, según Pérez Rey, que recordó que, en cualquier caso, la subida tendrá efecto retroactivo desde el 1 de enero para los más de 2,5 millones de trabajadores beneficiados.

El objetivo en los 1.200 euros

Cabe recordar que la subida del SMI es competencia exclusiva del Ejecutivo y no requiere acuerdo previo de la mesa del diálogo social, sino únicamente informar a patronal y sindicatos. Sin embargo, la ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, retrasó la decisión a finales de diciembre para buscar un acuerdo a tres bandas como el que se produjo en el 2020, cuando subió un 5,5 % respecto al año anterior.

Aunque desde el ministerio insisten en que la cuantía actual del SMI ya rebasa el 60 % del salario medio —tal y como recomienda la Carta Social Europea y pactaron PSOE y Podemos en la anterior legislatura—, tanto la formación morada como los sindicatos sostienen que todavía no se ha alcanzado. Y es que, según Eurostat, el 60 % del salario medio español ascendía a 1.218 euros en el 2022, tal y como recordaba ayer Pepe Álvarez, valorando el avance para alcanzarlos.

Podemos coincide e insta a continuar con las revalorizaciones para llegar a los 1.200 euros. El PP, por su parte, acusó al Gobierno de imponer la subida del 5 % sin acuerdo para «tapar» los acuerdos con Junts y la «derrota» del miércoles, al tumbar Podemos la reforma del subsidio de desempleo.