Rusia pide explicaciones a Alemania por las filtraciones sobre un posible ataque a Crimea

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Un soldado ucraniano carga un proyectil en un obús L119 de fabricación británica.
Un soldado ucraniano carga un proyectil en un obús L119 de fabricación británica. STRINGER | REUTERS

El ex primer ministro Dmitri Medvédev advirtió que la diplomacia con Berlín no está «cerrada», pero «deben entender lo que les hicimos durante la Segunda Guerra Mundial».

04 mar 2024 . Actualizado a las 20:05 h.

Las alarmas saltaron ayer en Alemania después de que el Gobierno diera por verdaderas las escuchas que interceptó el Kremlin en las que cuatro oficiales del Ejército germano discutían por el envío de misiles Taurus de largo alcance a Ucrania y que estos, presuntamente, serían utilizados para atacar el puente de Crimea. Una conversación que además se hizo a espaldas del canciller alemán, Olaf Scholz, cuyo Ejecutivo se niega a suministrar este tipo de proyectiles.

El audio, publicado por Russia Today —una cadena financiada por el Estado ruso— tiene una duración de 38 minutos. En él,  el jefe de la Fuerza Aérea Ingo Gerhartz y el general de brigada Frank Gräfe discuten con otros dos oficiales sobre el posible envío de misiles Taurus a Ucrania. Los militares mencionan que los proyectiles «no funcionan» y que, además, en todo caso harían llegar a Kiev una remesa limitada a 100 proyectiles. El asunto más delicado es que comentaron que, en caso de suministrarlos, deberían movilizar personal militar para enseñar a los soldados ucranianos a utilizarlos, sumado al detalle de que entre los objetivos de ataque que discuten está volar el puente de Crimea, una de las líneas de suministro esenciales para Rusia en su guerra contra Ucrania.

Además, ofrecieron detalles de supuestas operaciones británicas en Ucrania e insinuaciones de que Gran Bretaña ha estado enviando personal para ayudar a los ucranianos a operar los misiles Storm Shadow, proyectiles que Francia y los británicos habrían mandado a Kiev hasta tener sus respectivas reservas en mínimos, motivo por el cual Scholz se estaría negando a ceder los Taurus.

El Ejecutivo germano intenta restar peso al asunto. El ministro de Exteriores alemán, Boris Pistorius, advirtió que las filtraciones son «un ataque híbrido, desinformación. Se trata de crear división, de socavar nuestra unidad», destacó Pistorius. Además, reseñó que «los oficiales han hecho lo que es su propósito, reflexionar sobre posibles escenarios sin planear nada». Pero en Rusia hubo críticas a los alemantes.

El embajador alemán en Moscú, Alexander Lambsdorff, fue convocado al ministerio de Exteriores ruso para ser reprendido mientras el titular de esta cartera, Serguéi Lavrov, declaró que le pareció «curioso» que Berlín no se centrara en la insinuación sobre Crimea. Por su parte, el ex primer ministro Dmitri Medvédev advirtió que la diplomacia con Berlín no está «cerrada», pero «deben entender lo que les hicimos durante la Segunda Guerra Mundial».