El Consejo Electoral controlado por Maduro abre una rendija a que haya un opositor

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

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Manuel Rosales, gobernador del estado venezolano de Zulia.
Manuel Rosales, gobernador del estado venezolano de Zulia. Miguel Gutiérrez | EFE

Sin explicaciones, el órgano electoral venezolano prohíbe que la líder de la oposición se inscriba, pero permite un sustituto

27 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las esperanzas de una transición democrática en Venezuela se redujeron sensiblemente este lunes a medianoche, cuando, al acabar el plazo de inscripción de candidatos para las elecciones del 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) controlado por Nicolás Maduro impidió la participación de la Plataforma Unitaria Democrática, que agrupa a los partidos más representativos de la oposición y suscribió los denominados Acuerdos de Barbados en octubre del año pasado.

Horas después, quizás por presión internacional, fue reabierta por el CNE la posibilidad de inscripción de una candidatura de la Plataforma Unitaria Democrática; pero, sin ninguna justificación, no puede ser la de Corina Yoris, la octogenaria profesora universitaria designada como delfín por María Corina Machado, la líder opositora inhabilitada arbitrariamente hasta el 2036.

La oposición, por tanto, eligió a Edmundo González Urrutia, un exdiplomático que cumplirá funciones como «interino» hasta que el CNE permita una nueva candidatura opositora antes de la fecha tope del 20 de abril.

A escasos minutos de la medianoche del lunes, el CNE permitió también la inscripción del gobernador de Zulia, Manuel Rosales, con la tarjeta de su partido, Un Nuevo Tiempo (parte de la Plataforma Unitaria) causando una fractura en la oposición.

La evolución de los acontecimientos en Venezuela ha sido tan alarmante que hasta Brasil y Colombia, sus vecinos, gobernados por políticos que muestran abiertas simpatías por la revolución bolivariana, han tenido que enviar sendos comunicados a través de sus ministerios de Exteriores.

El del Gobierno de Gustavo Petro habla específicamente de «las dificultades que afrontaron sectores mayoritarios de la oposición»; y ha sido respondido por el titular de Exteriores venezolano, Yván Gil: «La Cancillería [Exteriores] colombiana comete un acto de grosera injerencia».

Al mismo tiempo, la diplomacia de Lula Da Silva señala que «la candidata de la Plataforma Unitaria fue privada de registrarse, lo que no es compatible con los Acuerdos de Barbados».

El misterioso número 13

Después del cierre oficial del plazo de presentación de candidaturas, en la madrugada del martes, Elvis Amoroso, presidente del CNE y muy cercano a Maduro, ha hablado de un «candidato número 13» (hay 12 postulados, pero, salvo Maduro y Rosales, ninguno tiene opciones reales). Esta candidatura número 13, de momento, recae en González Urrutia.

En una rueda de prensa, Machado ha señalado que está trabajando con la Plataforma Unitaria hacia unas «elecciones limpias y libres» y, al ser preguntada si apoyaba al gobernador de Zulia, ha señalado que «mi candidata es Corina Yoris».

A su vez, Rosales ha señalado que «no viene a desplazar a nadie»; afirmó que sigue formando parte de la Plataforma Unitaria; y ha justificado su inscripción como candidato afirmando que «no podía dejar a Venezuela sin una tarjeta para votar por la oposición». No ha podido explicar, no obstante, por qué no inscribió la candidatura de Yoris sino la propia, pese a que se lo preguntaron repetidamente; pero sugirió que el CNE se había negado a esa posibilidad.

Paralelamente, este lunes fueron detenidas tres personas en Caracas, a las cuales el fiscal general designado por el chavismo, Tarek William Saab, ha acusado de tener un plan para asesinar a Maduro durante la inscripción de su candidatura, vinculándolos, como ya lo había hecho el propio presidente en la víspera, con Vente Venezuela, el partido de Machado. Y otros seis colaboradores cercanos de la líder venezolana, que ya tenían órdenes de arresto, se han asilado en la embajada de Argentina en Caracas.