Una reválida para los dos principales líderes

Francisco Espiñeira Fandiño
Francisco Espiñeira REDACCIÓN / LA VOZ

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El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, durante la sesión plenaria en el Congreso del pasado miércoles.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, durante la sesión plenaria en el Congreso del pasado miércoles. Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Las elecciones europeas son un nuevo pulso entre Sánchez y  Feijoo

24 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En los próximos quince días se hablará poco de Europa y del futuro de la UE, aunque eso sea lo que en realidad está en juego en los comicios del 9J. Lo dicen los electores con dos datos: la desmovilización —difícilmente se superará el 50 % de la participación— y la motivacción de los que acudan a las urnas, que, según el CIS de Tezanos, será sobre todo la política autóctona.

A ese escenario contribuyen los dos grandes partidos, PP y PSOE, que han extendido sus cuitas al Parlamento Europeo, convertido en una especie de cámara de revisión de las decisiones que disgustan de los Pirineos hacia abajo. Se vio con la reforma judicial para favorecer a los independentistas y se percibe en los fallidos intentos de renovar el Poder Judicial.

Por eso, aunque los cabeza de lista en las papeletas sean para Teresa Ribera y Dolors Montserrat, en realidad el pulso lo echarán directamente Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo. El primero, arropado por los augurios del CIS, intenta frenar la cascada de derrotas electorales encajada ante el segundo desde que este desembarcó en Génova hace dos años.

Sánchez solo quedó por delante de los populares en el País Vasco y en Cataluña. En el resto de citas, municipales, autonómicas y generales, el PP sumó más votos y escaños aunque a Feijoo no le dio para llegar a la Moncloa ante la suma del socialista con todos los partidos separatistas.

Por eso, el 9J medirá el estado de salud de los dos principales líderes, aunque es poco probable que condicione el futuro de la legislatura. Al imprevisible adelanto electoral le afectará más lo que ocurra en Cataluña a partir de la votación europea.

Lucha por la supervivencia

Por debajo de los dos grandes partidos, el resto peleará por la supervivencia. Sumar intenta afianzar su proyecto tras los sucesivos descalabros autonómicos de la formación de Yolanda Díaz y el umbral de su éxito se medirá en relación al dato que obtenga Podemos, donde Irene Montero intenta mantenerse en la primera línea de la política. Ciudadanos, como Podemos, puede afrontar los que pueden ser sus últimos comicios tras la debacle en Cataluña.

Junts y ERC se jugarán su particular segunda vuelta, aunque los primeros concurren sin grandes aliados y los segundos acumularán las fuerzas que les aporten Bildu, el BNG y una miríada de pequeñas formaciones independentistas.

Los nuevos

Pero el 9J también supone un test para medir la fuerza de los emergentes. En unas elecciones propicias para el voto de castigo, partidos como Izquierda Española y Cree pelean por agrupar el voto que en algún momento respaldó a un Ciudadanos casi desaparecido y al ala más centrista del PSOE. Su campaña, lejos de los medios, se basará en golpes de efecto y apelaciones a la regeneración. En algunas encuestas también asoma Se Acabó la Fiesta, el partido del polemista Alvise Pérez.