Bruselas y Washington avanzan hacia un «principio de acuerdo» que evite una escalada arancelaria

Claudia Zapater BRUSELAS / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Ursula von der Leyen, durante el debate sobre su moción de censura en el Parlamento Europeo
Ursula von der Leyen, durante el debate sobre su moción de censura en el Parlamento Europeo LAURIE DIEFFEMBACQ / PARLAMENTO | EUROPAPRESS

El plazo para la negociación se ha ampliado al 1 de agosto

08 jul 2025 . Actualizado a las 09:54 h.

La Comisión Europea confirmó este lunes que su presidenta, Ursula von der Leyen, tuvo el domingo un «buen intercambio» telefónico con el presidente de EE.UU., Donald Trump, y que se ha avanzado hacia un «principio de acuerdo» que permitiría esquivar una escalada comercial antes de que este miércoles venza el plazo límite inicial para la negociación.

Precisamente, el domingo Washington anunció que pospondrá hasta el 1 de agosto la fecha tope para que los países lleguen a un acuerdo antes de que entren en vigor los aranceles universales, lo que otorga tres semanas más para negociar. «Los aranceles volverán a sus niveles del 2 de abril para los países que no logren cerrar nuevos acuerdos comerciales con Estados Unidos», advirtió el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.

Según explicó este lunes el portavoz comercial comunitario, Olof Gill, la Comisión realizó una ronda de consultas con los Estados miembros el viernes y siguen «totalmente preparados para lograr un principio de acuerdo para el miércoles», agregó.

Gill dijo que, tras una semana intensa de conversaciones, se han logrado «avances sustanciales» y recordó que el objetivo con el que se iniciaron las negociaciones sigue siendo «lograr un buen acuerdo para las empresas europeas, los consumidores y la economía global».

Este acuerdo preliminar incluiría un arancel base del 10 %, el mismo que ha venido aplicando desde abril Estados Unidos, con excepción al arancel del 50 % que impone sobre las importaciones de acero y aluminio, y del 25 % sobre las de vehículos.

Con este principio de acuerdo, Bruselas quiere que el presidente estadounidense se comprometa a rebajar los gravámenes para productos de sectores claves como los farmacéuticos, las bebidas alcohólicas, los semiconductores y los aviones comerciales.

Amenazas estadounidenses

EE.UU. comenzó este lunes a enviar «entre 12 y 15 cartas arancelarias» a los países con los que siguen abiertas las negociaciones comerciales para notificar sobre las «tarifas y/o acuerdos». Trump aseguró que los aranceles que se anuncian en estas misivas llegan hasta el 70 % para algunos países.

Por el momento solo el Reino Unido y Vietnam han alcanzado acuerdos preliminares. En cambio, países como Japón, Corea del Sur o la India tratan de negociar in extremis para evitar una escalada comercial.

Además, Trump amenazó a los Estados que se alineen con las políticas de los BRICS (Brasil, China, la India, Rusia y Sudáfrica) con aplicar un arancel adicional del 10 % asegurando que «no habrá excepciones a esta política».

El anuncio llegó tras una declaración conjunta en el marco de la cumbre de los BRICS, celebrada este fin de semana en Brasil, en la que los líderes de los países emergentes mostraron su «profunda preocupación» ante el aumento de aranceles y castigos como herramienta política. «Distorsionan el comercio (…) y podrían sumir a la economía mundial en una recesión», dijeron.

Von der Leyen se enfrenta a una moción de censura

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, compareció ayer ante el Parlamento Europeo en el acalorado debate sobre la moción de censura impulsada por los mensajes que intercambió la alemana con el CEO de Pfizer durante la pandemia. Aunque la moción no tiene posibilidad de prosperar, el debate previo a la votación (que tendrá lugar el jueves) supuso una especie de sesión de control de la gestión de la Comisión.

Von der Leyen acusó al promotor de la moción, el ultra Gheorghe Piperea, de intentar desestabilizar las instituciones comunitarias «erosionando la confianza en la democracia con afirmaciones falsas». En respuesta, Piperea culpó a Von der Leyen de arrebatar soberanía a los países miembros y comparó sus métodos con los de la Unión Soviética.

El líder del Grupo del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, advirtió que obstaculizar la continuidad de la Comisión pondría en peligro la negociación de los aranceles con EE.UU.

WILL OLIVER / POOL | EFE

Trump amplía la tregua arancelaria al 1 de agosto y fija nuevas tasas para algunos países

 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pospuso del 9 de julio al 1 de agosto la tregua arancelaria concedida a sus socios comerciales, pero fijó ya para algunos de ellos, como Japón o Corea del Sur, los gravámenes que tendrán que pagar a partir de entonces.

En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, sin embargo, Trump se mostró abierto a aplazar de nuevo la entrada en vigor de los aranceles, que anunció por primera vez en abril, si los países dan señales de querer negociar.

«Diría que son firmes, pero no al 100 %. Si nos llaman y, por ejemplo, quieren hacer algo diferente, estaremos abiertos a ello», explicó el presidente.

Por lo pronto, la extensión del plazo se materializó en una orden ejecutiva que, según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, servirá para que Washington tenga tiempo de negociar buenos pactos con cada país.

Entre los que iban a ver aumentados sus aranceles esta misma semana se encontraba la Unión Europea como bloque.

Retrasar la fecha al 1 de agosto, según se dijo, no es un reconocimiento de la dificultad de la negociación mantenida hasta ahora, que solo ha conseguido suscribir convenios con China, el Reino Unido y Vietnam, sino un reconocimiento de que esta Administración, en palabras de Leavitt, «quiere lo mejor para el trabajador estadounidense y desea los mejores acuerdos posibles».

Trump precisó en su decreto que la decisión se toma teniendo en cuenta el estado actual de las conversaciones, recomendaciones de funcionarios de alto nivel e información adicional recibida en este tiempo.

Pero el anuncio llegó el mismo día en que Washington empezó a enviar ya misivas a algunos de sus socios con los nuevos aranceles que contempla aplicarles a partir de agosto a menos que estos eliminen sus gravámenes y barreras comerciales.

Los dos primeros fueron Japón y Corea del Sur. Las importaciones de bienes desde estos países pasarán a pagar un 25 % en Estados Unidos, un porcentaje que no cambia en el caso surcoreano respecto a lo anunciado a principios de abril y que en el japonés sube un punto.

Otra docena de países se vio con nuevos gravámenes unilaterales debido a la falta de avance en las negociaciones: Birmania y Laos con un 40 %, Camboya y Tailandia con un 36 %, Serbia y Bangladés con un 35 %, Indonesia con un 32 %, Sudáfrica y Bosnia y Herzegovina con un 30 %, y Túnez, Kazajistán y Malasia con un 25 %.

Indonesia, Tailandia y Sudáfrica no experimentaron cambios respecto a lo adelantado en abril, mientras que el porcentaje de Malasia subió un punto, el de Camboya se redujo trece, el de Laos ocho, el de Bosnia y Herzegovina seis, el de Birmania cuatro, el de Túnez se rebajó tres y el resto dos.

En las cartas enviadas a los líderes de cada uno de esos países, y que en un ejercicio de transparencia, según la Casa Blanca, se difundieron en la red social de Trump, Truth Social, se les advierte que si quieren abrir su mercado a Estados Unidos y eliminar sus aranceles y barreras arancelarias Washington considerará «tal vez» un ajuste a dichas cifras.

«Estos aranceles podrían ser modificados, al alza o a la baja, dependiendo de nuestra relación con su país. Usted nunca quedará decepcionado con Estados Unidos», apuntó el magnate neoyorquino en esos textos que siguieron todos el mismo esquema.

Así, Washington recalcó en sus cartas que si estas naciones incrementan sus propios aranceles sobre los bienes estadounidenses se les sumará ese porcentaje al que se acaba de anunciar, y también se recordó que ninguno de esos aranceles modifican los contemplados por sectores, como los del 50 % para el acero y el aluminio.

Los bienes que pasen por un tercer país para evadir un gravamen más elevado quedarán sujetos a la cifra más alta.

La Casa Blanca rechazó que los cambios en las decisiones presidenciales resten credibilidad a su palabra.

Los presidentes de esos países, según Leavitt, «se tomarán las cartas en serio porque se han tomado al presidente en serio», y esa es la razón por la que el teléfono de Trump, a su juicio, «no para de sonar con líderes mundiales suplicándole llegar a un acuerdo».

Para el presidente los aranceles adelantados ya «son necesarios» para corregir años de políticas y barreras arancelarias que han provocado a Estados Unidos un déficit comercial en sus respectivos intercambios.

El mandatario incidió además en que no se imponen aranceles sobre las compañías que deciden fabricar sus productos en Estados Unidos, y en esa línea se recalcó que se hará todo lo posible para otorgar las autorizaciones pertinentes a las empresas que den ese paso.