Starmer y Merz sellan un frente común en defensa y contra la inmigración

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Keir Starmer y Friedrich Merz, en la entrada del número 10 de Downing Street
Keir Starmer y Friedrich Merz, en la entrada del número 10 de Downing Street NEIL HALL | EFE

El tratado obliga a Londres y Berlín a ayudarse mutuamente en caso de agresión

18 jul 2025 . Actualizado a las 08:33 h.

Keir Starmer sigue reconstruyendo las relaciones, especialmente las militares, con sus otrora socios comunitarios. Así, una semana después de recibir al presidente francés, Emmanuel Macron, el premier británico ha acogido al canciller alemán, Friedrich Merz, con quien firmó ayer el primer acuerdo de defensa entre el Reino Unido y Alemania desde la Segunda Guerra Mundial.

«Nuestro tratado de amistad defiende la libertad, la seguridad y la prosperidad, y el acercamiento entre nuestras jóvenes generaciones», declaró el canciller alemán, quien admitió que se «sorprendió» al enterarse que sería el primer pacto de esta naturaleza entre ambos países en ocho décadas.

En similares términos se pronunció el anfitrión, quien dijo sobre el acuerdo: «[Es] una prueba de la estrecha relación que mantenemos hoy y una declaración de intenciones, una declaración de nuestra ambición de colaborar cada vez más estrechamente».

El llamado Tratado de Kensington, firmado en el Museo Victoria y Alberto, compromete a Londres y Berlín a «ayudarse mutuamente, incluido por medios militares, en caso de ataque armado contra el otro». La cláusula es similar al artículo 5 del Acuerdo de Washington de 1949, por medio del que se constituyó la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una alianza que hoy está en entredicho por las actitudes aislacionistas del presidente de EE.UU., Donald Trump.

Asimismo, el texto declara a Rusia como «la amenaza directa más significativa» y establece que ambas partes pondrán en marcha programas conjuntos para desarrollar nuevas armas y ampliar el arsenal de las existentes.

Contra la inmigración

Como ocurrió con la visita de Macron, la inmigración ilegal también fue un tema central del encuentro anglogermano y fue incluido en el tratado que ambos mandatarios suscribieron.

«Queremos reducir drásticamente la inmigración ilegal», dijo Mertz, quien solicitó a Starmer que incluya a su país en el acuerdo que firmó con el presidente galo la semana pasada, por medio del cual Londres devolverá a todo simpapeles que llegue a sus costas, a cambio de aceptar a solicitantes de asilo que se encuentren en territorio francés.

«La cooperación entre el Reino Unido y Francia debe complementarse con un acuerdo que aspiramos a alcanzar entre los tres: el Reino Unido, Alemania y Francia», declaró el canciller.

Por su parte, Starmer anunció que Alemania se comprometió a reformar su ley para permitir incautar motores y demás implementos sospechosos de ser empleados por las bandas que trafican con personas. Más de 21.000 personas han logrado llegar al Reino Unido al cruzar el canal de la Mancha en pequeños botes, una cifra que es un 56 % superior a la del mismo período del 2024.

Pero mientras los mandatarios anunciaron medidas para cerrarle las puertas a ciertos inmigrantes, anunciaron otras para facilitar los viajes de otros. Así, a partir de agosto, los británicos que viajen a Alemania podrán utilizar las puertas electrónicas y ahorrarse las actuales colas en inmigración en los aeropuertos.

Asimismo, el acuerdo establece la construcción de una línea férrea que unirá las capitales británica y alemana.

«La puerta de Brandemburgo, el Muro de Berlín y el Checkpoint Charlie: en tan solo unos años, los británicos podrán visitar estos lugares emblemáticos directamente desde la comodidad de un tren, gracias a una conexión directa que unirá Londres y Berlín», aseguró a la BBC la ministra británica de Transportes, Heidi Alexander.