España se resiste a fijar un mínimo de votos para entrar en la Eurocámara

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela REDACCIÓN / LA VOZ

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Imagen de archivo de un pleno de la Eurocámara
Imagen de archivo de un pleno de la Eurocámara YVES HERMAN | REUTERS

Bruselas exige un umbral del 2 al 5 %, que dejaría a PNV o Junts sin escaños

26 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de siete años después de su aprobación, la reforma de la ley electoral europea sigue sin ser ratificada por España, convirtiéndose en el único Estado miembro de la Unión Europea que aún no ha completado este trámite. La normativa comunitaria de 2018 exige a los países con circunscripción única, como España, establecer un umbral nacional de entre el 2?% y el 5?% de votos para acceder a escaños en el Parlamento Europeo. La falta de ratificación tensa la relación con Bruselas, que considera que esta demora afecta al conjunto de los 27.

Un informe preliminar presentado en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo urge al Gobierno español a iniciar cuanto antes el procedimiento legislativo formal para adaptar su legislación y permitir que la reforma entre plenamente en vigor. El texto reconoce que no hay obstáculos jurídicos relevantes, pero sí graves resistencias políticas, principalmente por los pactos entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y partidos nacionalistas como el PNV.

La formación jeltzale condicionó su apoyo a la investidura de Sánchez, en noviembre del 2023, a que no se modificara la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) sin su consentimiento previo, lo que ha quedado plasmado en acuerdos bilaterales. Y es que los nacionalistas vascos serían los primeros perjudicados por la fijación de un umbral, al quedar excluidos del Parlamento Europeo si se aprueba el mínimo exigido por Bruselas.

En las elecciones del año pasado, el PNV cosechó un 1,63?% de los votos nacionales, y mantuvo su escaño gracias a que actualmente no existe umbral alguno en la legislación española. De aplicarse el umbral a partir del 3 %, sería Junts el siguiente partido en desaparecer de la Eurocámara. Por encima de esa barrera caería Podemos (a partir del 4 %), mientras que elevar el mínimo de votos requeridos al 5 % dejaría sin representación a Se Acabó la Fiesta, Sumar y Ahora Repúblicas, la coalición electoral de BNG, ERC y Bildu.

El documento reconoce que la reforma puede resultar «especialmente problemática para un sistema político tan fragmentado como el español», donde la entrada de partidos regionales y nuevas fuerzas ha sido habitual en las elecciones europeas desde 1987. El informe —aún en fase de borrador y al que se han presentado 104 enmiendas— considera que establecer umbrales mínimos contribuiría a tener un Parlamento Europeo más estable, funcional y representativo, y alerta de que el bloqueo español podría obligar al Parlamento a invocar ante el Consejo de la UE el principio de cooperación leal, recogido en los tratados europeos. La aprobación definitiva del informe está prevista para finales de año.

Refuerzo del bipartidismo

La fijación de umbrales para obtener representación en las elecciones europeas cambiaría el reparto actual de diputados por partido. A partir del 2 %, el Partido Popular se beneficiaría del escaño que pierde el PNV, y de fijarse en el 3 %, la desaparición de Juntos en la Eurocámara otorgaría un escaño más al PSOE.

Los principales movimientos se darían en caso de establecer la barrera mínima en el 4 %. El PP sumaría un nuevo eurodiputado, y también lo haría Vox, ya que Podemos se quedó hace tres años en el 3,3 % de los sufragios. En el escenario de elevar ese porcentaje al 5 %, algo impensable debido a la fragmentación de la escena política española —en la que se reparten 61 europarlamentarios—, solo tres partidos obtendrían representación: PP (28), PSOE (25) y Vox (8).

Umbrales en España

En España no existe un mínimo nacional de votos para acceder al Congreso, pero sí se aplica una barrera del 3?% en cada circunscripción: los partidos deben superar ese porcentaje de votos válidos en la provincia donde se presentan para entrar en el reparto de escaños. En las elecciones autonómicas, esa barrera varía según la comunidad: ocho de ellas, como Cataluña o Castilla y León, lo fijan en el 3?% de la circunscripción; y otras como Galicia, Madrid, Cantabria, La Rioja o Baleares lo sitúan en el 5?%. Hay casos especiales como Canarias, que combinan un 15?% insular con un 4?% autonómico, mientras que en la Comunidad Valenciana se exige un 5?% de los votos válidos en toda la región.

En el caso de Galicia, el umbral fue elevado del 3?% al 5?% en 1992 por iniciativa del presidente Manuel Fraga, quien aprovechó su mayoría absoluta para reformar la ley electoral autonómica. Esta modificación se aplicó por primera vez en las elecciones de 1993, convirtiendo a Galicia en pionera en subir el umbral al 5?%, una medida que luego replicaron otras comunidades.

Un informe avisa de la disparidad entre estados en la participación de las elecciones

El Parlamento Europeo indicó el pasado miércoles que las elecciones europeas de junio de 2024 estuvieron marcadas por la disparidad entre Estados miembro en cuanto a la participación en el proceso, apuntando a que pese a ser las elecciones de todo un continente estuvieron dominadas por asuntos nacionales.

Pese a alcanzar el 50,7 % de participación, en la mayor participación en 25 años, la Eurocámara avisa en un informe sobre la marcha de los comicios europeos de los problemas estructurales para la participación. Así, se registraron grandes disparidades en cuanto a Estados miembro, desde el 89% y el 82% de Bélgica y Luxemburgo, al 21% de Croacia y el 28% de Lituania. El documento señala a la baja participación de grupos vulnerables, la caída en el voto joven, límites para ciudadanos con doble nacionalidad o barreras burocráticas en general para acudir a las urnas.

Piden mayor visibilidad

Sobre los temas que marcaron las elecciones, los parlamentarios lamentan que dominaron los asuntos nacionales pese a tratarse de unos comicios europeos y las encuestas muestran preocupaciones compartidas. Es por ello que reclaman un cambio cultural y mayor colaboración con los agentes de la sociedad civil para que el discurso público se centre más en asuntos europeos. Así, instan a que los partidos nacionales y los medios de comunicación aumenten la visibilidad de la política a escala de la UE.

Para fomentar la participación, la Eurocámara apunta a la necesidad de aunar el día de la votación en uno solo, ya que en los comicios se votó desde el 6 al 9 de junio, y que se unifique la edad de participación, para, de esta forma, conseguir un proceso más unitario en la UE. También se insiste en que los candidatos principales de los grupos políticos sean luego los favoritos para liderar la Comisión Europea.