La inacción de los países árabes aísla a Palestina
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La mayoría se han limitado a hacer declaraciones de condena sin mayor trascendencia ni sanciones a Israel
11 sep 2025 . Actualizado a las 17:15 h.El compromiso de decenas de activistas del mundo árabe que se han unido a la flotilla de Gaza contrasta con el de los Estados árabes, que desde que se inició la ofensiva militar israelí se han limitado a hacer inofensivas declaraciones de condena, sin ninguna acción de presión a Israel.
De hecho, a menudo han tenido que ser países no árabes, como Sudáfrica, situado a miles de kilómetros de la Franja, quienes han intentado frenar una política de tierra quemada.
«En general, los regímenes árabes no han adoptado medidas concretas ante el genocidio en curso en Gaza. La principal razón es la priorización de sus intereses estratégicos y económicos por encima de los sentimientos populares de apoyo a los palestinos ante el horror que experimentan... Es algo que no resulta sorprendente habida cuenta de que la mayoría [de los regímenes] gobiernan en base a un creciente autoritarismo», espeta Yara Hawari, codirectora del think tank palestino Al Shabaka.
Este desfase entre la opinión de la llamada «calle árabe» y sus dirigentes se pone de manifiesto en cada nuevo sondeo. En uno de los más completos, elaborado por el Doha Institute, el 92 % de los encuestados consideran que la causa palestina concierne a todos los árabes y no solo a los palestinos. Un porcentaje parecido, el 89 %, se muestra contrario a normalizar relaciones con Israel.
«Aunque no son democráticos, los regímenes árabes tampoco pueden ignorar del todo sus respectivas opiniones públicas, que sienten horror por lo que pasa en Gaza. Por eso, tiene que hacer unos equilibrios complicados. Les preocupa que el malestar por sus posiciones respecto a Gaza pueda confluir con otros malestares, y los motivos no faltan, y pueda dar pie a un estallido social», matiza Haizam Amirah Fernández, director ejecutivo del Centro de Estudios Árabes Contemporáneos (CEARC). Hasta ahora, eso se ha traducido en declaraciones de condena a las matanzas de civiles perpetradas por Israel, otras de apoyo a la creación de un Estado palestino y el envío de ayuda humanitaria a los gazatíes cuando Tel Aviv ha dado su visto bueno.
Acuerdos de Abraham
De los 22 países que forman parte de la Liga Árabe, un total de seis han firmado acuerdos para establecer relaciones diplomáticas con Israel. El primero en hacerlo fue Egipto (1979), seguido de Jordania (1994), y a los llamados Acuerdos de Abraham patrocinados por Trump en el 2020 se sumaron Marruecos, Emiratos Árabes, Baréin y Sudán —si bien este último, en guerra civil, no lo ha aplicado—. Además, hay otros Estados que mantienen diferentes grados de relaciones económicas o de cooperación en seguridad con Israel, como Arabia Saudí. De todos estos países, ninguno ha roto relaciones diplomáticas con Tel Aviv.
En el otro bando, el de los países árabes con una posición más hostil hacia Israel, se sitúan Argelia, Túnez y Yemen (controlado por los hutíes), el único que ha aplicado presión militar sobre Israel con el lanzamiento de misiles y el acoso al tráfico marítimo en el canal de Suez. Un caso particular lo representan el Líbano e Irak, dos países muy fragmentados políticamente y en los que hay milicias proiraníes que consideran a Israel un enemigo. Una opinión que no es compartida por toda la clase política.
Las razones que explican la desidia de tantos Estados árabes respecto a Gaza son diversas. En primer lugar, algunos dirigentes, sobre todo los de las petromonarquías del golfo Pérsico, perciben a Irán como un mayor peligro que Israel. «La permanencia en el poder de estos dirigentes no depende de la elección de sus ciudadanos o súbditos, sino del apoyo externo de Estados Unidos, y esto condiciona su posición respecto a Palestina», asevera Amirah Fernández.