Un desencuentro que deja la legislatura en el aire
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«¿Cree usted que así podrá continuar gobernando?», le dijo el martes la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, a Pedro Sánchez
20 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La falta de acuerdo entre el PSOE y Junts supone un punto de inflexión en las relaciones de conveniencia que mantienen ambas formaciones desde la firma de los acuerdos de investidura de Pedro Sánchez. Muy lejos queda ya la imagen de Carles Puigdemont y Santos Cerdán en Bruselas, aunque esta tuvo lugar hace apenas dos años. Ni el buenismo de Zapatero es capaz de convencer ya a un Puigdemont cansado de esperar en Waterloo una amnistía que no llega. O una oficialidad del catalán en las instituciones europeas que no prospera. O una delegación de competencias de inmigración embarrancada en el Congreso por el rechazo de Podemos. Es cierto que el Gobierno está firmemente comprometido a cumplir con los acuerdos de investidura. Lo dijo el martes el propio Sánchez en el Congreso interpelado por la portavoz de Junts, Míriam Nogueras: «¿Cree usted que así podrá continuar gobernando?», le espetó desde su escaño. «Tenemos la máxima voluntad de cumplir los acuerdos», le respondió el presidente. Ocurre que, en ocasiones, solo con la voluntad no es suficiente. Y en el partido de Carles Puigdemont están cansados de las «excusas y dilaciones» de los socialistas, e insisten en que tomarán decisiones en otoño «si no se producen avances en las carpetas pendientes». Y esta vez parece que va en serio. Por lo pronto, ya han tumbado la reducción de la jornada laboral y la creación de la oficina anticorrupción, dos iniciativas de la vicepresidenta Yolanda Díaz, de Sumar.
El desencuentro manifiesto entre el PSOE y Junts deja la legislatura muy tocada. El próximo martes, Podemos puede dar la puntilla a un presidente del Gobierno incapaz de cumplir con los acuerdos que suscribe. No porque no quiera, sino porque no puede. Ni la aplicación de la amnistía depende del Ejecutivo, solo de los jueces; ni tampoco la delegación de las competencias de inmigración o la oficialidad del catalán (gallego y vasco) en la Unión Europea. Y esto no va solo de Junts. Tampoco puede cumplir los acuerdos alcanzados con sus otros socios independentistas de Esquerra, que acaban de entrar, en solitario, una proposición de ley en el Congreso para sacar adelante la financiación singular, que es a lo que se comprometieron PSC y PSOE para hacer presidente de la Generalitat a Salvador Illa. Aquí es Junqueras quien se planta: «Sin financiación singular, no hay presupuestos; ni en Cataluña ni en el Estado». Los republicanos ya se negaron a negociar el año pasado las cuentas de Illa. Y si Junts bloquea las que prepara Montero, ¿podrá Sánchez resistir un año más sin presupuestos?