Elegir entre la crisis latinoamericana o el coste de vida de España

Cecilia Valdez
Cecilia Valdez BUENOS AIRES / E. LA VOZ

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Barcos con las banderas de España y Argentina.
Barcos con las banderas de España y Argentina. Lavandeira Jr | EFE

Los argentinos de origen gallego resaltan la complejidad de vivir en el país bajo el mandato de Milei

08 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Liliana es contable e hija de gallegos: su madre y su padre se conocieron en el salón de la Casa de Galicia de Buenos Aires, uno era originario de Vilalonga y el otro de Dena. Es decir, que la única mezcla que tienen sus hijos es la de Lugo con Pontevedra, porque sus abuelos paternos eran lugueses. «En los últimos años no es fácil encontrar gallegos que hayan venido recientemente», admite. «Después de la crisis del 2001 quedamos muy relegados como destino. Habrá alguna situación, pero es muy excepcional. Yo trabajé en el Instituto Santiago Apóstol cuando recién se abrió, y hasta el 2006, y ahí eran todos descendientes de gallegos. Pero la experiencia de estos últimos años es como la de mi hijo, la de irse de Argentina, y no la de venir». 

El padre de Liliana llegó a Argentina en 1949, con 17 años, y su madre en 1951, y se conocieron unos años más tarde. Para Liliana, a la actual situación de Argentina la define un calificativo frecuentemente utilizado cuando se quiere describir la situación de ese país: compleja.

«Para la comunidad gallega, en particular, porque la mayoría de los emigrantes llegaron a tener sus propios negocios, y entonces son autónomos y se jubilaron con la [pensión] mínima», aclara. «Si bien hay gallegos con negocios que han funcionado muy bien, y de los cuales pueden seguir obteniendo rentas, y esos están un poco mejor, los que se jubilaron con la mínima no la están pasando nada bien y dependen de la ayuda de los hijos». 

Liliana Caneda.
Liliana Caneda.

Liliana opina que la ausencia de nuevas generaciones de gallegos en Argentina también se debe a que, actualmente, la situación en España es mejor que en la del país austral, que ya acumula muchos años de crisis. «También hay que pensar que acá hubo muchos golpes de Estado, y muchas situaciones complicadas desde el punto de vista político», opina.

«En lo personal, no soy nada optimista con la situación actual porque lo que veo es algo muy parecido a lo que fue la dictadura o la época menemista. Es decir, hay un determinado porcentaje de gente a la que le va muy bien, pero la pobreza crece de manera importante, por más que nos digan que algunos índices bajan. Vos ves cada vez más gente durmiendo en la calle, mucha más de la que veías hace diez años atrás. Me encantaría ser más optimista, porque tenemos un país súper rico y con un montón de posibilidades, pero no puedo», concluye la contable. 

Lucas Goas, economista: «Argentina siempre está instalada en algún tipo de crisis»

Lucas es hijo de Liliana Caneda y emigró a Galicia en dirección contraria al viaje que habían hecho sus abuelos a mediados del siglo XX. «Estaba estudiando el profesorado de educación física y me estaba haciendo cargo del restaurante de mi padre, pero no me daba la vida para estudiar y trabajar, y ahí surgió la idea de venir a Galicia», cuenta Lucas desde Santiago de Compostela, donde pasa sus vacaciones. 

«Argentina medio que siempre está en crisis y había que estar mucho sobre los precios y los proveedores, y era un trabajo para dedicarse full time», confiesa. «Entonces, me decidí y en el 2018 empecé los trámites para una beca que daba la Xunta para estudiar un curso de Formación Profesional en Galicia». 

Lucas Goas en el Santiago Bernabéu.
Lucas Goas en el Santiago Bernabéu.

Lucas había estudiado en el Instituto Santiago Apóstol de Buenos Aires (centro educativo gallego-argentino), y sus abuelos fueron activos participantes de instituciones vinculadas a la comunidad gallega, con lo cual todo lo relacionado con el tema siempre le fue afín. «Me dieron la beca y llegué a Galicia en julio del 2019, y decidí quedarme con mi familia de Vigo —aunque también tengo familia en Santiago y Sarria—, porque era la ciudad más grande; pero después me alquilé una habitación porque vivía con tíos de ochenta y pico de años y tampoco era plan». 

Los comienzos no fueron nada sencillos para el argentino puesto que a las dificultades que se le presentaron con el cobro de la beca, se le sumó la pandemia. «La Xunta tardó en pagar y tuve que buscarme un trabajo para subsistir cuando se me acabaron los ahorros; y como el trabajo no era compatible con los estudios, terminé dejándolos y cuando me depositaron el dinero de la beca, lo devolví». 

En la pandemia, Lucas logró mantener el trabajo y cuando terminó el contrato los dueños de la empresa le ofrecieron quedarse, pero terminó desvinculándose. «Volví unos meses de vacaciones a la Argentina y, como muchos amigos míos ya estaban instalados en Barcelona, decidí cambiar de rumbo y la verdad es que estoy contento, Barcelona es una especie de Argentilandia. Ahora estoy gestionando hipotecas en la parte financiera de una inmobiliaria, pero también estoy en un proyecto que tiene que ver con armar la filial del club de River en Barcelona. Eso lo hacemos muy a pulmón».

El plan de Lucas es quedarse en España: «No vuelvo ni loco. La verdad es que no me veo empezando de nuevo con 32 años».

Luis López, peón jubilado: «Tengo que seguir trabajando porque la jubilación no me llega»

Luis Lopez Brigos.
Luis Lopez Brigos.

Luis López Brigos guarda los mejores recuerdos de la comarca de Chantada (Lugo), donde nació y se crio. Su abuelo materno tenía una bodega en la ribera del Miño donde producía vino y aguardiente, y él emigró a Buenos Aires a los 12 años junto a su hermana, dos años menor, bajo la tutela del capitán del buque argentino Yapeyú, desde el puerto de la ciudad de Vigo. 

Durante su vida laboral Luis trabajó en oficios auxiliares de la construcción (instalador, gasista y fontanero), y entre sus aficiones se encuentran el coro, el dibujo a lápiz y la pintura artística. «Ahora estoy jubilado, pero tengo algunos trabajos pequeños que tienen que ver con la construcción», cuenta. «Tengo que seguir trabajando porque la jubilación sola no me alcanza para vivir». 

En relación a las medidas adoptadas por el actual gobierno, opina que «si bien Milei prometió una mejora para los jubilados, todavía hay que esperar que cumpla lo que prometió. El problema es que todos los políticos prometen en campaña, pero después no cumplen». 

Luis es propietario de una vivienda y eso le permite ahorrarse el pago de un alquiler: «Con mi jubilación y la de mi señora vamos tirando, más algún peso que pueda sumar con mi trabajo», aclara. «Parece que lo de la inflación se acomodó un poco, y espero que mejore todo, sobre todo por mi hija, por mi nieta, y por todos. Yo ya tengo 78 años y los años que me quedan quiero tratar de vivirlos lo mejor que pueda».

La hija de Luis no tiene intenciones de irse a Galicia, tiene trabajo y vive un piso arriba de la casa que en un futuro le quedará de herencia. Respecto a la falta de nuevas generaciones de gallegos en Argentina, también tiene una opinión formada: «Creo que ahora la gente emigra a otros países de Europa porque ven que la Argentina ya no es negocio y que hay otros países que prometen más. Además, la vida aquí no es nada barata».