Los expertos señalan Asturias como el litoral más afectado por el cambio climático

Efe OVIEDO/MADRID

ASTURIAS

La reducción del stock pesqueros, como el bonito, y el fuerte impacto de los temporales son los dos síntomas citados por los científicos

08 jun 2016 . Actualizado a las 18:19 h.

Coincidiendo con el Día Mundial de los Océanos que se celebra bajo el lema «Océanos sanos, planeta sano», expertos marinos han seleccionado para Efe los diez puntos más «enfermos» de los mares españoles debido a grandes males para su salud como el calentamiento, la sobrepesca o las especies invasoras. Aunque los efectos del cambio climático se sienten ya en todo el litoral español, los científicos coinciden en que una de las zonas más afectadas es la costa de Asturias, altamente impactada por la mayor intensidad de los temporales y por la merma de stocks pesqueros como el bonito, que migran a aguas más frías. No obstante, la «alerta roja» para la conservación en el litoral español está en el mar Menor (Murcia), aquejado «gravemente» por problemas como el cambio climático, la contaminación, el exceso de turismo y la falta de gestión, subraya Oscar Esparza, ecólogo marino de la ONG WWF. «La situación del mar Menor es extremadamente preocupante debido a los vertidos incontrolados de nutrientes de los cultivos intensivos del campo de Cartagena, el exceso de embarcaciones a motor que ha destruido los fondos, la contaminación por aguas residuales no tratadas y la dejación por parte de las administraciones», subraya Esparza. Josep-María Gili, biólogo marino del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona coincide en el diagnóstico: «La eutrofización del Mar Menor es alarmante, se está tornando en una sopa verde donde los peces tienen serios problemas para sobrevivir por la falta de oxígeno».

La bahía de Algeciras (Cádiz) ha sido considerado como otro de los principales puntos negros debido a la práctica del «bunkering», el repostaje en alta mar pasando el combustible de barco a barco, muy expendido en la zona del Peñón -por donde pasan 70.000 buques internacionales anualmente- debido a los bajos precios del fuel libre de impuestos. Estas gasolineras en alta mar operan a apenas medio kilómetro de la costa de Algeciras, San Roque y La Línea con un notable historial de vertidos contaminantes de hidrocarburos, según datos de la Fiscalía de Medio Ambiente. Los vertidos de aguas residuales hacen de las rías gallegas otro de los ecosistemas «más enfermos» del litoral, con grandes afecciones para el marisqueo. Esparza y Celia Ojeda, portavoz de Océanos de Greenpeace, han subrayado que las rías están también afectadas por la contaminación de instalaciones industriales como papeleras y astilleros, por las fugas de hidrocarburos de las refinerías y por las presión urbanística.

La plataforma continental marina de Almería, de entre 80 y 130 metros de profundidad, ilustra para el científico Gili otra enfermedad grave y común en el Mediterráneo español: la destrucción de hábitats por «el barrido» diario de la pesca de arrastre.«Lo que han hecho los pescadores en esta plataforma es equivalente a si los cazadores talaran el bosque para cazar», subraya. Pues bien el «bosque marino» mediterráneo es hoy una de las zonas «más pobres» en biodiversidad, a pesar de que era de las más ricas, indica Gili, quien ha estudiado con submarinos y robots esta plataforma.

Las especies invasoras, segunda causa de pérdida de la biodiversidad, constituyen otro de los grandes males de los mares españoles, perfectamente ilustrable en el delta del Ebro (Cataluña), donde el caracol manzana ha puesto en un brete a la economía de la zona y a un ecosistema, ya de por sí merma por problemas como la falta de sedimentos que se quedan en los embalses río arriba. Todo el litoral mediterráneo español, «sin excepción» según el científico de la Universidad de Cádiz, Andrés Cózar, está muy afectado por la contaminación por plástico, «con concentraciones muy superiores al Atlántico al ser »un mar cerrado acumulador, menos energético y con menos capacidad de dispersar estas basuras». WWF alerta también de la situación en la desembocadura y estuario del Guadalquivir (Andalucía), por la pesca ilegal, los proyectos cercanos de almacenamiento de gas, las especies invasoras y los dragados, que, a juicio de Esparza, »provocan vertidos, disminuyen la calidad de agua, y modifican las dinámicas sedimentarias«.

Otro de los déficit de la conservación de la costa española está, según Pep Arcos, biólogo marino de SEO/BirdLife, en los acantilados de Menorca y Formentera donde especies depredadoras introducidas como los gatos, la pesca de palangre o la presión urbanística están acabando con algunas de las aves marinas más amenazadas de Europa, como la pardela balear. A la lista hay que añadir la costa de Gerona, especialmente la zona de las islas Medas, foco de la pesca ilegal del coral rojo, muy codiciado por algunas firmas de joyería.