Cuatro visiones sobre la contaminación para el paraíso natural

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

PACO RODRÍGUEZ

Todos los partidos excepto el PP proponen la prohibición del fracking. Además los programas incluyen medidas de revisión del sistema de producción de energía y el horizonte de 2030 en la reducción de emisiones de carbono

11 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La protección del medio ambiente, la transición energética hacia un modelo basado en fuentes sostenibles, son objetivos compartidos por los principales partidos políticos en sus programas. Mirando la literalidad de los textos, todas las formaciones comparten una misma preocupación por los espacios naturales aunque algunos grupos tienen propuestas más concretas que otros y buena parte de las propuestas se limitan a una mera declaración de intenciones.

Plan del agua

Los populares comienzan haciendo suya la estrategia europea de reducir drásticamente las emisiones de carbono en el año 2030. Para ello apuestan por seguir «potenciando la penetración de las energías renovables en el mix energético» e incluye una inversión de 1.800 millones de euros en los próximos cuatro años para desarrollar un Fondo Nacional de Eficiencia Energética que compagine, según aseguran, tanto la reducción de las emisiones contaminantes con la garantía de la «competitividad de las empresas». En su programa en materia del medio ambiente, el PP hace bandera especialmente de la gestión del agua a nivel nacional con una «gestión integrada» de los recursos hídricos y un plan de gestión de riesgos de inundación. También se incluyen generalidades sobre la protección de la flora y la fauna además de los espacios naturales pero sin especificar medidas concretas. El plan del litoral aprobado por el anterior ejecutivo popular y que recibió una fuerte contestación por parte de los colectivos ecologistas, también se recoge en el nuevo programa. « Finalizaremos la revisión de los aspectos relacionados con esta legislación, como los deslindes y las nuevas situaciones jurídicas que se recogen en la misma», ya que una parte de esa normativa ha sido anulada por los tribunales. El PP también incluye la propuesta de un «sistema español de información, vigilancia y prevención de la contaminación atmosférica» y una revisión de la normativa de residuos y reciclaje con «el desarrollo de una economía circular que fomente la reutilización y el reciclado de residuos, y los integre en los procesos de producción, como materia prima para nuevos productos».

Prohibir prospecciones marinas

También los socialistas se acogen a los objetivos europeos de reducción de emisiones de carbono en 2030. El Programa socialista en materia de medioambiente es muy extenso e incluye la creación de una comisión que vele por este objetivo así como la propuesta de un calendario de cierre de centrales nucleares con más de 40 años de vida con una referencia explícita al cierre definitivo de Garoña en 2028. Respecto al carbón, los socialistas destacan que, en su plan de transición energética, es preciso mantener las ayudas a la quema de mineral nacional, si bien extremando las formas de combustión limpia lo que «requiere la aplicación de innovaciones tecnológicas dirigidas a la reducción de emisiones y la captura del CO2, incluidas las centrales térmicas a partir de gasificación inyectada».

El PSOE también hace una referencia explícita a la supresión del denominado «impuesto al sol» que grava el autoconsumo de energía y destaca que promoverá una reforma legislativa con efectos retroactivos respecto a las empresas dedicadas a la producción de energías límpias. El programa socialista cuenta con textos muy extensos sobre fiscalidad verde ya la preservación de especies amenazadas aunque no detalla todas sus iniciativas. Sí recoge una «revisión» del plan de costas aprobado por el PP mencionando que parte del texto ha sido declarado nulo por los tribunales y señala que propone «prohibir las prospecciones de combustibles fósiles y la minería en el fondo marino» al igual que apuesta por el veto al fracking.

Cierre de centrales

El Programa de Podemos recoge muchísimas iniciativas, algunas detalladas hasta el nivel local. Ya en su primer punto destaca su apuesta por desarrollar un «Plan Nacional de Transición Energética que movilice la inversión público-privada en eficiencia energética y energías verdes en un 1,5 % anual del Producto Interior Bruto (PIB) durante un periodo de veinte años» que, según aseguran, permitiría «una disminución del 30 % del consumo nacional de energía primaria». Sus propuestas incluyen el impulso de infraestructuras verdes, es decir del transporte colectivo, así como una plan paulatino para que todas las dependencias de la administración tengan fuentes de energía «100% renovable». Del mismo modo rechaza explícitamente autorizar explotaciones de fracking. Muchas de las propuestas de Podemos se corresponden una revisión integral del sistema de producción eléctrica, con «la recuperación por parte del Estado de las centrales hidroeléctricas cuyas concesiones a empresas privadas caduquen» e iniciativas contra prácticas de oligopolio por parte de las corporaciones. En particular señala que «se estudiará la posibilidad de separar la propiedad y la gestión de las redes de distribución».

Podemos incluye en sus propuestas el cierre paulatino de las centrales nucleares, también el cierre progresivo de las centrales de carbón y estudiar «de cuántas centrales de ciclo combinado se puede prescindir sin que varíen los estándares actuales de garantía de suministro». Todo ello, aseguran, debería llevarse a cabo «en el marco de una transición justa para los trabajadores de estas industrias, de manera que se garantice su progresiva recolocación en sectores limpios en igualdad de condiciones».

Ley de cambio climático

El programa de Ciudadanos también recoge un rechazo explícito al fracking. Del mismo modo se suma a los objetivos europeos para reducir las emisiones de carbono en 2030 y una Ley de Cambio Climático con «objetivos ambiciosos» en la que deberá participar una comisión científica. Los naranjas apuestan por medidas para impulsar el reciclaje y, más que por el transporte público, en las ciudades recoge iniciativas «para favorecer la industria automovilística de bajas o nulas emisiones». También incluye la supresión del «impuesto al sol» y «un Plan de Reducción de la Dependencia Energética Exterior, que reduzca la factura anual de importación de combustibles fósiles». 

Ciudadanos se sumó al pacto suscrito a comienzos de esta semana por los agentes sociales respecto al sector del carbón. En su programa también apuesta por un mix energético que deberá asegura «una oferta amplia de operadores de energía, eliminando barreras de acceso y garantizando la independencia entre empresas de generación, distribución (con la propiedad de las redes) y comercialización, evitando que dichas empresas continúen formando parte de un mismo grupo empresarial».