«El mejor freno a Podemos somos las fuerzas moderadas, no el PP»

Pablo Batalla Cueto GIJÓN

ASTURIAS

Nicanor García desgrana las propuestas de Ciudadanos en Asturias para las elecciones del 26-J

17 jun 2016 . Actualizado a las 12:44 h.

Nicanor García fue el cabeza de lista de Ciudadanos a las elecciones autonómicas del año pasado, y hoy es uno de los tres diputados que la formación naranja sienta en la Junta. En esta entrevista desgrana las propuestas de su partido para Asturias de cara a las generales del 26-J y reivindica a su partido como una garantía de moderación frente a la corrupción del PP y el peligroso populismo que a su juicio representa Podemos.

-Uno de los ejes del programa de Ciudadanos es «reconstruir la clase media y trabajadora». ¿Qué significa eso? ¿Cómo proyectan hacerlo?

-Más que reconstruir la clase media y trabajadora, lo que nos proponemos es ayudarla en el sentido de que ahora mismo sufre la mayor carga impositiva y por lo tanto quien más está sufriendo las consecuencias directas de la crisis, y de que a una grandísima parte de ella está empobreciéndola el trabajo precario. Queremos destinar unas ayudas específicas para que la clase media y trabajadora recupere la calidad y la dignidad del empleo y sobre todo romper la dinámica de contratos temporales de semanas, días e incluso horas, como existe ya incluso en la contratación pública y concretamente en la Sanidad asturiana. Queremos que se establezca un contrato de larga duración, llámese indefinido o llámese permanente, que dé al trabajador una estabilidad. También queremos aliviar la carga fiscal de los autónomos y los pequeños emprendedores y en este sentido proponemos que no se pague el impuesto de autónomos si no se ha superado en los ingresos el salario mínimo interprofesional. Si cada autónomo tuviese la posibilidad de contratar a alguna persona, acabaríamos de un plumazo con los tres millones de parados que tenemos.

-Una de las diferencias que Ciudadanos tiene con respecto al ya casi extinto UPyD es su posición con respecto al modelo de Estado. UPyD aspiraba a centralizarlo, mientras que Ciudadanos no cuestiona el modelo autonómico.

-No lo cuestionamos porque creemos que la estructura autonómica y la asunción de competencias en educación, sanidad, servicios sociales, etcétera, por las comunidades autónomas son buenas. No somos partidarios de que vuelva a asumirlas el Estado. Lo que sí proponemos es que esas competencias se armonicen y que no haya desigualdades entre comunidades a causa de desigualdades financieras que deriven en atenciones diferentes, es decir, en ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Los servicios públicos universales tienen que ser los mismos en todas las comunidades autónomas.

-La postura equidistante de su partido con respecto al problema de la violencia machista levantó ampollas en las anteriores elecciones. ¿Se les malentendió, o se les entendió perfectamente?

-Hubo un malentendido. Nosotros estamos en contra de todo tipo de violencia machista y lo que dijimos es que había que hacer también un tratamiento de la violencia intrafamiliar: de hijos a padres, de padres a hijos, etcétera. Nuestra posición es muy clara: condena de todo tipo de violencia y refuerzo de las leyes para que se acabe con esta lacra.

-¿Ha cambiado la posición de su partido a este respecto de las elecciones de diciembre a éstas, o sólo su formulación?

-Se ha cambiado la formulación para que esté más clara, pero la postura básica no ha cambiado. Básicamente es esa: un pacto nacional contra la violencia contra la mujer, sumar esfuerzos y poner medios para erradicar esta lacra de nuestra sociedad.

-¿Qué propuestas para Asturias hace Ciudadanos?

-En primer lugar, el AVE. Hay quien está diciendo que nosotros no somos partidarios del AVE, y es mentira. Todo lo contrario: siempre hemos dicho que somos partidarios de que se ejecuten los trabajos pendientes del AVE en los términos en que está licitado. Ciudadanos quiere que el AVE llegue a Campomanes en el ancho ibérico lo antes posible, y para eso es necesario que se ejecute el presupuesto previsto, cosa que no se está haciendo debido a la inutilidad del Gobierno de Madrid. Con otras infraestructuras básicas, lo mismo: hay que acabar la Autovía del Suroccidente. Hemos pasado recientemente por ahí y está prácticamente parado, porque solamente se ha ejecutado el 45% de la inversión, es decir, de 96 millones presupuestados sólo 43. Si se acabara la autovía y se le diese una salida aunque fuese hasta Canero, se podría hacer el recorrido Oviedo-Luarca por Canero en lugar de tener que dar la vuelta por la «Y» para salir por Avilés a la costa, y eso desatascaría la «Y» y haría innecesario ese tercer carril del que se está hablando, que nos parece un despilfarro. Otra cuestión fundamental es la minería del carbón. Nosotros hemos suscrito el manifiesto a favor de la minería. No se pueden cerrar 26 empresas en Asturias a golpe de negociación del PP con la Comunidad Europea. Hay que negociar con los sindicatos y ver la viabilidad que tienen algunas de estas empresas de cara al futuro. Si se acaba con las subvenciones, las mandaremos a la ruina. Y después hay una serie de políticas generales que proponemos para España que son perfectamente aplicables a Asturias: la armonización fiscal, por ejemplo, que en Asturias nos podría favorecer en cuanto al desequilibrio impositivo que tenemos en algunos impuestos, como el de sucesiones. Nosotros propugnamos que queden libres de imposición las herencias de hasta un millón de euros por hijo, la casa familiar y en su caso, si lo hay, la empresa familiar. No queremos suprimirlo al cien por cien, pero sí rebajarlo en esas condiciones.

-¿De quién o quiénes es la culpa que la anterior legislatura haya sido una legislatura fallida?

-No nos corresponde a nosotros señalarlo. Lo que sí decimos es que hicimos el máximo esfuerzo para que se llegase a acuerdos con quien asumió la responsabilidad de gobernar por mandato del Rey. Al final no pudimos llegar a acuerdos con otro partido que no fuese el PSOE, pero creemos que no es culpa nuestra, al contrario. Hubo un frentismo y un personalismo muy grande tanto en la derecha como en la izquierda más radical, que pidió votos y sillas en lugar de políticas, y eso nos abocó a unas nuevas elecciones que nosotros no queríamos.

-Las encuestas no parecen premiar el pacto que Ciudadanos alcanzó con el PSOE. No lo castigan, pero tampoco lo premian: Ciudadanos mantiene intacto su apoyo. ¿Cree certeros esos sondeos, o cree que los apoyos a su partido van a aumentar?

-Nos dan un ligero repunte en expectativa de voto, pero las encuestas son encuestas y la única que vale es la del día 26. Nosotros creemos que haciendo propuestas de cambio sensatas y llevando a cabo negociaciones también sensatas y coherentes podemos aumentar mucho nuestro nivel de votos entre la inmensa mayoría de personas cercanas al centro político que existe. No puede ser que la corrupción no cueste nada y no puede ser que el voto al PP siga siendo mayoritario teniendo la carga de corrupción que tiene, así que nuestras expectativas son buenas.

-Si el resultado que arrojan las elecciones del 26-J es el mismo o muy parecido al que arrojaron las del 20-D, la propuesta y la línea de trabajo de Ciudadanos, ¿van a ser las mismas, es decir, una Gran Coalición con PSOE y PP?

-La propuesta de Ciudadanos va a ser trabajar para que haya un acuerdo de Gobierno y que no se vuelvan a repetir de ninguna manera las elecciones. Habrá que llegar a acuerdos con quien proceda, bien sea con la fuerza mayoritaria o sin ella y mediante una coalición que sume mayoría absoluta. En principio, los dos partidos más concomitantes con nosotros, y con los que teóricamente será más fácil llegar a acuerdos, son el PSOE y el PP, pero habrá que ver cuáles son los resultados y qué dinámicas se dan luego.

-En la esta legislatura fallida se llegó a lanzar la hipótesis Borgen: un Albert Rivera presidente apoyado a derecha e izquierda por PP y PSOE ante la imposibilidad de éstos de llegar a un acuerdo directo. ¿Es una posibilidad?

-Tendría que proponerlo el resto de fuerzas. En todo caso, lo importante no son las personas ni las sillas, sino los programas, las propuestas, las ideas. Nosotros tenemos una serie de líneas irrenunciables que tienen que ver con la educación, con el empleo, con los autónomos, etcétera. Primero tenemos que llegar a un acuerdo en torno a eso. Quién lo gestiona es secundario y se negociará después.

-En la campaña de Ciudadanos para estos nuevos comicios se aprecia una cierta derechización del discurso con respecto a la anterior. ¿Existe esa derechización? ¿Es una estrategia consciente destinada a convencer a los votantes que el partido puede perder por su derecha descontentos con el pacto alcanzado con el PSOE?

-No, no, no, yo no creo que haya ninguna derechización de nuestro discurso. Al revés: tenemos un discurso muy centrado y muy pensado para esa capa de población que no llega a fin de mes, que sufre la pobreza infantil, etcétera. Es un programa muy social. En la cuestión económica nuestro programa es más liberal, pero es un programa equilibrado y que mantiene las grandes líneas del que presentamos a las elecciones de diciembre. No creo que se haya derechizado para nada, y la prueba de que estamos en el centro y no en la derecha es que también hay quien nos critica por lo contrario: por firmar un acuerdo con el PSOE. Sea como sea, yo creo que la gente puede entender perfectamente las circunstancias que se dieron, y en todo caso ese pacto está en suspenso ahora mismo. Veremos qué nos depara el futuro, pero de ninguna manera creo que ese pacto impida a la gente más de derecha y proveniente del PP que nos votó en las últimas elecciones volver a hacerlo.

-Ha sido polémico el reciente viaje del líder de su partido, Albert Rivera, a Venezuela, que muchos han tachado de oportunista y electoralista. En general, se critica la desmedida presencia que Venezuela está teniendo en esta campaña. ¿Qué opina usted?

-Albert fue invitado por el Parlamento de Venezuela para pronunciar un discurso, y aprovechó para entrar en contacto con las personas que sufren en estos momentos la persecución y la cárcel por razones estrictamente políticas y conocer la realidad del país: cómo se vive, las colas en los supermercados para conseguir alimentos, etcétera. No fue un viaje electoralista, ni mucho menos. Fue un viaje para intentar ayudar a los venezolanos a mejorar y denunciar una situación profundamente injusta. No fuimos a Venezuela ni a buscar dinero ni a obtener beneficios políticos, sólo a echar una mano. Lo que pasa es que hay partidos políticos a los que les incomoda que esa realidad se haga pública aquí en España. A ellos les digo lo que les dijo Albert Rivera: ellos que tienen mano con Maduro, que intenten ayudar a que se liberen los presos políticos.

-En los últimos días, desde Ciudadanos se insinúa que existe una estrategia consensuada entre PP y Podemos para debilitar al PSOE. ¿Lo cree usted así?

-Sí, sí. Creo firmemente que hay una estrategia común de polarización del voto por parte de PP y Podemos intentando anular a las fuerzas que estamos en el centro político, y creo que es un error suyo y que sería un error del electorado caer en esa trampa. Las fuerzas moderadas del centro político, como nuestro partido, somos más necesarias que nunca. La nuestra lo es especialmente, porque es la que puede equilibrar las políticas de PP y PSOE y la que ha impedido, como un dique de contención, que Podemos pactase con el partido socialista. Somos garantía de una política centrada, sensata y económicamente viable y positiva para España. El electorado no debe caer en la trampa de que hay que votar al PP para frenar a Podemos, porque el mejor freno a Podemos somos las fuerzas limpias, centradas y moderadas, no el PP. Hay que parar tanto la corrupción del PP como las políticas populistas de Podemos.

-¿Ve posibles unas terceras elecciones?

-No. Bueno, imposible no hay nada; no digo que no sean posibles unas terceras elecciones, pero nosotros no lo deseamos de ninguna manera y creemos que sería un rotundo fracaso de la política. Como ya ha dicho Albert Rivera en varias ocasiones, vamos a trabajar codo con codo y hasta la extenuación para que no las haya. Tenemos que ponernos de acuerdo y llegar a acuerdos de Gobierno como sea. El electorado está cada vez más desafectado de la política y no podemos seguir por ese camino.

-En el caso de que el PP gane las elecciones y dependa para gobernar exclusivamente del apoyo de Ciudadanos, ¿van a exigir el reemplazo de Rajoy por otro candidato?

-No, no vamos a hacer un frente de nombres ni de personas. Si el PP gana las elecciones y necesita o quiere negociar con Ciudadanos, se abrirá una mesa de diálogo en base a propuestas y programas, y después, en su caso, se hablará de personas. Nuestras propuestas van ligadas a acuerdos programáticos; no hay vetos. Lo dijo Rivera en el debate: no habrá vetos personales. Eso sí, queremos cambiar las cosas, y eso evidentemente puede pasar en algunos casos por cambiar a las personas.

-En esa ausencia de vetos, ¿entran partidos nacionalistas moderados como el PNV? ¿Cabe la posibilidad de que Ciudadanos se incluya en una coalición en la que también esté el PNV?

-No hay vetos al diálogo: así lo hicimos en la anterior legislatura y supongo que lo haremos también en ésta. Hablaremos con todas las fuerzas políticas. Otra cosa es llegar a acuerdos. A la hora de bajar a lo programático, evidentemente con partidos nacionalistas o independentistas que propugnan referendos de ruptura de España nosotros no tenemos nada que hablar. Nos levantaremos de la mesa inmediatamente, como ya pasó con Podemos en su momento.