El animalismo llama a las puertas del Congreso

Pablo Batalla Cueto GIJÓN

ASTURIAS

Carmen Anes, cabeza de lista en Asturias del Partido Animalista, expone las propuestas de su partido

21 jun 2016 . Actualizado a las 10:21 h.

En diciembre fueron la fuerza más votada de cuantas no consiguieron entrar en el Parlamento. Obtuvieron 219.181 votos que les permitieron sorpassar a UPyD y a Vox y fueron el triple de los que consiguió Coalición Canaria y los mismos que obtuvo EH Bildu, pero la ley electoral es como es y, si estas dos últimas formaciones sentaron respectivamente uno y dos diputados en el Congreso de los Diputados durante esta legislatura fallida, el Partido Animalista se quedó con las ganas de ver instalada en la Carrera de San Jerónimo a Silvia Barquero, la bilbaína de 42 años que preside la formación en los ratos libres que le deja su profesión de técnico superior en Secretariado Ejecutivo Bilingüe.

De esos casi 220.000 votos obtenidos por el PACMA -así se sigue llamando informalmente a la formación, que dejó el año pasado de llamarse Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal-, 4.482 fueron asturianos. También aquí quedó el partido sólo por detrás de los cuatro grandes e Izquierda Unida. Y también aquí, como en el conjunto de España, los animalistas doblaron los resultados de 2011 y cuadruplicaron los de 2008. PACMA es una fuerza en auge de la que ya no es descabellado esperar que acabe consiguiendo en algún momento ese escaño que ya no parece tan quimérico, emulando así a sus exitosos partidos hermanos de Holanda y Portugal. A tenor de las encuestas, no será en estos comicios anticipados, pero nunca se sabe. Como mínimo, el partido espera aumentar sustancialmente una vez más su volumen de sufragios sirviéndose de la desafección política de una parte del electorado ante la incapacidad de los partidos grandes para firmar un pacto que evitara unas nuevas elecciones. Cuando cunde la sensación de que votar no sirve de nada, el voto útil desciende y emerge el voto en conciencia. Y conciencia animalista parece haberla en algún grado en un país en el que, según una encuesta de 2015, un 34% de los españoles está a favor de abolir las corridas de toros.

Carmen Anes es la profesora de llingua asturiana que encabeza estas elecciones la lista de PACMA en Asturias. Nacida en Navia, pero residente y ejerciente en Gijón, Anes se unió al partido cuando llegó a la conclusión de que «no hay otro partido que se interese por los animales». Ni siquiera lo es, a su juicio, Podemos, formación en principio más sensible a estas cuestiones -los circos con animales y las corridas de toros han sido desterrados de varios municipios españoles tras la llegada de sus marcas blancas locales a los consistorios- pero desde la que, sin embargo, no se ha emitido hasta el momento ningún pronunciamento claro a favor de la abolición nacional de la tauromaquia.

Han indignado, y mucho, en PACMA las recientes declaraciones de Íñigo Errejón en contra de dicha abolición a tenor del «arraigo cultural» del espectáculo taurino. «Si ni siquiera la tauromaquia quieren prohibir, que es nuestra gran bandera y la de todas las personas amantes de los animales, ¿en qué podemos ponernos de acuerdo? ¿En mejorar la vida del toro antes de que muera?», se pregunta Anes cuando se le consulta sobre las negociaciones informales que en algún momento llegó a haber para integrar su partido en la coalición Unidos Podemos, y que no llegaron a buen puerto por el voto masivo en contra de los militantes de PACMA.

Sacrificio cero

No sólo de antitaurinismo vive PACMA. Como recuerda Anes, «nuestro nombre ya no es Partido Antitaurino, sino Partido Animalista sin más». El cambio fue abordado el año pasado, cuando, como parte de un proceso general de renovación de la imagen siguiendo las recomendaciones de los expertos en marketing político, también se abandonó el logo anterior consistente en la silueta de un toro banderilleado y sangrante tachado por una señal de prohibido para adoptar uno más amable consistente en la cabeza de un toro que juguetea con un pajarillo.

Anes resume así las otras medidas animalistas que incluye el programa de la formación: «Lo más importante de todo es el sacrificio cero. Se mueren todos los días miles de animales en las perreras. Pero no pedimos sólo dejar de sacrificar: también hay que educar de otra manera, meter en la educación que los animales son seres vivos con derechos para evitar que se abandonen tantos animales domésticos. Y hay que prohibir la venta de animales: no puede ser que, estando las perreras llenas de animales, se estén vendiendo perros y gatos en tiendas porque tienen pedigrí y se estén regalando en cumpleaños y Navidades para luego acabar abandonados a los pocos meses». Otras propuestas del partido incluyen prohibir la caza y la pesca deportiva, cerrar las granjas peleteras y de foie-gras, clausurar zoológicos y acuarios y transformarlos en santuarios de animales, crear una figura de Defensor de los Animales dependiente de las Cortes Generales, disponer ayudas públicas para gastos veterinarios, crear un registro estatal de personas inhabilitadas para tener animales, prohibir el sacrificio de los animales en las perreras o permitir el acceso de mascotas a hospitales, albergues y comedores sociales.

Los derechos de los animales ocupan, comprensiblemente, el grueso del programa de la formación, pero ésta también se ha preocupado en los últimos tiempos de incluir en aquél medidas más generales encaminadas a conseguir la justicia social. «El programa», cuenta Anes, «tiene unas sesenta páginas, y en él hay propuestas sobre empleo, I+D, educación, vivienda... Una cosa que proponemos es fomentar la investigación y el uso de las energías renovables. Lo que hace el PP es todo lo contrario: multa por tener energías renovables. Nosotros queremos ser los primeros en Europa en energías renovables y conseguir un modelo sostenible que podamos exportar al resto del mundo».

Anes se muestra confiada en que, esta vez sí, el partido conseguirá el ansiado escaño. «La gente tiene que estar harta, porque los partidos han estado dando vueltas durante meses, que si pactamos, que si no, para al final volver a hacer elecciones, algo que cuesta un dineral aparte de la incertidumbre de no tener Gobierno. Hay mucha gente decepcionada, y creo que ese voto nos va a favorecer», opina, y recuerda que, si ese escaño se consigue, se habrá logrado con un presupuesto irrisorio: apenas 20.000 euros para toda España. «Hacemos la campaña», cuenta, «casi exclusivamente en redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram... No tenemos subvenciones de ningún tipo y el dinero de las cuotas nos da para pegar unos pocos carteles que ni siquiera tenemos suficiente gente para pegar». A la organización asturiana, explica, se le envía un pequeño monto de dinero desde Madrid para «pagar la gasolina del coche con el que vamos de aquí para allá y hacer la cartelería: todo lo demás lo hacemos como podemos».