Asturias se encuentra entre las comunidades donde más votos hay que lograr para obtener un escaño en el Congreso de los Diputados
26 jun 2016 . Actualizado a las 08:10 h.Desde hace tiempo, pero especialmente en los últimos años, el debate sobre la proporcionalidad del sistema electoral español ha regresado a la actualidad. Son varios los partidos que llevan en sus programas propuestas de reforma para cambiar el modelo vigente que beneficia a las formaciones mayoritarias en detrimento de los grupos que concurren en el ámbito nacional pero que, a pesar de registrar un número considerable de votos, logran menos escaños que los partidos que concentran sus electores en un determinado territorio. Incluso en el ámbito autonómico asturiano se ha iniciado ya en esta legislatura una reforma de la ley electoral (con el acuerdo inicial de PSOE, IU y Ciudadanos) para garantizar mayor proporcionalidad en los resultados.
No todos los votos valen lo mismo. Metroscopia ha publicado esta semana un gráfico con el coste del voto por comunidades que revela que Asturias se encuentra entre los territorios donde más caro resulta obtener un diputado, concretamente 77.627 votos; muy lejos de los apenas 25.986 que son precisos para obtener un diputado por Soria, la provincia más barata. Según explica Francisco Camas, autor del artículo, el origen del sistema vigente se remonta a los inicios de la Transición en los que se buscó un modelo que no marginara las poblaciones rurales en detrimento de las urbanas, mucho más pobladas. El resultado es que el peso de los diputados por provincias del interior, especialmente en ambas Castillas, es mucho mayor que varios territorios de la periferia. «De acuerdo a los resultados del 20D y teniendo en cuenta la participación electoral, el “precio justo” de un escaño debió ser exactamente 72.367 votos -resultado del cociente entre el número total de votos emitidos (25.3 millones) y el número total de escaños a repartir (350)- Pero fueron apenas una decena de provincias las que los repartieron de manera equitativa, entre las que destaca Cádiz, donde los 9 representantes les costaron a los partidos 72.246 votos cada uno. En el resto de circunscripciones, el precio fue mayor o menor hasta el extremo de Madrid y Soria: un escaño madrileño costó 100.748 votos y uno soriano 25.986»; señala Camas.
Murcia y Asturias
Asturias se encuentra lejos de esa media, 7,3 puntos de carestía para obtener el diputado. Pero, además, hay una desproporción respecto autonomías con una población similar. Es el caso de la comparación entre Asturias y Murcia planteada por el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, Miguel Presno Linera.
Asturias es una comunidad muy envejecida en el que censo de votantes se acerca mucho al total de su población. Son 982.827 registrados en el censo lo que significa que apenas 100.000 del poco más de un millón de asturianos tienen menos de 18 años. Asturias cuenta con ocho escaños en el Congreso y cuatro en el Senado. Murcia, con un censo de 1.034.064, elige a 10 representantes en la cámara baja, un 25% más de escaños por apenas un 5% más de habitantes.
El profesor de Derecho Constitucional destaca que esta disparidad se agrava dado que la representación se obtiene por el número de población, pero el incremento en la demografía murciana de las últimas décadas se debe a la llegada de población emigrante que no tiene derecho a voto. Una circunstancia que no se da en Asturias, comunidad en la que tanto en el periodo anterior a la crisis como en la actualidad se encuentra entre las comunidades con menor flujo de población extranjera.