Bomberos advierten del riesgo de que Asturias no pueda atajar las emergencias en verano

PILAR CAMPO OVIEDO

ASTURIAS

Aseguran que se han dado casos de  parques que se han quedado con «tres, dos e incluso ningún efectivo si hay una incidencia»

04 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias corre el riesgo de sufrir graves problemas para atajar las emergencias este verano. Así lo constatan los Bomberos adscritos al Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), que reconocen que están ya al límite. Hartos de que su voluntad «dialogante» choque con la «pétrea» postura de la Administración regional, dibujan unas sombrías perspectivas de futuro ante las graves deficiencias que detectan en sus condiciones laborales y sociales, a causa de la paulatina merma de la plantilla y la «caótica» organización que sufren en los turnos de trabajo. El cese de Rafael Abril como director general de Justicia, para incorporarse a un juzgado en Gijón, ha venido a sumarse a su desconfianza ante el desinterés que aprecian en el Ejecutivo regional por un inminente desbloqueo del conflicto laboral que, tal y como advierten los representantes del comité de empresa, podría agravarse por la falta de efectivos durante la época estival.

A pesar de la originalidad de sus protestas, con simulacros de crucifixión y entierros, entre otras medidas, para escenificar el riesgo que entraña la escasez de recursos en un servicio destinado a cubrir las emergencias, en los despachos oficiales siguen haciendo caso omiso a sus peticiones de mejora que pasan ineludiblemente por cubrir las vacantes previstas en el catálogo de puestos de trabajo, la implantación del horario de 24 horas a todo el personal de Intervención, la equiparación de categorías y una Ley de Emergencias.

El comité de empresa está formado por 13 miembros: CSIF (7), CSI (4), USIPA (1) y UGT (1). Sus integrantes mantienen un posicionamiento unánime sobre la necesidad de plasmar, por escrito, un acuerdo que facilite el desarrollo de su actividad diaria. Su discrepancia se centra en la conveniencia de la continuidad de las movilizaciones en la calle, ya que el sindicato CSI se ha desmarcado en la tregua concedida al consejero de Justicia, Guillermo Martínez, y mantiene en solitario la convocatoria de nuevas concentraciones ante la sede de la Junta General del Principado.

Una plantilla, bajo mínimos

«En CSI seguimos con las protestas porque llevamos avisando, desde noviembre de 2014, de la necesidad de solucionar los graves problemas que afectan al servicio. En la Administración han tenido tiempo en ocho meses de protestas para arreglarlo. Sólo nos han pedido, a través de una carta del consejero, que abandonáramos las movilizaciones porque estábamos en pleno período electoral, nada más», sostiene su delegado sindical, Joaquín Álvarez, que está convencido de que nunca ha habido un interés por parte de la Consejería de Justicia de entablar una « negociación real».

El presidente del comité de empresa, Marco Antonio Rivero Saavedra, del sindicato mayoritario  CSIF,  está a la expectativa de ver si, tal y como les pidió en su carta el consejero Guillermo Martínez, sin mediar movilizaciones, el nuevo gerente del SEPA, Eugenio García, se sienta con los representantes sindicales y refuerza el servicio. No obstante, tanto él como Joaquín Álvarez coinciden en que es urgente un cambio radical en la organización y distribución del trabajo, con la ampliación de las dotaciones de personal. «En el catálogo consta que tiene que haber 386 personas y en la práctica hay 340. Faltan 40 auxiliares de bomberos, que son vacantes que acaban sin cubrir en los parques estacionales o auxiliares», resaltan.

La figura de auxiliar sólo existe en Asturias. Esta categoría no está ni siquiera recogida en el catálogo de puestos de trabajo que se publica en el BOE. En las autonomías donde está regulada, como Navarra, Cataluña, Valencia o Andalucía, es una figura equivalente, pero son peones forestales que sólo acuden a incendios forestales con un bombero como responsable, mientras que en el Principado un auxiliar puede estar al mando en incendios forestales e intervenciones menores como achiques, aperturas de viviendas o retirada de enjambres, entre otras.

Turnos de 24 horas

Otro de los «puntos calientes» de la negociación es la ampliación de los turnos de 24 horas a todo el personal de Intervención. Para el comité de empresa es imprescindible la inmediata incorporación a este turno de los 96 auxiliares de siete parques que trabajan en la franja horaria comprendida entre las 11.20 y las 22 horas. Los turnos están compuestos en la mayoría de parques, sobre el papel, por cuatro efectivos, pero en la práctica nunca están al completo, bien por descansos o permisos. «Si hay una incidencia, se puede dar el caso de que estén dos, uno e incluso ninguno. En Pravia ha habido dos efectivos y, por ejemplo, en Avilés, que es una zona industrial con 180.000 habitantes, hay veces que acaba habiendo únicamente tres porque los movilizan a otros concejos», señalan los representantes sindicales.

Sin embargo, el SEPA no está por la labor. «El razonamiento que da la empresa es que durante el día hay más incidencias de emergencias de incendios forestales pero eso es absolutamente falso. Los incendios forestales se derivan más a las horas de la noche, porque el 99 % de los incendios forestales son provocados y los que queman aprovechan cuando hay menos efectivos. Cuando los auxiliares no están trabajando, hay dotaciones que no superan los tres efectivos durante la noche y a primera hora de la mañana. Nosotros no distinguimos las emergencias por las noches o por el día, pero el principal problema es que se confunde incidencia con emergencia», aseveran Marco Antonio Rivero y Joaquín Álvarez.

La Ley de Emergencias entra también en el paquete de reivindicaciones. Aunque hay dos proposiciones de ley en este sentido, según denuncian los sindicatos, el freno lo pone el PSOE, que se ha desvinculado en su defensa del resto de los partidos del arco parlamentario. La pelota ahora está en el tejado del nuevo gerente del SEPA.