Hume, Delibes y Cánovas del Castillo, protagonistas de los últimos exámenes de la PAU

Pablo Batalla Cueto REDACCIÓN

ASTURIAS

Estudiantes examinándose
Estudiantes examinándose Universidad de Oviedo

La segunda convocatoria de la prueba asturiana de acceso a la universidad comenzó esta tarde

05 jul 2016 . Actualizado a las 20:28 h.

«Estimo llegado el momento de proponer a las Cortes Españolas como persona llamada en su día a sucederme, a título de Rey, al príncipe don Juan Carlos de Borbón y Borbón, quien, tras haber recibido la adecuada formación para su alta misión y formar parte de los tres Ejércitos, ha dado pruebas fehacientes de su acendrado patriotismo y de su total identificación con los Principios del Movimiento». A este texto, aquel en el que el dictador Francisco Franco dejaba nombrado al actual rey emérito como su sucesor en 1969, tuvieron la opción de enfrentarse los estudiantes asturianos presentados al examen de historia de España de la segunda convocatoria de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), abierta esta tarde para 974 estudiantes con las convocatorias de lengua castellana, historia de la filosofía además de ésta de historia patria.

La otra opción de los estudiantes de historia para el comentario de texto fue el Manifiesto de Manzanares, redactado por Cánovas del Castillo y firmado por el general O’Donnell en 1854 tras liderar el pronunciamiento liberal que la historia conoce como Vicalvarada. Como temas grandes para desarrollar pudieron escoger entre la Restauración y la guerra civil, pidiéndoseles de este segundo tema que hablaran de la sublevación militar, de las etapas del conflicto, de su internacionalización y de la evolución política de las dos zonas.

Aristóteles o Hume fueron las dos opciones para los estudiantes de historia de la filosofía. En cuanto al examen de lengua y literatura, el texto escogido para abrirlo fue uno de Luis Barbero comentando el último Congreso Internacional de la Lengua Española con el contundente título de «Español e inglés, dos lenguas condenadas a entenderse». Se pidió a los examinados que, además de resumir el texto, analizaran morfológica y sintácticamente algunas de sus oraciones o expusieran breves reflexiones sobre el bilingüismo o el panhispanismo tomándolo como base. También hacer un breve comentario de Los santos inocentes, de Delibes, o Ética para Amador, de Savater, los dos libros que los bachilleres podían escoger leer este año con vistas a este examen.

Del total de matriculados, 539 son mujeres y 435 hombres. La cifra se ha incrementado en 45 estudiantes con respecto a la convocatoria de julio del pasado año. Las pruebas se realizarán en siete sedes repartidas entre Oviedo, Gijón, Avilés, Ribadesella, Cangas del Narcea y Tapia de Casariego y 231 correctores garantizan el buen desarrollo de la PAU.

La prueba, previsiblemente la última según el actual modelo, se estructura en dos fases: una fase general, obligatoria para todos los estudiantes, que valora la madurez y destreza de los jóvenes. El alumno que la supera, consigue el acceso a la Universidad y la nota no caduca. La segunda fase es la específica, una prueba voluntaria, que evalúa los conocimientos y capacidad de razonamiento en ámbitos disciplinares relacionados con los estudios que se pretenden cursar y, además, permite mejorar la nota de la fase general.