Los médicos piden prohibir el tabaco en las playas

Graciela M. Camporro REDAC

ASTURIAS

PACO RODRÍGUEZ

El debate sobre el veto a fumar en los arenales llega a Asturias tras una una iniciativa que ha partido de Galicia

06 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La batalla contra el tabaquismo llega también a las playas. A pesar de que se trata de un espacio al aire libre, médicos y expertos reclaman que los arenales estén libres de humo. La primera comunidad en plantar cara al tabaco y llevar a cabo una campaña para prohibirlo en las playas ha sido Galicia. Ya en 2012, el Ayuntamiento de Baiona copió la Iniciativa del Estado de Nueva York de prohibir fumar en los arenales, convirtiéndose junto con Niza en la primera playa libre de humos en Europa. Desde el pasado viernes, en una veintena de playas de la comunidad está prohibido fumar. Una iniciativa que no sólo tiene como fin cuidar el medio ambiente, sino también promocionar la salud y prevención de la enfermedad. En Asturias, como en toda la geografía española, este proyecto podría llevarse a cabo y es una solicitud de los médicos de atención primaria, que exigen el veto en tabaco en los arenales.

«Me parece una medida muy acertada, ya que de esta forma se incide sobre la salud individual de la persona, del fumador pasivo y además se preserva el medio ambiente. Se van dando pasos muy apropiados e interesantes, ya que según nuestra legislación vigente en España, en el año 2011 se prohibió fumar en espacios públicos cerrados gracias a la nueva Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo. Por lo tanto con medidas como no fumar en espacios abiertos, campos de futbol, playas, etc, se consigue avanzar en la prevención del tabaquismo», comenta José Luis Díaz-Maroto, coordinador nacional del grupo de tabaquismo de Semergen, la sociedad de médicos de atención primaria. En su misma línea, el que fuera miembro de la Unidad Antitabaco, José Luis Alcázar, ha señalado que «más allá del tema residuos, el tabaco en espacios al aire libre como la playa es un riesgo para la salud de los fumadores pasivos».

Los expertos ven también en esta medida una forma de concienciación, sobre todo para los menores. «Los niños son grandes imitadores. Se fijan en cualquier cosa en cualquier espacio. Al tabaco pueden asociarlo como un placer en la playa», dice Alcázar. Desde Semergen señalan que la playa «es un lugar muy frecuentado por personas y niños que no tienen que estar expuestos al humo de tabaco, e incluso estos últimos ingerir de forma accidental las colillas de los cigarrillos que se tiran o se esconden en la arena de la playa»

¿Y cómo se tomará esta medida el 26% de población fumadora? «En un principio lo normal será que este tipo de medidas o de prohibiciones no gusten a los fumadores, sin embargo tenemos la experiencia de la prohibición de fumar en los espacios públicos cerrados, en este sentido los fumadores se adaptaron perfectamente y con ejemplaridad. Hay que tener en cuenta que los espacios para fumadores se irán acotando con el tiempo, cerrados y abiertos», señala el coordinador nacional del grupo de tabaquismo de Semergen. Por su parte, Alcázar sabe que la iniciativa provocará rechazo en un primer momento. Para él, prohibir el tabaco en las playas sería un paso hacia adelante como lo fue la ley antitabaco. «Ahora mismo, un 26% de la población es fumadora. Hay que tomar otras medidas para que la cifra descienda». El que fuera responsable de la unidad antitabaco ha pedido además que se cumpla la ley, ya que asegura que en espacios como los hospitales no se cumple la actual normativa. «Es importante que se cumpla la ley. En los hospitales, por ejemplo, no se puede fumar en todo el recinto, ni alrededores ni aparcamiento».

Desde el colectivo médico, también son conscientes del papel ejemplarizante que deben tener. «La función modélica del médico y de los demás sanitarios es imprescindible, en este sentido ya queda recogida en la ley mencionada anteriormente que en los centros sanitarios no se puede fumar, y además que tampoco se puede fumar en sus recintos aunque estén al aire libre», comenta Díaz Maroto.