Las ramificaciones asturianas de la trama comisionista de De la Serna

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

El senador asturiano Ovidio Sánchez recoge su acta
El senador asturiano Ovidio Sánchez recoge su acta J.L.Cereijido | EFE

El diputado medió con Alsa para lograr el transporte público en Rabat, con Contratas Iglesias para introducirse en Panamá y Ovidio Sánchez trató de ofrecer el mercado indio a Central Lechera Asturiana

19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres empresas asturianas aparecen en las investigaciones sobre las operaciones como comisionistas del exdiputado del PP Pedro Gómez de la Serna junto con el entonces embajador en la India Gustavo de Arístegui y en las que también habría ofrecido su labor como asesor el exsenador y hoy diputado del PP asturiano, Ovidio Sánchez: se trata de Contratas Iglesias (a la que se le habrían ofrecido obras en África y Panamá), Central Lechera Asturiana (para la que Sánchez se habría ofrecido a mediar para introducirse en el mercado indio) y Alsa (con la que los comisionistas trataron de buscar un acuerdo para hacerse con la concesión del transporte público en la ciudad de Rabat, en Marruecos). 

En el caso de Alsa, la empresa habría pagado un total de 95.580 euros para repartirse en tres partes iguales entre Arístegui, De la Serna y la compañía Dial Trading como mediadora con las autoridades de Rabat. A este pago, la empresa asturiana se comprometía a añadir un total de 200.000 euros en el caso de que se lograra la concesión del transporte urbano (aunque no se logró) y durante el tiempo en el que duraran las negociaciones, hasta 12.500 euros, en este caso mensuales, en concepto de asesoramiento.

La India y Angola

Tampoco llegó a fraguar nunca la negociaciación para llevar a Central Lechera Asturiana a La India, un extremo que además la empresa ha negado tajantemente aduciendo que se trata de un mercado «saturado» en el que no tiene interés en entrar. El diputado asturiano Ovidio Sánchez, que en principio reconoció que había alquilado un despacho en la oficina de De la Serna y Arístegui (habían constituido una empresa denominada Voltar Lassen después de que el exembajador soñara con ese nombre), aparece con su firma en un contrato de confidencialidad rubricado por De la Serna, su agente José Fayá y otro intermediario, Ángel Fernández; además de tener un correo corporativo de la empresa, el de osd@voltarlassen.com, cuyas siglas coinciden con las de su nombre. Central Lechera ha negado en todo momento haber participado en esa negociación, mientras que Ovidio Sánchez ha asegurado que su intención era meramente llevarles a «una feria» pero que nunca llegó a concretarse. En ese caso, el que fuera presidente del PP asturiano hubiera cobrado un 25% de comisión.

Ovidio Sánchez también aparece en correos de Voltar Lassen en los que se menciona la posibilidad de celebrar un encuentro en Portugal para participar en labores de comisionista con empresas españolas en Angola junto con representantes del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) que gobierna diversos territorios en el país africano. Sánchez aseguró en las últimas semanas que su colaboración con De la Serna y Arístegui se había limitado a unos pocos meses ya que se encontraba demasiado ocupado por su labor parlamentaria; sin embargo, según recoge la página web Qué hacen los diputados en esa legislatura su actividad fue bastante limitada reduciéndose a 10 iniciativas y 54 intervenciones en el pleno.   

La tercera empresa asturiana implicada que aparece en la investigación es Contratas Iglesias que sí llegó a firmar un acuerdo con el despacho de De la Serna y Arístegui, en el año 2009, para construir hospitales en Panamá. En este caso la empresa asturiana se compromoetía a abonar 8.000 euros mensuales por labores de asesoramiento además de una cifra de entre el 2,5 y el 5% de comisiones por los contratos que pudieran llevar a cabo. El contrato asume a Panamá como territorio exclusivo de Voltar Lassen en estas operaciones hasta el punto de que, incluso en el caso de que Contratas Iglesias consiguiera negocios por su cuenta en el país, tendría que conceder a De la Serna y Arístegui entre un 3,5 y un 5% del beneficio obtenido. Los comisionistas se comprometían ha hacer de lobby de la empresa asturiana tanto en los contactos que pudieran emprender con el gobierno centroamericano como con compañías públicas o privadas del país.