La negociación del presupuesto arranca entre recelos

Luis Ordóñez / Agencias REDACCIÓN

ASTURIAS

PACO RODRÍGUEZ

Podemos reclama una cita con el Ejecutivo al que acusa de «dilatar los tiempos» después de un verano sin apenas contactos

13 sep 2016 . Actualizado a las 12:17 h.

Después de unos meses de julio y agosto en el que las posiciones de los grupos apenas se movieron respecto al inicio de la negociación presupuestaria, la primera junta de portavoces de la Junta General posterior al Día de Asturias dio pie al inicio del diálogo entre Podemos, PSOE e IU para sacar adelante las cuentas autonómicas. Un primer paso, eso sí, lleno de recelos y en el que los primeros acercamientos llegaron acompañados de reproches. El portavoz de Podemos Asturias en la cámara asturiana, Emilio Léon, afirmó que solicitarían un encuentro con el Ejecutivo para entablar el debate sobre los presupuestos después de haber recibido una contestación por parte de la Consejería de Hacienda a sus propuestas en materia fiscal. León afirmó que ese documento remitido por el gobierno asturiano era una valoración de las iniciativas planteadas por Podemos en diciembre del año pasado, durante la anterior negociación que fracasó y llevó a la prórroga vigente en este ejercicio.

Sin embargo, fuentes del Ejecutivo autonómico afirmaron que el documento remitido el pasado viernes a Podemos hacía referencia a «propuestas genéricas» planteadas por los morados en un primer encuentro celebrado el pasado 28 de julio respecto a las reformas de tributos autonómicos. Se trata, según las mismas fuentes, de un «documento interno» en el que el Gobierno ha trabajado «con simulaciones y datos» respecto a la incidencia en los ingresos regionales que podrían conllevar las propuestas fiscales de Podemos. Un documento para sentarse a hablar en la siguiente reunión. ¿De qué propuestas se trata? En la jornada de este lunes, desde Podemos no se quiso hacer declaraciones respecto al contenido concreto de su oferta y tampoco quisieron valorarlas desde el partido socialista. Hay que remitirse a ese 28 de julio para conocer lo que los responsables de Podemos señalaron a la salida de ese primer encuentro con el PSOE. Entonces se habló de una reducción del 25% del impuesto de hidrocarburos, el conocido como «céntimo sanitario». También una corrección del llamado «error de salto» en el impuesto de sucesiones (un asunto que ya fue abordado en el pasado proyecto de presupuestos) para hacer más progresivo el pago del tributo a partir de herencias superiores a 150.000 euros; Podemos planteó además en julio cambios en materia de transmisiones patrimoniales y respecto al tramo autonómico del IRPF. En concreto, respecto a este último, una reducción de la presión sobre los que ganan menos de 60.000 euros; mientras que sobre el segundo, la reducción de los tipos impositivos del 8 al 6,5 por ciento en el impuesto de transmisiones patrimoniales por debajo de los 150.000 euros. 

Verano en vano

Hasta aquí lo concreto, el resto de posicionamiento de los grupos de cara a esta primera fase de la negociación correspondió a estrategias de marcar distancias entre sí en una situación muy influida por la dinámica de bloqueo de la investidura en el Congreso de los Diputados. Así, el portavoz de Podemos en Asturias, Emilio León acusó al gobierno autonómico de estar «dilatando los tiempos» para iniciar las conversaciones sobre las cuentas regionales a la par que calificaba al Ejecutivo asturiano de «gobierno de vuelva usted mañana» pendiente, a juicio de Podemos, de que Rajoy lograra la investidura como presidente en el ámbito nacional.

Lo cierto es que, a lo largo del verano, tanto desde PSOE como desde IU se hicieron reiterados llamamientos a los morados para iniciar las conversaciones, primero para alcanzar un acuerdo en materia fiscal que sirviera de base, una vez pactado un mínimo común sobre los ingresos autonómicos, para la elaboración de los presupuestos. Desde IU se llegó incluso a plantear formalmente la constitución de una «mesa tripartita» en la que abordar este asunto pero la oferta de la coalición fue desdeñada por el diputado de Podemos Enrique López quien reclamó que se presentara un «anteproyecto» de los presupuestos para sentarse a negociar. Tanto PSOE como IU respondieron que la presentación de un anteproyecto reduciría el margen de maniobra respecto a cualquier cambio en las cuentas, ya no se podría abordar el monto global del presupuesto sino que sólo se podrían cambiar partidas entre consejerías.

De hecho, el portavoz de IU en la Junta General, Gaspar Llamazares, repitió una vez más este lunes su propuesta de que para garantizar unos «presupuestos del cambio» y una cierta estabilidad a lo largo de la legislatura es necesario llegar a una acuerdo a tres bandas entre su coalición, PSOE y Podemos que juntos suman 28 diputados en la cámara autonómica. De otro modo, a juicio de Llamazares, el gobierno asturiano «en precario» estará abocado a «una prórroga permanente».

Oferta del PP

Desde el PP, su presidenta regional, Mercedes Fernández, volvió a ofrecerse al partido socialista a pactar los presupuestos a cambio de una reforma fiscal que reduzca drásticamente el impuesto de sucesiones. Se trata de una propuesta que el PP ya ha lanzado en varias ocasiones y que el PSOE ha rechazado una y otra vez. Para los socialistas, los populares no aclaran cómo garantizarían los ingresos de la comunidad con una rebaja impositiva de este tipo y, además, tal acuerdo representaría la ruptura del acuerdo de investidura alcanzado con IU al comienzo de la legislatura, un pacto que desde el Ejecutivo se insiste que se cumplirá «escrupulosamente».

Si para Podemos, el gobierno de Javier Fernández anhela que se facilite, mediante una abstención del PSOE, la investidura de Mariano Rajoy, desde PP y Foro se le reprocha todo lo contrario, con más contundencia si cabe por parte del partido casquista. Su presidenta, la diputada Cristina Coto, afirmó que «Javier Fernández, como barón del PSOE que es, puede exigir el fin del bloqueo y la apertura de una negociación planteando peticiones para Asturias», ha señalado Coto, que ha afirmado no entender que el presidente de la región que tendrá el tercer peor crecimiento en 2016 «anteponga la disciplina de partido a un negociación con contraprestaciones para Asturias».