Los títulos superiores mantienen la FP a flote

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

RAMON LEIRO

La matrícula se mantiene gracias a los grados más especializados. Crece el itinerario de Wert para los que fracasan en la ESO

13 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La matrícula de los títulos de Formación Profesional (FP) en Asturias se mantiene estabilizada gracias a los grados superiores, es decir, a aquellos que suponen una mayor especialización y que además pueden abrir la puerta a la Universidad. Sin embargo, los grados medios pierden alumnos. El Principado no consigue potenciar la cifra global de estudiantes en FP pese a que se lo marca como objetivo año tras año. La región tiene una gran bolsa de recién titulados universitarios pero cuenta con mercado en algunas áreas para técnicos medios, un perfil profesional al que se tiene acceso desde este tipo de formación. Sí ha registrado, en cambio, un aumento del número de alumnos de la FP básica, el polémico itinerario trazado por el ministro José Ignacio Wert para los alumnos que fracasan en la enseñanza Secundaria. En solo un curso ha pasado de 594 inscritos a 802. Esto supone un crecimiento del 35% en apenas un año.

Los datos los ha facilitado la propia Consejería del Principado, coincidiendo con el inicio de curso. La administración explica que se han inscrito en 14.979 estudiantes, lo que supone casi 70 alumnos menos que un año antes. Del total, 2.813 optan por la modalidad a distancia y el resto -12.166- se sientan a diario en las aulas. De esos 12.166 presenciales, 5.592 se instruyen en un grado medio y los 6.574 restantes, en uno superior. Mientras que el primero pierde alumnos, el segundo los gana, lo que demuestra que el interés por los grados superiores sigue en aumento. Hay otros datos curiosos entre los facilitados por el Gobierno. Casi cinco de cada diez matriculados pertenecen a las comarcas de Avilés y Gijón. Estos dos territorios aportan 6.763 inscripciones al total regional.

FP básica 

Del mismo modo, llama la atención la radiografía de la FP básica, que cumple tres años de implantación. Ni las reticencias del profesorado, de los directores de centro y de los Gobiernos regionales lograron frenar este itinerario pensado para los jóvenes que fracasan en su intento de obtener el título de la ESO. El problema estriba en a quién iban dirigidos. Son los propios docentes los que tienen que elegir, en función de su perfil, a los alumnos que hay que derivar, con el consentimiento de las familias. Durante los dos primeros cursos, no se cubrieron todas las plazas y la cifra de estudiantes rondó los 600. En este tercer año, el crecimiento es del 35%, al pasar de 594 inscritos a 802.

El análisis del perfil revela que son mayoritariamente hombres los que aceptan seguir estudiando en la FP básica, 608 varones frente a 194 mujeres. También es aplastante el porcentaje que se inscribe en centros públicos frente a la red concertada.