La pobreza no tiene freno en Asturias

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Álvaro Ballesteros

Alrededor de 6.000 asturianos han entrado en riesgo de exclusión social en el último año. Otros 45.000 viven en hogares con menos de 332 euros al mes

14 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi 70.000 asturianos no pagan a tiempo todas sus facturas. Casi 125.000 no pueden permitirse mantener su vivienda a una temperatura adecuada en pleno invierno. Más de 55.000 no comen carne, pollo o pescado cada dos días debido a la falta de presupuesto. Más de 304.00 viven con el temor de tener un gasto imprevisto que no serían capaces de asumir. Si la situación de esta parte de la población es delicada, más lo es la de aquellos que viven en una situación de pobreza extrema. Hay 45.000 que residen en hogares que cuentan con unos ingresos totales inferiores a los 332 euros al mes. Con ese dinero tienen que dar de comer a todos sus miembros, sufragar los gastos corrientes y afrontar hasta el más mínimo desembolso. Las víctimas de la crisis no solo no han desaparecido sino que continúan aumentando de forma desenfrenada. En el Principado, hay 6.000 personas más en riesgo de pobreza o exclusión que hace solo un año.

Esta cascada de datos pertenece al VI informe de El estado de la pobreza en España, que elabora la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES). Ofrece una minuciosa radiografía del grado de cumplimiento del objetivo social especificado en la Estrategia Europa 2020 y revela que la supuesta mejora de los indicadores macroeconómicos aún no se nota en el día a día de la población. Asturias presenta luces y sombras con respecto al resto del país. El riesgo de exclusión y el porcentaje de población en situación extrema son inferiores en el Principado. El umbral de la pobreza se sitúa casi 2.000 euros por encima de la media nacional, lo que representa que el dinero da para más. Sin embargo, el Arope, que es un indicador que recoge con un único porcentaje las penurias económicas, la desigualdad, la privación y el desempleo, empeora en el Principado mientras mejora en el resto de España. La media es aún mejor pero la tendencia resulta poco esperanzadora.

Uno de los aspectos en los que hace especial hincapié es en las personas mayores que dependen de sus pensiones. Cuatro de cada diez mayores de 65 años en la región viven con estrecheces. El informe recoge que hay, al menos, 124.00 jubilados con unos ingresos mensuales que les colocan en un riesgo evidente de pobreza y exclusión social. Existen otros datos para la alarma. De los 45.000 asturianos que sufren una pobreza extrema, al residir en hogares que subsisten con menos de 332 euros al mes, casi 7.000 son mayores.

La evolución de la renta media por persona durante los ejercicios de la crisis ha sido uno de los lastres con los que han lidiado los asturianos. En 2015, esa barrera se situó en 11.427 euros al año. Esa comparativa es peor que la tasa nacional y también supone un importante retroceso con respecto al 2009. En euros contantes y sonantes, tienen casi 1.200 euros menos en los bolsillos para gastar.  

La sangría del censo tampoco está ayudando demasiado a corregir todas estas estadísticas. El número de habitantes continúa su carrera hacia el precipicio espoleada por el envejecimiento de la población y ahora también por la marcha masiva de los inmigrantes. El punto de inflexión se registró en 2012. Hasta entonces, los extranjeros asentados en Asturias resistieron como pudieron los rigores de la recesión y siguieron asentados en la región. Descendió el volumen de llegadas pero el saldo era positivo. En 2013, comenzaron los números rojos. El porcentaje de población de otros países inició el mismo camino que el saldo vegetativo. En tan solo tres años han regresado a casa casi 10.000. Además, cada ejercicio hacen más las maletas. En el 2015, fueron más de 3.700. La inmensa mayoría está en edad de trabajar. Los que superan los 65 años apenas es significativo.