Cinco depredadores online asturianos

Pilar Campo OVIEDO

ASTURIAS

Los tribunales siguen el criterio de la Fiscalía y saldan con condenas los delitos de distribución y tenencia de este tipo de material

02 nov 2016 . Actualizado a las 07:40 h.

Las diligencias abiertas por la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Asturias por delitos de distribución y tenencia de material pornográfico infantil han registrado un aumento significativo en los últimos años en el Principado. Así lo ha podido constatar el fiscal delegado de Delitos Informáticos, Alberto Rodríguez Fernández. En la mayoría de las ocasiones, las investigaciones practicadas han derivado en sentencias condenatorias en los tribunales de justicia asturianos, siguiendo así el criterio mantenido por el representante de la acusación pública, una vez que las pruebas presentadas en la vista oral han sido irrefutables y se ha podido refrendar que los imputados habían compartido archivos de contenido pedófilo a través de internet tras haber engañado a las víctimas, en la mayor parte de los casos, simulando ser un menor de edad. Con algunas de las niñas incluso habían contactado a través de sus propios hijos. Entre los casos juzgados se encuentra el de un hombre que obtuvo fotografías o vídeos de las menores desnudas tras convencerlas, de forma individual, de que estaba enamorado de ellas y se iba a suicidar si no accedían a sus deseos, logrando así su propósito.

La Voz ha reunido algunos de los casos más recientes que han sido juzgados y se han saldado con sentencias condenatorias, confirmando así las solicitudes de pena mantenidas por la Fiscalía, después de que los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado procedieran al decomiso del material pornográfico infantil que se encontraba casi siempre en archivos y discos duros de los ordenadores de los domicilios de los investigados.

Niñas de 11 y 12 años eran sus víctimas

Uno de los casos más graves ha sido juzgado en la Audiencia Provincial. El pasado mes de mayo, los magistrados del tribunal de la Sección Segunda condenaron a un procesado a penas que suman 17 años de prisión, 39 años alejamiento y 10 años de libertad vigilada por un delito continuado de corrupción de menores y otro delito continuado de abuso sexual. El acusado reconoció los hechos que le imputaba la Fiscalía y aceptó las penas solicitadas tras admitir que contactaba con niñas, de entre 11 y 12 años, a través de whatsapp y se hacía pasar por un menor de edad para obtener fotografías y vídeos suyos de contenido sexual que luego compartía por internet. Con una de las menores llegó a mantener numerosos encuentros sexuales, «fingiendo ser el padre del supuesto adolescente con el que creía que se comunicaba por internet». 

Durante cinco meses, en el período comprendido entre los meses de mayo y septiembre del año 2014, el procesado entró en contacto telefónico vía whatsapp con una niña de 11 años, de la que obtuvo su número por su hijo menor, que acudía al mismo centro escolar que ella. A través de la niña, consiguió los teléfonos de otras cinco menores, de entre 11 y 12 años.

Del falso enamoramiento al suicidio imaginado

El acusado simulaba que era un adolescente y en unas ocasiones decía que se llamaba Manu y en otras que era José. A unas niñas les hacía creer que vivía en León y a otras que residía en  Barcelona. En las distintas conversaciones que el procesado mantenía con ellas les decía que «estaba enamorado de cada una de ellas, que quería convertirse en su novio y les pedía a todas, en conversaciones independientes, que le enviaran fotos vestidas, en bikini, desnudas, de sus pechos y órganos genitales». Tras un tiempo recibiendo estas fotos y ganada ya su confianza, comenzó a pedirles que le enviaran vídeos de «mayor contenido sexual».

El procesado envió a las menores cientos de mensajes de texto a cualquier hora del día, diciéndoles, además de que estaba enamorado de ellas, que «sería capaz de quitarse la vida si no le demostraban lo que le querían enviándole esos vídeos, o también que terminaría con la relación si no accedían a ello». La Fiscalía corroboró que los vídeos comenzaron siendo de escasa duración para alcanzar los treinta minutos, llegando a competir entre sí las niñas al contarles él «la relación que mantenía con amigas suyas y el tipo de vídeos que le mandaban, con el objetivo de conseguir vídeos de mayor contenido sexual».

Una prueba de amor con el padre del supuesto adolescente

También mantuvo contacto telefónico con varias menores de edad de la provincia de León. Con una de ellas, de 12 ellos, contactó a través de su hijo menor y, una vez que habló con ella, ésta le proporcionó el teléfono de varias amigas suyas, en concreto, de cuatro de entre 11 y 12 años. Ante todas ellas se presentaba «como Juan, un chico adolescente, y les pedía fotos y vídeos de contenido sexual, a lo que las menores accedieron».

El material que fue enviado por las menores al procesado era compartido por éste con otros usuarios en las redes pedófilas, ya que tenía instalado el programa Ares, utilizado para descargar y compartir servidores de archivos por internet, como se acreditó por parte de la Sección de Informática Forense perteneciente a la Unidad Central de Criminalística de la Policía Judicial de Madrid.

Asimismo, el procesado le dijo a una de las niñas, utilizando la identidad de Manu, que si le quería «tenía que acostarse con su padre, presentándose el procesado, en fecha no determinada pero en todo caso entre el mes de mayo y septiembre de 2014, como padre de Manu y llegando a tener numerosos encuentros sexuales con la menor, unas veces en el domicilio de él y otras en su coche, entregando a la niña regalos que decían ser de su supuesto hijo Manu».

Los contactos, a través de las redes sociales

El Juzgado de lo Penal número 1 de Oviedo condenó, también en el mes de mayo pasado, a otro hombre que, a lo largo del año 2013, a través de las redes sociales, ofreció dinero a cambio de sexo a dos menores, de 14 y 17 años, respectivamente, e hizo la misma proposición a otro menor, que en ese momento tenía 15 años.

El tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial condenó, el pasado mes de febrero, a un acusado al que se le ocuparon archivos de contenido pornográfico infantil, 25.169 fotografías y 2.203 vídeos. 

En Avilés ha sido condenado un hombre que, en el año 2012, contactó con un menor a través de la red social Tuenti cuando éste tenía 13 años. Tras varios contactos consiguió reunirse con él en los meses de febrero y marzo de 2013 en un hostal. En ese intermedio de tiempo el acusado consiguió que el menor le enviara fotos suyas desnudo por whatsapp que, sin su conocimiento, ni su consentimiento subió a la red social Tuenti, en el mes de abril. Una amiga del menor vio las imágenes, el 6 de abril de 2014, constando que fueron difundidas entre sus compañeros de instituto.

En un registro en el domicilio del imputado en Oviedo, el día 22 de julio de 2014, se incautaron equipos informáticos, discos duros, CDs y su teléfono móvil, apareciendo imágenes pedófilas con menores de edad en uno de los CDs y en un disco duro externo. Además, en el disco duro externo apareció la imagen del menor desnudo que fue difundida por la red social Tuenti. Estos hechos afectaron gravemente al menor, que incluso tuvo que permanecer varios días en casa sin acudir al instituto.

Ofrecía dinero a cambio de sexo a los menores

El Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo ha dictado una sentencia condenatoria contra otro acusado que había sido investigado por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia de San Clemente-Cuenca, relacionadas con la tenencia y difusión de pornografía infantil a través de internet. El hombre, en los meses de septiembre y octubre de 2008, al menos en 25 ocasiones, descargó y distribuyó un fichero con 285 archivos de niños menores de 13 años exhibiendo, en actitud erótica, sus órganos genitales y realizando actos sexuales con personas mayores de edad y otros menores.

El Juzgado de Instrucción número 1 de San Clemente-Cuenca autorizó, el 26 de noviembre de 2009, el registro en el domicilio del acusado, en Oviedo, donde se encontraron, en el disco duro del ordenador y en tres discos duros externos, archivos de uso personal y distribuidos a través del programa E-Mule con imágenes de menores exhibiendo sus órganos genitales, en actitud erótica y humillante para ellos, y realizando actos sexuales.

En otro caso, cuya vista oral se celebró este pasado mes de octubre, un hombre, ha sido condenado tras aplicarle una circunstancia atenuante cualificada por retraso mental. El acusado aceptó una pena de un año y once meses de prisión tras alcanzar un acuerdo de conformidad su defensa con la Fiscalía y admitir los hechos imputados por la acusación pública.