El PSOE descarta una negociación tripartita en la fase parlamentaria

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, entra en la Junta General del Principado con el proyecto de presupuestos para 2017.La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, entra en la Junta General del Principado con el proyecto de presupuestos para 2017
La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, entra en la Junta General del Principado con el proyecto de presupuestos para 2017

Los socialistas no creen que haya «disposición» por parte de Podemos. La formación morada considera que habrá pacto con el PP mientras IU llama a no resignarse

30 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de que el proyecto de presupuestos haya sido entregado a la cámara, los grupos susceptibles de sumar una mayoría suficiente para aprobarlo mantienen visiones diametralmente opuestas sobre su grado de aceptación, y además --iniciada ya la fase de los trámites parlamentarios-- la posibilidad de que se celebren encuentros amplias, más allá de las reuniones bilaterales, comienza a alejarse cuando no a descartarse directamente por parte de las distintas formaciones. Desde el grupo parlamentario socialista, su portavoz Fernando Lastra, hizo suyo el argumento del Ejecutivo de que se trata de un texto donde podrían encontrarse distintas sensibilidades políticas, «sería poco sensato, y creo que no hay forma razonable de plantear un rechazo total al presupuesto», señaló a la hora de valorar qué tipo de enmiendas podrán presentar los grupos en las próximas semanas. Desde el punto de vista socialista, el proyecto recoge buena parte de las solicitudes de IU (en particular respecto al gasto social) aunque no incluya las tasas ambientales reclamadas por la coalición visto, aseguran en el PSOE, el rechazo de Podemos. A vez, tratan de tentar a los morados con el incremento de la exención del impuesto de sucesiones a 200.000 euros (algo que IU considera «excesivo») y, llegado el caso, como un posible punto «intermedio» ante la exigencia del PP de suprimir totalmente el tributo para los herederos directos.

Pero si los socialistas creen que es un proyecto abierto, el portavoz parlamentario de IU, Gaspar Llamazares, lo consideró «cerrado». Precisamente porque ha llegado a la Junta General con el apoyo de un único grupo y, ahora ya presentado, el debate se reduce fijados ya los ingresos a mover partidas entre consejerías. Llamazares, que insistió en que en su grupo «no nos resignamos» ante la posibilidad de llegar a una nueva prórroga afirmó que «seguiremos trabajando por un presupuesto de cambio posible, no digo de izquierdas porque hay grupos que no se reconocen de izquierdas, pero sí de cambio» y e insistió en que, junto a los encuentros bilaterales, la coalición estudiará la posibilidad de que se celebre la reunión «tripartita» (entre Podemos, PSOE y la propia IU) que nunca llegó a celebrarse en la anterior fase de negociación.

Pero si antes esa reunión a tres bandas fue descartada por Podemos ante la insistencia de IU y los socialistas, ahora para el PSOE ha perdido ya sentido. Fernando Lastra apuntó que, en las próximas semanas, tendrá que haber diálogo con los grupos sobre las enmiendas que se presentarán pero «no estoy pretendiendo que vaya a haber una segunda ronda, tiene que ser otro tipo de relación» y, si bien destacó que las conversaciones debe ampliarse a todas las formaciones, un encuentro tripartito «no creo que se pueda producir porque no sé si esa disposición existe».

¿Y Podemos? Dado que el proyecto del Ejecutivo no recoge todas y cada una de las propuestas fiscales de los morados, su portavoz Emilio León consideró que «el gobierno ha dicho claramente no». Más aún, el portavoz de Podemos insistió en que el verdadero interés de los socialistas es un buscar un pacto con el PP como una suerte de pago por la abstención del PSOE en la investidura de Rajoy. «Sigo con la impresión de que el gobierno le hace un guiño con un ojo al PP después de haber perdido el otro en la investidura», señaló León para quien el aumento de la exención a 200.000 euros (una propuesta de su propio grupo) es «el fetiche del PP» y responde a que el PSOE «busca un acuerdo implícito» con los conservadores «antes que con el resto de grupos».

Rechazo del PP

Sin embargo, también desde el PP se ve muy lejos la posibilidad de que pudieran respaldar este proyecto de presupuestos. Su presidenta en Asturias, Mercedes Fernández insistió en que el requisito para apoyarlos debe ser su supresión para los herederos directos. No una rebaja ni una reforma, sino su eliminación. A juicio de los populares esta medida representa ya una cesión considerable por su parte y afirman que la negativa de los socialistas a asumirla significa que «no quiere unos presupuestos aprobados con el PP». Más aún, los populares han insistido ya desde la Junta de Portavoces del lunes (con el único apoyo de Foro) en que se celebre un pleno extraordinario sobre sanidad, algo que el resto de partidos rechaza porque consideran que el debate presupuestario tiene prioridad. Mercedes Fernández acusó a los socialistas de «cercenar los derechos de la oposición» y tratar de evitar que el presidente Javier Fernández ofrezca explicaciones ante el parlamento. La presidenta del PP afirmó en Coaña que «si presidir una gestora perjudica a Asturias, yo quiero un presidente que presida Asturias y vele por los intereses generales de los asturianos».

Ante la idea de Podemos de que el PSOE busca un acuerdo bajo la mesa con los populares, Fernando Lastra afirmó que se trata de «conjeturas que no se sustentan más que en opiniones» y añadió que «si Podemos dice eso y el PP dice que no, alguien no dice la verdad». Por su parte, y respecto a este mismo asunto, el portavoz de IU, Gaspar Llamazares indicó que «puede ser una forma de verlo» pero que su grupo  tiene «una responsabilidad que no queda únicamente salvada en que el PP se abstenga o no. Yo asumo mi responsabilidad y quiero que el presupuesto sea de cambio. Yo no me resigno a la prórroga o a la prórroga de la prórroga pactada con el PP. El mandato de los asturianos es un presupuesto con sensibilidad social, no el presupuesto de la derecha».