El PP insta a los socialistas a hacer «movimientos» para lograr un acuerdo por «el interés general»

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Mercedes Fernández junto a Fernando Martínez-Maíllo y Pedro Sanz.
Mercedes Fernández junto a Fernando Martínez-Maíllo y Pedro Sanz.

Mercedes Fernández señala que su grupo tiene un «derecho legítimo» a querer influir en las cuentas regionales y recuerda que ya logró un pacto en 2015

20 dic 2016 . Actualizado a las 19:11 h.

La presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, ha defendido este martes el «derecho legítimo» de su partido como principal fuerza de oposición en la Junta General para influir en el contenido del presupuesto del Principado para 2017 elaborado por un Gobierno que, según ha advertido, sólo tiene el respaldo de 14 de los 45 diputados.

En declaraciones a los periodistas, Fernández ha abogado por aprovechar las escasas horas que quedan antes de que mañana se cierre el plazo de presentación de enmiendas para «trabajar con eficiencia y pensando en el interés de Asturias».

Según la líder popular, el PP ya superó «la prueba del algodón» al apoyar las cuentas del Gobierno socialista en 2015, actualmente prorrogadas, y es ahora el jefe del Ejecutivo, Javier Fernández, quien tiene que «hacer movimientos» si quiere recabar los apoyos suficientes en la Cámara.

«La predisposición del PP es favorable, pero tenemos alguna pretensión», ha añadido en alusión a las modificaciones que exige en el impuesto de sucesiones y que van más allá de las introducidas por el Gobierno en su proyecto, corregir el 'error de salto' y elevar el mínimo exento a 200.000 euros para herederos directos. En concreto, los populares asturianos han reclamado la supresión de este tributo para los herederos directos.

Fernández ha incidido en que, dado que las conversaciones no estaban «lo suficientemente avanzadas», el PP ha decidido aplazar de hoy a mañana la reunión de su Comité Ejecutivo Regional, que se celebrará tres horas antes de que se cierre el plazo de enmiendas.

A dicho órgano se trasladará, ha apuntado, la propuesta que acuerde esta tarde el Grupo Parlamentario Popular en el que Fernández admitió que había discrepancias, «todas con fundamentos», sobre la decisión a adoptar y aseguró que, personalmente, la postura que menos le gusta es la de la abstención que, unida a la de IU y Ciudadanos, posibilitaría también su aprobación.

«Estamos apurando las conversaciones y esperamos y deseamos llegar a un acuerdo último, pero no sería inteligente avanzar posturas negociadoras», ha añadido la líder popular que ha emplazado al resto de formaciones a dejar de mirarse «de reojo» y a pensar en el interés general y no en los «cálculos partidistas».

Doble vuelta

Fernández ha hecho estas afirmaciones en Madrid tras participar en la presentación de la Ponencia Política y de Estatutos para el Congreso del PP, que contempla que el líder nacional y los presidentes regionales y provinciales se elijan mediante un sistema de «doble vuelta» de forma que primero votarán a los candidatos todos los afiliados inscritos y después lo harán los compromisarios.

En esa primera vuelta, votarían todos los militantes que se hayan inscrito para participar en este proceso y pasarían a la segunda vuelta quienes lograsen más del 10 por ciento de los votos, y entre los cuales elegirían ya los compromisarios.

No obstante, si un candidato consigue en la primera vuelta más de la mitad de los votos, lo logra en treinta de las sesenta circunscripciones en las que se divide el partido y lo hace con quince puntos por encima del segundo, será candidato único y no habrá segunda vuelta.

De aprobarse en el congreso nacional de febrero este sistema, todos los líderes regionales y provinciales que sean elegidos en los congresos posteriores, incluido el de Asturias, lo harán de esta forma, aunque no será el caso del líder nacional -Mariano Rajoy es el único candidato- que será elegido por el método vigente.

Según Fernández, este cambio «innovador» que ha utilizado como referentes los modelos estatutarios del Partido Conservador británico y el Partido Socialista francés es «más moderno» y «más abierto» y garantiza el principio de «un afiliado, un voto»